Miroslava: Un año de impunidad
Sin Retorno

Miroslava: Un año de impunidad 25 de marzo de 2018

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

La realidad, la terca realidad.

Un día antes de cumplirse el primer aniversario del asesinato de Miroslava Breach Velducea, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, lanzó, retador, soberbio, a través de las redes sociales, una demoledora frase: “Aquí la otra impunidad que aqueja al país: la de mentir, difamar, falsificar abiertamente como lo hace @LaJornada al poner en mi boca: ‘Miroslava tuvo la culpa por pisarle los callos al diablo’. Dejen de mentir, respeten la memoria de Miroslava, si les queda poquita vergüenza.” (Nota de Gustavo Castillo y Jesús Estrada, La Jornada, 22/III/18).

No había sido La Jornada, periódico del que Miros era la corresponsal en Chihuahua y medio al cual, por la más elemental cortesía gubernamental, era al que debería informarle discreta, confidencialmente, de los avances de las investigaciones pues era éste, después de la familia, el más agraviado, debido a que, por su desempeño en la labor periodística, para ese medio, presumiblemente, fue inmolada.

No fue el periódico el que develó la terrible frase lanzada por el gobernante de Chihuahua en una reunión con los familiares Breach, fueron éstos los que le informaron al periódico. Corral se lanzó contra el medio de comunicación.

Pero un día después, en el acto principal del aniversario, (Como lo tituló La Jornada: “Corral dijo que ‘Miroslava se la buscó', confirman familiares en homenaje”) frente a la Cruz de Clavos, plantada frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, Brisa Breach Velducea, la hermana de Miros, ha hecho añicos la credibilidad del mandatario.

Brisa lo dijo así:

“… La hermana de Miroslava Breach agregó ‘ella se lo buscó o qué significa ‘es que su hermana se dedicó a pisarle los callos al diablo’. Esa es una lamentable opinión… y una desafortunada declaración de incapacidad y subordinación ante el narcotráfico y la delincuencia. Esa frase dicha por el gobernador es una bofetada para la familia, para el gremio periodístico y para cualquier mexicano porque viene de una autoridad responsable de hacer cumplir los elementales derechos de protección a la vida, de libertad y seguridad a la que tenemos derecho como ciudadanos”.

“Y ‘pisarle los callos al diablo’ no solo es parte de la labor periodística, sino de la sociedad en general, quitarnos la mordaza, levantar la voz, exigir un cambio y enderezar a este pobre país tan lastimado por la violencia, la impunidad y corrupción”. (Ibídem).

Tal diferendo se presenta en el momento en el que la PGR, en particular la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión (FEDLP), resolvió atraer ¡Un año después! el caso, ante lo cual, el gobernador Corral ha expresado una férrea oposición pues detrás de tal medida se esconde, dice, el hecho de que la PGR trae, “como la propia Jornada, un interés político”. (Ibídem).

Entrampada la investigación -por lo menos en sus expresiones públicas- las que llegaron a develar el supuesto asesino material, ejecutado en Sonora en una acción extremadamente confusa, y la detención del supuesto, en un principio así descrito, tanto por el Fiscal César Augusto Peniche, como por el gobernador Corral, asesino intelectual y luego preclasificado como encargado de la “operación”, y sin que el gobierno de Chihuahua insistiera en que el móvil del asesinato estaba vinculado con la “narcopolítica”, luego de revelarse que tres de los funcionarios más relevantes del actual grupo gobernante tuvieran alguna relación, o con los supuestos asesinos intelectuales, o en la satisfacción de una demanda de éstos.

La identidad de los funcionarios mencionados es del conocimiento público, si bien no son del primer nivel del gobierno, han ocupado y ocupan posiciones fundamentales, en distintos niveles de gobierno, o de responsabilidad partidista.

Ellos son José Luévano, actual secretario particular del gobernador de Chihuahua, y en el momento en que pretendieron deslindarse de la información por Miroslava acerca del grupo de Los Salazar y las candidaturas que pretendían en la sierra, fuera por el PAN o por el PRI, Presidente estatal en funciones del PAN de Chihuahua; Alfredo Piñera, vocero del Comité Estatal, entonces y en la actualidad, y al que Luévano le pidió que atendiera la petición de Hugo Ahmed Shultz Alcaraz, en ese momento presidente municipal de Chínipas, luego, al despuntar el gobierno del amanecer, designado Coordinador de la Zona Indígena del Subsistema Estatal de Educación Básica, cargo al que anunciaron oficialmente, en diciembre del 2017, que había renunciado a él.

Sin embargo, en la comparecencia del Secretario de Educación, Pablo Cuarón, el pasado miércoles, en el Congreso del Estado, estaba presente el ex alcalde chinipense ¿Qué estaba haciendo ahí, aprovechó el paro magisterial para presenciar los cuestionamientos de los legisladores a su ex jefe? ¿O será cierto, como lo afirman diversas fuentes, sigue ocupando un cargo en la estructura burocrática?

Y es que el papel de éste no es tan irrelevante, se supone que fue el conducto para entregarle a los supuestos asesinos intelectuales la memoria USB que contenía la grabación de la conversación de la periodista con Piñera y en la que éste, sin darle a conocer que estaban grabando, la orilló a que declarara que los panistas no habían sido la fuente informativa, que era ella, Miros, porque “conocía cada piedra de Chínipas”, le dijo.

Luego, conocidos todos estos hechos, la Fiscalía General de Chihuahua decidió que tales funcionarios panistas no podía vinculárseles con el asesinato de Breach Velducea.

Pero ahí están los hechos.

Otra vez la terca realidad.

¿Por qué oponerse a que las investigaciones las atraiga la FEADLP?

¿Acaso no hay suficientes elementos como para presumir, por lo menos, que existen motivos para desconfiar de la imparcialidad en la investigación si tres funcionarios participaron en un hecho, por lo menos, criticable desde prácticamente todos los puntos de vista, incluido, quizá, el judicial?

Si faltaran elementos para sostener lo anterior, recordemos, nada más, el truculento episodio del asesinato de un hombre al que le achacaron ser el asesino material de Miroslava, a un lado del cual habían encontrado el arma homicida de la periodista.

Tal información sería terriblemente desmentida por los hermanos del hombre, que estaba incapacitado y era sostenido económicamente por sus hermanos, entre los cuales se encontraban un egresado de la Universidad de Harvard y otro del Tecnológico de Massachusetts ¡Nomás!

Y hay más ¿Cómo explicar que los familiares de Miroslava debieran recurrir al amparo de la justicia federal para que obligaran al gobierno de Chihuahua a ser considerados como víctimas del asesinato? ¿Qué le escondían a la familia? ¿Porqué se negaron a proporcionarles información o a que actuaran como coadyuvantes?

Bueno, pues en aras de tal situación, cualquier gobernante que se comprometiera con el esclarecimiento de los hechos, a través de una investigación neutral, profesional y bajo el acompañamiento de las organizaciones de periodistas y de los familiares, -no para que éstos hagan las indagatorias, sino para que fiscalicen la actuación de las autoridades- aceptaría de buen grado la participación de la instancia federal.

Ahora bien, la actuación de la PGR tampoco es garantía de lo anterior. De ahí se prende el mandatario chihuahuense, sin percatarse de que puede ser señalado por tener un conflicto de interés.

En la semana, con los conflictos del SNTE-Sección 42 y del Ichitaip, parecía, por momentos, que se presentaba la mesura en Palacio de Gobierno, llegamos a pensar que se solucionarían, que habría la cordura suficiente como para desactivarlos.

Fue una ilusión, por la tarde del jueves, el gobernador de Chihuahua acusaba por igual a la PGR y a La Jornada de actuar políticamente en su contra.

A la mañana siguiente los familiares de Miroslava ofrecieron un bello y valiente retrato de su hermana, prima, mamá, tía… :

“…. Brisa Breach Velducea afirmó: “¡Por qué, como muchos otros comunicadores en este país resulta que ella tuvo la culpa de que la asesinaran...!

“Según las autoridades ella fue culpable por no voltear a otro lado cuando tuvo ante sí los malos manejos de funcionarios de gobierno y autoridades; que fue irresponsable con su familia por no disfrutar de un hermoso paisaje Tarahumara sin fijarse en la deforestación y en el despojo a las etnias, y que tampoco tenían que ser su problema la voracidad y devastación minera y de otros mega proyectos… y menos aún destapar la corrupción y los acuerdos entre políticos y narcos.

“¿Qué le hubiera costado ser una periodista miope y chayotera y solo escribir lo que se le dictaba?

“Visto de ese modo… sí… ella se lo buscó. ¡Ella se buscó ser asesinada… al menos desde el punto de vista de la máxima autoridad del estado de Chihuahua!”.

Cosa más grave aún, que quizá responda muchas de las interrogantes anteriores, la hermana de Miroslava, Brisa, “señaló que un día antes del ataque la periodista le informó que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, ya estaba enterado de que había sido amenazada y que inclusive el mandatario local ‘por Whatsapp la tranquilizó, luego pasó lo de ‘Miros’, los teléfonos se recogieron y eso ya no apareció”. (Ibídem).

Y consideró como lo más probable que “lo haya subestimado. Creo que de momento todo lo que podemos, ya que el caso lo atrae la PGR …”.

Sí, nuevamente la terca realidad.

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Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario