Margarita hunde al PAN
Sin Retorno

Margarita hunde al PAN 7 de octubre de 2017

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

La renuncia al PAN de la más adelantada de los aspirantes de este partido a la presidencia de la república, Margarita Zavala, coloca a este partido en un verdadero problema ¿Cuántos de los posibles votantes de Margarita, como candidata del PAN, la seguirán a donde se vaya, como declaró su marido, el expresidente, Felipe Calderón -yo me voy a donde Margarita se vaya-?

La respuesta de tal cuestión seguramente definirá la presidencia de México para el período 2018-2024 pues, de acuerdo al total de encuestas realizadas hasta ahora, Zavala estaba colocada en el segundo lugar de ellas, atrás de López Obrador en un promedio que seguramente rondará los 4-5 puntos menos que el tabasqueño, a diferencia de la última del periódico Reforma que le daba una ventaja de 14 puntos.

Sin embargo, dos aspectos deberán destacarse de los resultados de las encuestas conocidas hasta ahora. Uno, el de que ninguna de ellas da a conocer, ni siquiera, una aproximación del porcentaje de participación electoral, con lo que se podría conocer que tanto ha crecido el rechazo popular a los partidos, que se vería reflejado en una disminución de los votantes y, segundo, que en todas las encuestas el promedio de personas que no han decidido su voto, o que decidieron no darlo a conocer, ronda en el 20% de los encuestados.

Si se suman ambos porcentajes estaríamos ante un escenario que podría ser radicalmente distinto al mostrado por las encuestas y, quizá, mostraría que la ventaja de López Obrador es mayor al presentado por éstas y más acorde a lo percibido en la calle, con la expresión de un creciente número de ciudadanos en el sentido de que sus simpatías están con el dirigente de Morena.

Pero aún sin tomar en cuenta este aspecto, la renuncia de Margarita deja a su ex partido en una muy mala posición ¿Cuánto vale el PAN en términos electorales? A diferencia del resto de los partidos de la oposición, el blanquiazul tiene una base electoral muy importante, cercana al 25% en el período preelectoral, que puede subir hasta niveles del 35-38, si la contienda es entre este partido y cualquiera de los otros dos que históricamente la han protagonizado, PRI o bloque de izquierda, pero que lo arroja a niveles del 20% cuando la disputa es entre estos dos bloques políticos.

De ahí que, independientemente del candidato, el PAN cuenta con esa base ¿Qué porcentaje perderá con la salida de Margarita? No de los militantes y los dirigentes partidarios, sino de sus votantes. Es probable que alrededor del 10% decida acompañarla y sumarse al mundo al que Margarita aspira convencer, el de los votos “antisistema” o anti partido, esos que, ante el anuncio de Jaime Rodríguez “El Bronco” de buscar la candidatura independiente, Zavala decidió no dejar que se los llevase y que, además, son votantes no dispuestos a votar por El Peje tabasqueño.

Esa es una parte de las disputas, en este caso el de los votos “independientes” y por lo menos en la primera escaramuza la ex panista salió adelante pues su renuncia al PAN opacó totalmente la pretensión del Bronco neolonés.

El problema para Margarita es que ahora cuenta con menos de la mitad de las preferencias que tenía y deberá obtener alrededor de 20 puntos para colocarse en la disputa real por la presidencia de la república, algo así como 11 millones de votos, si la participación electoral ronda el 60%.

Si conseguirlos en condiciones “normales”, era difícil, en las que se desarrollará la contienda presidencial en 2018 se antoja prácticamente imposible, porque enfrentará al PAN, con la posibilidad de mantener 15% y acaso un leve crecimiento de la votación por el PRI, si postulara a José Antonio Meade, para disputar el electorado derechista, pero que le abriría a López Obrador la posibilidad de sumar más votos antisistema izquierdosos, o de aquellos que creyeran irreversible su triunfo electoral.

Lo único cierto de la decisión de Margarita y el grupo político de Felipe Calderón sería que hundió al PAN. Nomás lo sacó de la disputa por la presidencia.

Y Anaya buscó aliarse a los restos del PRD, con el decidido apoyo de Javier Corral, creía que con los restos de este partido podría convertirse en presidente. Ahora ambos partidos comparten un rasgo nada bueno: Mientras que en el PAN sus dos únicos presidentes de la república lo han abandonado, al PRD renunciaron, con la excepción de los Chuchos (Zambrano y Ortega), Guadalupe Acosta y Amalia García, el resto de quienes fueros sus presidentes nacionales -Cuauhtémoc Cárdenas, López Obrador, Pablo Gómez, Alejandro Encinas, Leonel Godoy, Leonel Cota, Porfirio Muñoz Ledo, Rosario Robles- lo dejaron, y la mayoría de ellos apoya las pretensiones de López Obrador.

Triste historia...

Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario