Chihuahua, Chih.
La hoy multimencionada Xóchitl Gálvez no era precisamente una desconocida, ya encabezaba la mayoría de las encuestas para Jefa de Gobierno de la CdMex, pero el presidente López Obrador, sin duda un animal político como pocos, menospreció el impacto que pudiera lograr al mentir sobre la postura de la hidalguense y acusarla de que estaba en contra -y que había votado en ese sentido- de los programas del bienestar (Primer error).
Xóchitl exigió el derecho de réplica y AMLO dijo que en cuanto una autoridad así lo ordenara, lo haría.
Xóchitl se amparó, un juez le ordenó al presidente que estaba obligado a otorgarle el espacio para la réplica, se negó (Segundo error).
La senadora postulada por el PAN se paró frente a la puerta de Palacio Nacional, tocó, le exigió al presidente que cumpliera con su palabra, le pidió que “no le sacara” y el presidente la catalogó de “conservadora” y sostuvo que “lo que está haciendo es publicidad”. (Tercer error).
Ante eso, Xóchitl, y luego de que integrantes de sus círculos amistosos más cercanos y muchos en las redes -sobre todo en Twitter- insistieran en que buscara la presidencia, lanzó su video más seguido (más de 7 millones 300 personas en Twitter) en las redes y anunció que, si bien el presidente le había cerrado las puertas, la gente y ella las abrirían.
Se enloquecieron las redes sociales y Xóchitl lanzó un nuevo video en el que dice “estuvieron ching… y ching…, ahora me ayudan, sí me voy a inscribir para luchar por la presidencia”.
El lunes siguiente, ayer, el presidente la destapó (Cuarto error) como la abanderada de la oposición pues, dijo, “Tengo toda la información de que él (Claudio X. González) llevó a cabo las consultas para que los represente a este grupo, Xóchitl Gálvez… hace como 15 días a un mes, me enteré”, dijo.
“Y ¿por qué deciden a favor de la señora Xóchitl? Porque ellos suponen que, si nació en un pueblo, va a tener el apoyo del pueblo, y es en realidad parte de ellos, no del pueblo. Ella forma parte de los conservadores, desde luego no es de los de arriba, pero sí forma parte del mismo agrupamiento”. (Quinto error)
Pero un día antes, el domingo, la batería pesada de la intelectualidad “orgánica” de la 4T, los moneros Fisgón, Hernández y otros lanzaron un descomunal, salvaje, racista y misógino ataque a la hidalguense.
Como era de esperarse, en la mañanera el presidente exhibió el de Hernández (que en esta edición se aprecia), para darle sustento a sus no menos irracionales ataques en contra de la lideresa de las encuestas de los aspirantes de la oposición, cosa que logró en sólo una semana.
Pero López Obrador fue más allá, le dijo que “Es candidata de la mafia del poder. Para ser más claros es la candidata de Salinas, de Fox, Claudio X González. Es la candidata de los que quieren regresar por sus fueros, para seguir saqueando al país”.
La respuesta de Xóchitl es, probablemente, la más seria descalificación que haya recibido el presidente:
"Señor Presidente, usted dice que fulano o zutano me van a poner de candidata porque usted no puede concebir que una mujer fuerte y capaz pueda ganarse por sí misma la posición. No puede imaginar que una mujer obtenga una candidatura por méritos propios porque usted, señor Presidente, es machista.
Las únicas mujeres que usted respeta es a las que usted impone, porque a los machos como usted les asusta una mujer independiente e inteligente. En mi vida nadie me ha regalado nada y de usted solo quiero una cosa, que me respete.
Usted me va a entregar la banda presidencial y yo se la voy a recibir con una amplia sonrisa”.
Y quizá por primera vez, el presidente fue puesto a la defensiva con la acusación de machista: “No, eso sí ya calienta. ¡Qué machismo puede haber, en este gobierno federal somos como un millón 500 mil servidores públicos, la mayoría mujeres! ¿Cuándo he ofendido a una mujer? ¡Nunca!”.
La acusación de Xóchitl ha tenido un gran impacto, más si se tiene en cuenta que, muy probablemente, las luchas feministas se convirtieron en el principal movimiento de masas del sexenio de la 4T, originado, sin duda, por la oleada feminicida en el país, de la que el presidente no se hace cargo, no porque sea el responsable de ella, sino porque no la enfrentó, además de menospreciar y discriminar al movimiento feminista.
Por segunda semana consecutiva, el presidente no ha marcado la agenda política, la perdió momentáneamente frente a toda la oposición y luego la acaparó Xóchitl Gálvez.
De ese tamaño es el reto a la 4T, de ahí el furor presidencial.
*Columna de Plata-APCJ: 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023
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