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Migración y Guardia Nacional: compleja realidad.

Migración y Guardia Nacional: compleja realidad. 22 de enero de 2020

Hernán Ochoa Tovar

Chihuahua, Chih.

Reza un dicho que un político no debe hacer lo mismo mientras es gobierno o siendo opositor. Pues esta máxima se puede aplicar para la 4T en el tema migratorio, ya que en otros, considero que han sido bastante congruentes con el Proyecto de Nación que AMLO presentó en 2018.
Por ejemplo, encontré un tuit donde AMLO en 2015, siendo opositor, le reprochaba a Peña Nieto la militarización de la frontera, y, dejaba entrever, las autoridades policiales debían acompañar a los migrantes hasta la frontera norte. La izquierda nacional, siendo oposición, erguía una opinión semejante. Recuerdo que la Revista Proceso consignaba, hace ya algunos años, que el gobierno de EPN mandó, literalmente, todas las corporaciones de fuerza pública habidas y por haber (Ejército, Federales, Gendarmería Nacional, Policía de Chiapas y Migración) para contener el paso de migrantes en la frontera sur; la izquierda mexicana, en ese entonces integrada por el PRD y un naciente MORENA, no estaban muy conformes con esa decisión, criticando que la política migratoria peñanietista parecía estar en la órbita de los intereses yanquis.
Pues, debo decir, la realidad es más compleja de lo que parece (como dijo Jorge Drexler). A pesar de que, en un inicio, la 4T propuso seguir una política migratoria humanitaria, se ve que la realidad los rebasó pronto. Un cúmulo de caravanas en un semestre, así como un aparente -no hay prueba fehaciente de ello- jalón de orejas de Trump, bastó para que el gobierno nacional se comprometiera a reducir la migración. A cambio de dilatar una eventual política arancelaria, Ebrard y compañía aceptaron la instalación de la Guardia Nacional en la frontera chiapaneca.
Debo señalar, este tema me parece sumamente complejo. Es cierto que, en un mundo ideal, el globo terráqueo debería ser un lugar donde la gente pudiera moverse libremente. Pero en el complejo mundo en el cual vivimos, el gobierno tiene la obligación constitucional de resguardar el territorio. Los propios americanos tienen a la Border Patrol del otro lado; la gente que se atreve a cruzar lo hace bajo su propio riesgo.
Tal vez AMLO tuvo que hacer "de tripas corazón" para suscribir un convenio tan complejo; pero, o era el humanitarismo ecuménico continental, o el barco de la economía se hundía de sopetón; y con el gobierno Trumpista, la 4T no tenía salvación, por lo cual tenían que elegir algún lado de la espada de Damocles, y el gobierno seleccionó el menos doloroso, aparentemente, aunque ello implicase militarizar la migración.
El ejercicio de gobierno es complejo. Aun así, creo que la 4T ha sido congruente, pues ha procurado estimular programas de cooperación, en aras de disminuir la migración que nos llega de Centroamérica. Lo que sí, aquí repruebo, es el actuar de una parte de la oposición: cuando AMLO dejó pasar migrantes y les extendió salvoconductos, rezongaron; cuando mandó a la Guardia Nacional, lo tacharon de represor; si quiso suscribir programas de desarrollo con Centroamérica -para paliar esa migración- lo tildaron de charlatán y despilfarrador (cuando Peña Nieto suscribió un programa de deportación, en conjunto con el gobierno de Honduras; ahí de desarrollo NADIE HABLABA). Ahora se quejan de que la GN aventó gas lacrimógeno a una caravana que se disponía a pasar la frontera, y vuelven a criticar a AMLO.
Para tal efecto, les devolvería sus acciones con un dicho de Peña Nieto ¿Ellos que hubieran hecho? ¿Acaso Meade o Anaya hubieran sido grandes samaritanos con los hermanos centroamericanos? ¿O prácticamente hubieran hecho lo mismo o corregido y aumentado -pues no es un dilema fácil?
Lo dejo a la reflexión.
No se vale la crítica en mala lid, opino...

Hernán Ochoa Tovar

Maestro en Historia, analista político.