MORENA y las plurinominales como objeto de conflicto

MORENA y las plurinominales como objeto de conflicto 26 de agosto de 2021

Leonardo Meza Jara

Chihuahua, Chih.

I.- Las diputaciones plurinominales son una forma extraña de la política. En la teoría política esta figura no forma parte de la representación directa en el marco de la democracia representativa, sino que es una forma de representación indirecta. Es decir, los diputados plurinominales no representan directamente a segmentos poblacionales de ciudadanos que viven en un Distrito, sino que representan a los partidos políticos (cuotas partidarias) o al género (cuotas de paridad).

II.- Un primer plano del conflicto por las diputaciones plurinominales en Chihuahua, se identifica en dos variables. Estas diputaciones son cuotas de poder partidario (A). A su vez, son cuotas de paridad de género (B). 

¿Hay una ecuación política y/o jurídica perfecta que pueda equilibrar ambas variables en las formas de repartir las cuotas de poder de las diputaciones plurinominales? Posiblemente exista. Tal vez, no. El asunto tiene que ver con cuestiones políticas y cuestiones jurídicas que entran en conflicto. Eso queda claro, con la interpretación que hizo el Instituto Estatal Electoral en la repartición de las pluris, que fue tumbada por una reinterpretación del caso realizada por el Tribunal Estatal Electoral.

III.- Un segundo plano del conflicto por las pluris tiene que ver con otras dos variables. Por un lado, están las pugnas políticas por ocupar los primeros lugares de las listas de diputados plurinominales (u ocupar los mejores distritos, que por el comportamiento de la votación garanticen un lugar en el mecanismo de la prelación). 

Por otro lado, están las confrontaciones jurídicas que entran en el marco de lo que en el derecho suele ser llamado “impugnación”. Tenemos entonces, un plano de confrontación política (C) y un plano de confrontación jurídica (D). 

 


IV.- En las confrontaciones por las diputaciones plurinominales en Chihuahua, las cuatro variables se traslapan. Hay intereses partidarios que son personales o de grupo (A) e intereses de género (B). Junto a lo anterior, hay planos de lucha política (C) y planos de lucha jurídica (D). 

Lo que queda claro, es que el mecanismo de cuotas de poder de las diputaciones plurinominales ha entrado en un momento de conflictividad que no había tenido antes. En la actual coyuntura política, hay una efervescencia en las luchas por las diputaciones plurinominales atravesada por lo señalado en A, B, C y D. 

¿Por qué tiene lugar esta conflictividad por las plurinominales? Habría que analizar con detenimiento la coyuntura histórica donde surge esta conflictividad, y preguntarse no por los mecanismos políticos o jurídicos que sustentan a la figura de las diputaciones plurinominales, sino por los mecanismos a través de los cuales la política se convierte en cuotas de poder que se reparten. 

Las preguntas serían: ¿Qué es el poder político en México? ¿Cómo se ha configurado históricamente el poder político, de tal manera que ha dado lugar a la distribución de cuotas de poder como las diputaciones plurinominales? ¿Cómo el poder se vuelve una historia conflictiva a este respecto, que se juega a partir de los componentes de A, B, C y D? 

V.- Hay quienes plantean la necesidad de eliminar la figura de las diputaciones plurinominales. Pero, ¿sería esa una solución en las maneras de legitimar y administrar el poder y las formas de gobierno? Tal vez no. 

Esa figura extraña que son las diputaciones plurinominales, parece ser necesaria en las maneras de administrar el poder a través de cuotas y en las formas de cogobernar. Lo más sorprendente del caso, es que el poder requiera de figuras que implican una extrañeza, tal como sucede con las diputaciones plurinominales. En términos psicoanalíticos este es un síntoma del poder, un indicio de la conflictividad del poder y de las maneras extrañas de resolver esa conflictividad. 

VI.- En medio de las pugnas por las diputaciones en Morena, mi experiencia y el sentido común me hacen inclinarme por apoyar al Licenciado Oscar Castrejón. Soy amigo de muchos años de Elena Rojo, y me daría mucho gusto que llegase a una diputación, pero a no a costa de quitarle el lugar a un activista y un político que ha demostrado con creces que merece ser diputado en el congreso local.