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Los muros del panismo en Chihuahua

Los muros del panismo en Chihuahua 9 de marzo de 2024

Leonardo Meza Jara

Chihuahua, Chih.

I.- Encerrarse, atrincherarse, construir murallas que precipitan el distanciamiento entre los edificios del poder y la exigencia de justicia. Obstruir el horizonte de la política con una cerca que se coloca en medio de la oscuridad de la noche. Cerrar los ojos. Taparse los oídos ante los reclamos de la lucha feminista. Alimentar el monólogo y el silenciamiento. Colocar una pared de acero frente a ellas, las que marchan, las que gritan, las que incendian el poder cada ocho de marzo. Distanciarse, separarse, convertir al ejercicio de gobierno en una negación de reclamos y consignas. 

Justo en medio del lugar donde se hace política en Chihuahua, se levantó en cerco que se extendió varias cuadras. Los muros colocados por los gobiernos de María Eugenia Campos y Marco Bonilla, son un encierro y un distanciamiento, un símbolo que desemboca en la negación de la política.

II.- No son los edificios rayados con grafiti, los vidrios quebrados, las ventanas que se incendian. No son los lugares públicos intervenidos por las feministas, los martillazos que retumban en las paredes del poder, las lágrimas que se convierten en furia. No son los golpes que sacuden a la sociedad chihuahuense, las consignas incendiarias, las canciones que se convierten en una bandera que no deja de alzarse. 

Son las palabras huecas de una gobernadora, que denostó a los libros de texto gratuitos sin argumento alguno. Son los oídos sordos de un presidente municipal, convertido en activista de la iglesia católica. Son los discursos religiosos escritos en las páginas de El Diario de Chihuahua los domingos, como si fueran una verdad eterna, incuestionable. La rancia política de un gobierno panista, que carga el grillete histórico de la ultraderecha chihuahuense.

III.- Cuando los modos de hacer política son el encierro y el distanciamiento, es imposible aceptar “buenos modales”. Las puertas se tocan con fuerza, los reclamos se gritan, las consignas se escriben en sitios inesperados.  

Los modos de hacer política en el siglo XXI, son una indignación que se reinventa en cada coyuntura. Que los reclamos de justicia no se aquieten. Que los golpes a los muros de metal sean un eco de las luchas que siguen. Que las consignas tomen el lugar de las cuentas de un rosario, que se pronuncie en voz alta diariamente. 

Los muros de la política se derrumban, físicamente o de manera simbólica, se derrumban. Tarde o temprano, los muros caen. Hacer política, para hacer caer los muros. Después de romper el silencio, hay que romper los gritos. Y lo que tenga que caer, que caiga…

Leonardo Meza Jara

Maestro, analista político.