
Chihuahua, Chih.
La importancia de Mafalda como fenómeno cultural y expresión de las rupturas generacionales fue definida por Umberto Eco, en 1969, teniendo como contexto a las juventudes en París, Roma, México, Montevideo y Córdoba luchando en las calles, en el prefacio a la primera edición europea con la que la historieta se abrió paso en Europa y en el que la definía como “contestataria” para ubicarla en el anticonformismo de la época, la caracterizó además como una “heroína rebelde” que rechaza al mundo tal cual es.
Siguiendo el texto de Eco, Mafalda resiste y rechaza la realidad en la que vive porque la habita en una relación dialéctica continua con el mundo adulto que ella no estima ni respeta, al que se opone, ridiculiza y repudia, reivindicando su derecho a seguir siendo niña libre que rechaza sentirse cómoda en el mundo adulto que sus padres le ofrecen.
En su entender, no cabe la explicación de por qué hay gente pobre, no se explica la guerra de Vietnam, por qué la resignación se trata con "Nervocalm".
Ella refleja las tendencias de una juventud en efervescencia que asume una forma de paradoja de disidencia infantil, de esquemas psicológicos de reacción a los medios de comunicación de masas, de una profunda brújula moral que se enciende con la Guerra Fría y que se activa con las imágenes de -en aquel entonces- el hongo nuclear.
Mafalda fue la principal imagen y quizá, la más potente, representación política de la resignificación del género del siglo XX, puesto que en si misma buscaba remontar el concepto equivocado de la feminidad aún prevalente en los sesentas.
Por ello, en su nacimiento en los setentas la inquieta y curiosa niña lograba cuestionar a través de sus actos los problemas socioculturales del mundo. Resultó pues, una fuerte influencia para las mujeres de mi generación porque plasmaba el ideal de libertad y empoderamiento femenino que revolucionó la concepción existente del género.
Es este mismo carácter, el que como personaje mítico hemos humanizado, no se ha alejado de polémicas en las que de modo recurrente nos preguntamos, ¿Qué habría hecho o dicho Mafalda?
Quino, su creador, rechazó el uso del pañuelo celeste de los antiderechos asociado a ella cuando estos difundieron imágenes que simbolizaban su aparente oposición al aborto exigiendo fueran removidas de inmediato, puesto que “siempre he acompañado las causas de derechos humanos en general, y la de los derechos humanos de las mujeres en particular, a quienes les deseo suerte en sus reivindicaciones”, mencionó.
O como cuando le preguntaron sobre si se imaginaba a Mafalda siendo adulta y él respondió: "Mafalda nunca habría llegado a ser adulta. Ella estaría entre los 30.000 desaparecidos de Argentina", haciendo referencia a su última dictadura.
En este tenor, difícilmente Mafalda se presentaría en un evento de un gobierno que pinta tintes autoritarios sin al menos, tener una opinión crítica y contundente al respecto.
Me refiero a la exposición llamada “Mafalda 614” inaugurada el pasado día 19 y que estará hasta el 31 de agosto en el Centro de Desarrollo Cultural del municipio de Chihuahua, con el objetivo de “celebrar” sus 60 años y reflexionar sobre la importancia del cuidado del medio ambiente.
Así, entre comillas puesto que Quino lo declaró: “nunca habría sido adulta”; pero no es lo único de lo que la alcaldía municipal la despojó; también lo hizo con toda la carga política de su representación.
La muestra que en las redes sociales del Instituto Municipal de Cultura exhibe una imagen de la icónica niña con el cabello como follaje de árbol para hacerla encajar con el cometido de la expo, menciona en sus posts que invita “a pensar, reír y cuidar el planeta” y desde ahí ya nada concuerda.
La paradoja radica en que uno de sus primeros cuestionamientos sería ¿a quién le están recomendando cuidar al planeta? ¿a las personas? ¿a la ciudadanía?
Porque es el municipio a través de su Cabildo quien altera el uso de suelo de zonas protegidas, es quien ha dado permiso a las voraces constructoras para la depredación de cerros y ha permitido crecer desmesuradamente al cartel inmobiliario que ofrece “desarrollos residenciales exclusivos” mientras se anulan los proyectos de vivienda popular y cubren de concreto el resto de la ciudad.
Mafalda aludiría al "Derecho a la Ciudad", este enfoque que busca garantizar que todos las personas que la habitan tengan acceso equitativo a los beneficios y recursos urbanos, así como participación en su configuración y gestión; desde ahí, repudiaría la estigmatización y criminalización de activistas ambientales como de modo reciente se ha hecho por parte del gobierno, lamentaría que para funcionarios que hoy la exhiben como una anodina caricatura bonita para mostrar sean más importantes las paredes de un edificio que los cerros, las formaciones naturales, las personas.
Se pronunciaría airadamente por las veladas amenazas de parte de la autoridad contra jóvenes que nadaron dentro de un tanque de un exclusivo residencial puesto que el desordenado crecimiento de la mancha urbana secó los cuerpos de agua dentro de la ciudad y hasta el esparcimiento se ha precarizado porque en nuestro contexto, solo es disponible para quien lo puede pagar.
¿Cómo sé que ella protestaría contra todo esto? Lo sé como tanta gente: porque la conozco.
Crecimos juntas, fue mi primer y único referente femenino, sé cómo piensa, también sé que hoy por hoy se sumaría a las marchas feministas, usaría pañuelo verde, declararía que Palestina debe ser libre desde el río hasta el mar y lucharía por el derecho a la ciudad.
Ella fue quien moldeó el pensamiento crítico y configuró una identidad política a miles de mujeres de mi generación de múltiples países.
Si la nostalgia le hace acudir a la muestra, reivindique la potencia política de la representación de la niña que nos dio tanto que pensar, nos motivó a actuar y a colectivamente construir; porque para que los cambios sucedan, hay que reconocer nuestro lugar en el mundo y definitivamente, Chihuahua por desigual e injusto, no es el de Mafalda.
“Esto es el acabóse”, dijo el hombre mayor.
“No exagere, sólo es el continuóse del empezóse de ustedes”, respondió ella.
Que así siga siendo.
@marielousalomé
1. Eco, U. (1969). Prólogo. Quino, Mafalda, la contestataria, (pp. 1-2). Milán: Bompiani.
2. Lima, J. A., Pereira, L. (2013). “Construcción de sentidos e identidad femenina en la postmodernidad: lo que dicen las historietas de Mafalda”. En: Antares, Letras e Humanidades, revista de la Universidade de Caxias do Sul (Brasil), volumen 5, Nº 9, enero-junio de 2013.
3. https://www.pagina12.com.ar/129488-quino-contra-la-mafalda-de-panuelo-celeste
4.https://www.elobservador.com.uy/nota/quino-dijo-que-mafalda-habria-estado-entre-los-desaparecidos-de-la-ultima-dictadura-argentina-202010189436