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Marco Bonilla y la estética política del odio

Marco Bonilla y la estética política del odio 19 de septiembre de 2021

Leonardo Meza Jara

Chihuahua., Chih

I.- Es necesario desconfiar del dulzor de las palabras, sobre todo cuando salen de la boca de un político. Junto a las palabras dulces que trabajan en la emocionalidad de la política se identifican las trampas del lenguaje. Los discursos de la política han sido usados durante milenios como un disfraz de la verdad, como una forma de dulcificar a la verdad para convertirla en un antídoto a favor de la bienaventuranza o la promesa. Generalmente, los mecanismos discursivos que dulcifican a la verdad en la política esconden tras de sí preceptos religiosos. 

Hay territorios donde la religión y la política convergen, a veces de maneras inauditas. Uno de esos territorios son los discursos de los políticos, donde las palabras tienen un doble fondo. En el caso de los discursos del presidente municipal de Chihuahua, Marco Bonilla, se identifica un doble fondo de verdad: política y religiosa (“Hace Marco pacto de honor por la familia”, nota de ocho columnas de El Diario de Chihuahua, 11 de septiembre de 2021; “Un pacto de honor por la familia”, artículo de opinión de Marco Bonilla publicado en El Diario de Chihuahua, 19 de septiembre de 2021).

En los discursos recientes del presidente municipal de Chihuahua hay una dulzura retórica que sirve de coartada. En las palabras de Bonilla la política se vuelve religiosa o la religión se politiza. No hay que olvidar que en el territorio donde se entrecruzan la política y la religión se han elaborado los odios más verdaderos y más intensos de la historia. Es aquí, que se ha construido una estética política del odio que ha sido explotada de forma recurrente por la ultraderecha. Las formas de odiar pueden ser disfrazadas con los ropajes del amor y la belleza, tal como sucede en los discursos de Bonilla. 

Hay pedagogías mediante las cuales se aprende a amar el odio. Pedagogías donde los preceptos bíblicos se subvierten. En los discursos de Bonilla, ha quedado subvertido uno de los preceptos bíblicos que tienen como base a la idea religiosa del amor. Detrás de las palabras del presidente municipal de Chihuahua está presente una frase de polarización y de odio que resulta evidente: “Odiaos, los unos a los otros”. Detrás de las declaraciones de amor por la familia entre los militantes de la ultraderecha, se esconde una pedagogía del odio en contra de las causas feministas y las minorías sexuales. 

 


II.- En las palabras dulces de Bonilla se identifican los indicios de un llamado a la guerra. El presidente municipal de Chihuahua se ha convertido en el comandante de los grupos de la ultraderecha en el estado. Los grupos católicos y cristianos, los panistas y los empresarios chihuahuenses que aplaudieron el pacto firmado entre algunos legisladores panistas y Vox de España, ya tienen una cabeza lo suficientemente visible en Chihuahua. Cuando Bonilla tomó protesta como presidente municipal de Chihuahua, cambió de grado religioso, político o militar. El niño que fue monaguillo en alguna iglesia de Chihuahua se convirtió en comandante de la ultraderecha en el estado. 

Detrás de este nombramiento hay un pacto tácito entre la gobernadora y el presidente municipal de Chihuahua. Bonilla es la cabeza de los actos de guerra y de las jugadas sucias que habrá de emprender la ultraderecha chihuahuense en los meses siguientes. María Eugenia Campos procurará no ensuciar su investidura en la polarización y la guerra que apenas inicia, esta tarea le ha sido encomendada a Bonilla y en su momento tendrá que rendir informes por las batallas ganadas o perdidas.

El estado de Chihuahua tendrá su propio capítulo de polarización ideológica y política, con declaraciones de guerra de por medio, con discursos exacerbados que llaman al fundamentalismo y el odio, con llamados a la manipulación y el maniqueísmo. El comandante Bonilla se apresta a ordenar sus tropas para iniciar los trabajos de guerra que se librarán en tierra y en las redes sociales. El presupuesto del municipio de Chihuahua se enfila para cubrir las batallas que vendrán. 

Si López Obrador ha declarado una guerra entre la 4T y la oposición prianista. Marco Bonilla y María Eugenia Campos alistan su propia guerra para polarizar al estado de Chihuahua tomando como epicentro a la capital. La estrategia de polarización ideológica y política es bastante visible en el corto y mediano plazo. En Chihuahua habrá una ideologización de la política en defensa de las causas Provida que rechazan el aborto, que discriminan a las minorías sexuales y que pretenden desarticular el laicismo educativo. El camino trazado por Bonilla y por Campos es bastante claro. Se trata de ideologizar a la política a través de discursos y de formas de gobierno que exacerban el odio, con la mira puesta en las elecciones de 2024 y 2027. 

III.- ¿Cuántas cucharadas de azúcar han sido depositadas en los discursos del presidente municipal de Chihuahua, que se ha convertido en defensor a ultranza de los principios de la familia tradicional? ¿Cuánta amargura es la que se esconde detrás de las palabras dulcificadas de Bonilla? 

El dulzor de los discursos de Bonilla en defensa de la familia tradicional llega al grado del empalago. Es un dulzor que pretende una intensificación de la sensibilidad de la ultraderecha chihuahuense. Es un dulzor ideológico y político que esconde tras de sí una inmensa amargura ante las derrotas que la Suprema Corte de Justicia les ha propinado a las posturas de la ultraderecha.

Sencillamente, el México del siglo XXI ya no es el México de la colonia, que fue dominado por el conservadurismo religioso de herencia española. Los conservadores del siglo XIX mexicano fueron derrotados por los liberales después de la Guerra de los tres años (1857-1861) y después de la intervención francesa. Los conservadores del siglo XXI mexicano están siendo derrotados por las posturas progresistas que defienden: la libre determinación de las mujeres sobre su propio cuerpo, los derechos de las minorías que tienen preferencias sexuales alternas y el laicismo educativo que es un baluarte histórico de la educación nacional. 

Detrás de las palabras dulcificadas de Bonilla pueden rastrearse los intentos de un fundamentalismo que totaliza y cierra la verdad de la ultraderecha chihuahuense. Cuando la verdad se totaliza y se cierra desde la política o la religión, se convierte en un lugar de guerra, en un territorio de confrontaciones presentes y futuras. La verdad fundamentalista es una cartografía para señalar los lugares donde se ubican los aliados y los enemigos. El mapa de una guerra está cantado. 

Resulta contradictorio que el lenguaje dulcificado de la política sea usado como una herramienta de guerra, tal como lo hace Bonilla en sus discursos. La política y su lenguaje están plagados de contradicciones.  Quienes le escriben los discursos al actual presidente municipal de Chihuahua, parten de una premisa: dulcificar la guerra de la ultraderecha en Chihuahua. Se trata de construir discursos habitados por palabras dulces para llamar a una confrontación en ciernes. Se trata de convertir a la política en un territorio de polarización y pasiones desbordadas. Se trata de dulcificar el odio. Es aquí, que se ubica la estética política del odio de la ultraderecha en Chihuahua…