Chihuahua, Chih.
Leí con atención la propuesta que circuló en los medios, misma que se encuentra suscrita por Alfonso Ramírez Cuéllar, a la sazón líder de MORENA.
Esto, porque, inmediatamente, comenzó a surgir el alarmismo, como si el postulado en mención fuera un decálogo hacia el chavismo ¡parecía una reproducción del mensaje de Orson Welles comunicándose con extraterrestres, y la gente entrando en un pánico de grandes magnitudes¡
A este respecto, debo anotar algunos aspectos: la idea principal del desplegado (la medición de la riqueza) ya hay organismos que la realizan.
El Sistema de Administración Tributaria (SAT) tiene en su base a la mayor parte de los-as contribuyentes del país: fácilmente puede saber a cuánto asciende del patrimonio de Carlos Slim; de algún integrante de la clase obrera; o de un profesionista clasemediero.
En cuanto a la pobreza y a la desigualdad, tengo entendido que esos aspectos los mide CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación). Francamente, no creo que el INEGI requiera realizar algo más o invadir facultades de otros órganos.
Ora, que combatir la desigualdad, sí es algo que debe realizar este gobierno. La propuesta que pague más quien gane más, es una proposición que históricamente ha defendido la izquierda; y, por lo regular, la paga de impuestos nunca ha sido equitativa en este país.
Si hasta Bernie Sanders ha propuesto cobrarles más impuestos a las grandes fortunas yanquis ¿Acaso MORENA no puede proponer algo semejante? Pienso que sí, pero creo que deben hacerlo convocando a todos los actores, de una manera semejante a como se hacía antaño (una especie de pacto obrero-patronal) y no con decretos unidireccionales, pues una medida así podría sacar ronchas, de inmediato, en cierto sector, y repercutir de inmediato en el ámbito económico.
Con respecto al Consejo Fiscal, eso sí me parece una buena propuesta. En su momento había sido propuesta por la propia patronal; me llama la atención que ahora ciertos sectores de la oposición rezonguen, cuando, en su momento, (inicios del sexenio) algunos capitanes de la industria hicieron hincapié en esa medida.
Finalmente, Ramírez Cuéllar y compañía proponen otorgar más dientes a la Comisión Federal de Competencia Económica, para luchar contra el acaparamiento, el dumping y los monopolios.
Esa idea la habían propuesto, en su momento, gente de talante liberal (Denise Dresser); creo que es necesario que las instancias tengan herramientas para sancionar negocios que inflen precios o que abusen de la confianza del consumidor.
Objetivamente, diré que la propuesta tiene luces y sombras. Ideas buenas, otras cuestionables. Pero creo que sí requiere un análisis profundo.
Asustar con el petate del muerto, como lo han hecho algunos sectores, no abona a la discusión.