Chihuahua, Chih.
¿Les molesta el trampolín de la droga?: quiten la alberca.
Gustavo Díaz Ordaz – Presidente de México (1964 – 1970)
Siendo presidente de Estados Unidos, Richard Nixon (1969-1974) declaró la guerra a las drogas, y le exigió a Díaz Ordaz Presidente de México quitar el trampolín.
¿Cómo inició este negocio a escala industrial en México?
Esta es la historia, por un testigo presencial: José Cruz Parra Gastelum, lo conocí el 15 de Octubre del 2004 en el mercado municipal de Mazatlán, arriba de un huacal vendía un libro de formato de bolsillo, me acerqué a preguntarle del contenido y autor, me dijo que él era el autor, y que ese libro relataba cómo inició el negocio del narco a gran escala en México.
En el libro José Cruz cuenta, que a él le consta porque lo vivió, que en el Municipio de Badiraguato, Sinaloa, donde él vivía a partir de 1941, se empezó a sembrar a gran escala amapola, en los ranchos de: La Lapara, La vainilla, Alizos, Santiago de los Caballeros, Guanajuato, Tepaca, los Nogales y Tamiapa, todos pertenecientes al Municipio de Badiraguato, Sin., los primeros sembradores fueron Gabriel Macías y José Vazquez de Tamiapa, de Santiago de los Caballeros los Sres. Fidel Castro y Manuel Gómez, de Los Naranjos Abelino Caro, de La Vainilla Agustín Villa, de la Lapara Eligio Salazar y José Robles en Tepaca.
Recuerda José Cruz en su libro: Lo malo y lo muy bueno de Sinaloa, que en ese tiempo la única fuente de trabajo en esa parte de la sierra, después de la siembra de maíz y el frijol, era trabajar como gambusinos lavando el oro en los arroyos, el oro lo compraba don Francisco López y Nacho Landey de la Lapara, y Don Liborio Morales Gastelum en Tamiapa, y se los pagaban a 1 peso el gramo de oro, en la temporada de la rayada de amapola, el oro se los compraban a 2 pesos el gramo.
La semilla de amapola y el dinero para sembrarla, se les entregaba a los sierreños, de los ranchos mencionados, por conducto del Jefe de la Policía Judicial del Estado: Adolfo Leizaola, quien decía que hacia esto por órdenes del Gobernador de Sinaloa Coronel Rodolfo T. Loaiza, en la sierra se comentaba que las órdenes venían del Presidente de la República Gral. Ávila Camacho, en acuerdo con el Presidente Norteamericano Franklin D. Roosevelt, la amapola la necesitaba el gobierno norteamericano como materia prima para producir el analgésico más potente: la morfina, medicamento indispensable en toda guerra.
12 millones de soldados norteamericanos participaron en la Segunda Guerra Mundial.
Cuenta José Cruz, que el Jefe de la Policía entregaba dinero y semillas al Presidente Municipal de Badiraguato: Sr. Aurelio Maximiliano Salazar Beltrán, el Presidente Municipal distribuyó entre los sierreños ya mencionados, dinero y semillas por conducto del jefe de la acordada en la sierra: Eligio Samaniego, y su ayudante Fidel Carrillo.
Con el tiempo, el negocio de la amapola se combinó con la marihuana, otras drogas y varios delitos más. El área de operaciones se extendió a los estados vecinos de Chihuahua y Durango, lo que hoy se conoce como triángulo dorado.
Guardo en mi poder el libro autografiado por el autor, impreso en Guadalajara, Jal.
La guerra terminó, el negocio siguió y sigue hasta la fecha, no solo como analgésico, lo cual está muy bien, sino como droga, lo cual está muy mal.
En México, de acuerdo al Departamento del Tesoro estadounidense, citado por contralínea, entre 2013 y 2017, el negocio de la droga movió cerca de 4 billones de pesos, es decir aproximadamente 50 mil millones de dólares por año.
Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como El Chapo, es originario del municipio de Badiraguato, Sinaloa, actualmente preso en Nueva York, se le acusa por el Gobierno Norteamericano de acumular una fortuna proveniente del narcotráfico, de 14 mil millones de dólares, todo indica de que pasará el resto de su vida encarcelado, en el vecino país del norte, en donde nunca se menciona cómo inició este negocio.
De acuerdo a Yuri Fedotov, Director de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD), con cifras del 2011, el negocio anual de las drogas en el mundo es de 320 mil millones de dólares.
Como decía mi maestro jesuita José Porfirio Miranda: la causa de las causas es la causa de lo causado. La causa es la guerra, que es el principal negocio en Norteamérica.
La guerra contra las drogas ha costado en México, solo en los últimos 12 años, centenares de fosas clandestinas, decenas de miles de niños huérfanos, 30 mil desaparecidos, cerca de 300 mil vidas y millones desplazados.
A los niños desde muy temprana edad, por medio de videojuegos se les hace ver que la guerra es algo normal y hasta bueno, para aniquilar a los –enemigos– supuestos o reales.
Fusiles y muñecas, del poeta Juan de Dios Peza lo dice así: Juan y Margot 2 ángeles hermanos, que embellecen mi hogar con sus cariños, se entretienen con juegos tan humanos que parecen personas desde niños, mientras Juan de 3 años es soldado, y monta en una caña endeble y hueca, besa Margot con labios de granado, los labios de cartón de su muñeca, quizás piensan en sus juegos infantiles, que en ese mundo que su afán recrea, son como el suyo todos los fusiles con que la torpe humanidad pelea, que pesan poco, que sin odios lucen que es igual el más débil al más fuerte, y que si se disparan no produce humo fragor consternación y muerte, sueña Margot que canta en madre transformada, y arrulla un hijo que jamás se queja, ni tiene que llorar desengañada, ni el hijo crece ni se vuelve vieja.
¡Oh mis hijos!, no quieran la fortuna turbar jamás vuestra inocente calma, no dejéis esa espada ni esa cuna:
¡Cuando son de verdad, matan el alma!