Mal empieza la semana…
Sin Retorno

Mal empieza la semana… 2 de septiembre de 2018

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

Ya nada debiera sorprendernos de la actual administración estatal. Es imposible no hacerlo después de observar lo que intentó la bancada panista, de la legislatura que terminó sus labores el jueves anterior.

No son solamente las prisas por designar a la ahora fiscal anticorrupción, o aprobar el empréstito para darle mantenimiento a las plantas tratadoras de agua de la capital del estado, así como aprobar una serie de aumentos a diversos impuestos, sino el desmesurado intento del actual grupo gobernante, en colusión con la ahora ex presidenta del Congreso del Estado, la priista Karina Velázquez, de dar un auténtico golpe de estado e imponer una directiva de la nueva legislatura en manos de los diputados del PAN.

De ahí el nombre de la presente columna, destinado a los nuevos diputados ¿Cómo le puede ir bien a alguien si lo ahorcan en lunes?

Los integrantes de la nueva legislatura (excepto, claro está, los diputados que no pertenecen al PAN) apenas estaban tomando los cursos de inducción (sic), cuando ya la diputada Velázquez declaraba que, en virtud de que no estaba aún notificada de la resolución de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF), acerca de la asignación de las diputaciones plurinominales, entonces solo convocaría a los diputados de mayoría relativa para que eligieran los órganos de dirección del Congreso.

¡Ah, qué capacidad de maniobra de la hoy ex diputada!

¿Por qué?

Po’s es que si sólo convocaran a esos legisladores, entonces el PAN sería, sin problemas, mayoría del Congreso y, por tanto, podría elegir a los integrantes de los órganos de dirección del Congreso, es decir, a la Mesa Directiva del primer período de sesiones y al poderoso Comité de Administración, además de poder designar a los funcionarios de mayor jerarquía del Poder Legislativo.

¡Poca cosa!



La nueva legislatura, que inició sus labores apenas ayer, lo hizo en medio de innumerables rumores y de falsas informaciones acerca de la integración de los órganos de dirección, aspectos que debieron resolver en el curso de las últimas horas del viernes (antes de la entrega del presente trabajo).

Karina Velázquez intentó entregarle a la supuesta mayoría panista el control de la nueva legislatura, lo intentó mediante una muy chambona maniobra.

Como a ella no le habían notificado acerca de la resolución del TEPJF, intentó no llamar a los presuntos diputados plurinominales, de todos los partidos, entre los que se encontraban los ahora coordinadores de las bancadas del PAN, Morena, PRI, PES y PT, para que los diputados de mayoría eligieran a la directiva.

Pero esta intención no tomaba en cuenta que ya tenía en sus manos la resolución del Tribunal Estatal Electoral (TEE), que había resuelto quienes eran los diputados de Chihuahua para el período 2018-2021 y que el TEPJF había ratificado en todas sus partes…

Sólo que tardaba la notificación a la presidenta Velázquez…

Jurídicamente, a falta de la notificación, la del TEE se erigía como la firme y, por tanto, podía iniciar el proceso de entrega a los nuevos diputados.

¿Explicará esa pretensión el hecho de que Velázquez forma parte de los indiciados en el caso de las cuotas entregadas al PRI durante el duartismo?

No aprenden.

En 1997, cuando el PRI perdió por primera vez la mayoría en la Cámara de Diputados y la alianza PRD-PAN se constituyó como tal, el PRI intentó impedir que los integrantes de los órganos de dirección de la Cámara, nombrados por la oposición, asumieran sus cargos en el afán de impedir que uno de ellos -por puritita coincidencia, el mismo que ahora asumió la presidencia de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, y que le entregará la banda presidencial a López Obrador- se convirtiera en el presidente de ese órgano legislativo.

Casi estuvimos al punto del Golpe de Estado, y no es una figura literaria, al seno del gobierno fue una seria discusión.

En esa ocasión, el PAN era parte agraviada, hoy en Chihuahua intentó jugar el papel contrario, el del partido gobernante, beneficiario de las chicanadas y las ilegalidades, igual que el PRI en aquella ocasión, reacios a entregar el poder, el que les fue escamoteado por la decisión popular.

Y esa actitud es la que transpira en todos sus actos el gobierno del amanecer, hasta en el más insignificante de ellos, pero todos con serias repercusiones en la vida de los chihuahuenses.

Dos de ellos, las designaciones del Auditor Superior del Estado -Héctor Acosta Félix- y de la Fiscal Anticorrupción -Gema Guadalupe Chávez Durán- recayeron en chihuahuenses, pero ambos residentes en los últimos años fuera de la entidad, luego de que en las respectivas regulaciones se hubiese quitado el requisito de haber residido en el estado, por lo menos durante el año previo a su designación, pero en cuyas designaciones se advirtió la prisa por realizarlos, antes de la entrada de la nueva legislatura.

¡Previsores los muchachos!

Ello explica, y no otra cosa, la designación de la fiscal en la última sesión de la legislatura dominada por el PAN, y que no fue una sesión ordinaria, sino extraordinaria ¡Igualito que la Pavlovich!

Pero no solo, también la premura porque les aprobaran una “inversión privada”, dentro del esquema de las inversiones públicas-privadas, para darle mantenimiento y rehabilitación a las plantas tratadoras de agua de la capital del estado, que en realidad es un crédito por más de mil millones, IVA incluido, pagaderos a 10 años.

¡Por supuesto que es deuda, se pagará de los ingresos que tenga la Junta Municipal de Chihuahua, y si hace falta de la Junta Central!

¡Ah, por si faltaran cosas que se hicieron en el sexenio de Duarte, también crearon un fideicomiso, que recibirá las aportaciones de la Junta de Agua! ¡En un descuido hasta los bursatilizan!

Lo impensable en aquellos días, posteriores al triunfo de Javier Corral: Que la aprobación de tal crédito se hiciera con el Congreso del Estado blindado por la policía de Corral para impedir que la ciudadanía inconforme pudiera acceder al recinto legislativo.

¿Dónde está aquel enérgico senador opositor al endeudamiento de Chihuahua, cuando increpaba a César Duarte en la Cámara de Senadores?

Hoy maniobra, mediante sus alfiles, para que le nombren funcionarios a modo, integrantes del novedosísimo Sistema Estatal Anticorrupción, le aprueben nuevos endeudamientos y, si se puede, designar a unos de los suyos como nuevos dirigentes del Congreso de los diputados de Chihuahua.

Y es que esos cargos son claves para el futuro inmediato.

Quienes accedan al Comité de Administración, claro es que con una visión ciudadana, en busca de las corruptelas y el exterminio de los privilegios de los gobernantes, podrán iniciar con la revisión de los empleados y funcionarios que cobran en el Congreso y podrán fijar el salario de los diputados, además de quitarles todas las prerrogativas tantas veces denunciadas.

Además, podrían escudriñar todo lo relacionado al ejercicio del gobierno de Javier Corral, vigilar estrechamente al Auditor y revisarle sus trabajos sobre las cuentas públicas.

Corral estaría obligado a efectuar un trabajo -el que no ha realizado hasta hoy- consistente en dialogar, negociar, pactar con las fuerzas políticas acreditadas en el Congreso y modificar sus presupuestos y ajustar, de manera real, sus egresos.

Algo que no ha podido hacer.

Para muestra, ahí está este nuevo crédito. La propuesta de Corral fue recibida apenas la semana pasada y ya está aprobada, en un esquema en el que ofertarán a las empresas interesadas acceder a un pago de hasta 75 millones de pesos anuales, que no guarda congruencia con el gasto asignado hasta ahora para mantenimiento, de 40 millones de pesos al año.

Si por las vísperas nos vamos -en cuanto a la actitud del gobernante para con los chihuahuenses, incluidos los medios de comunicación- la rueda de prensa en la que le pidió a toda la sociedad estuviera atenta a la inminente liberación de Alejandro Gutiérrez, acusado por su gobierno de varios delitos, es un desalentador ejemplo.

En la conferencia pidió “ayuda” a los medios de comunicación, pero no aceptó preguntas de los reporteros ¿Y entonces, cómo pueden hacer su trabajo los periodistas, o se les concibe, desde el poder, sólo como simples transcriptos de lo que los gobernantes quieren informar o decir?

Por eso no sorprenden los estudios que muestran el grado de aprobación del gobernante del blanquiazul.

El más reciente, denominado “Así van los 32 gobernadores”, publicado por la revista 32, basada en un ejercicio de encuesta realizado por la casa Arias Consultores, (Una de las pocas empresas encuestadoras que reportó, al final de la campaña, que López Obrador superaba el 50% de las simpatías) el 74.5% de los encuestados refiere que el mandatario estatal les inspira “poca o nula confianza” y sólo el 25.5 dice profesar “confianza o total confianza” en el gobernante, en tanto que el 66% de chihuahuenses reprueba a su gobernador.

¡Inimaginable!

Y esos datos confirman lo aquí expuesto a lo largo de todo el período post-electoral, el PAN ya no es la fuerza política mayoritaria en el estado, por tanto, los gobernantes, siendo sensibles al mandato de los ciudadanos, deberán comportarse como demócratas y no concitar los enfrentamientos políticos, mucho menos en las áreas tan sensibles como la determinación de los nuevos órganos de gobierno del Poder Legislativo.

Y menos con chicanadas.

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Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario