Chihuahua, Chih.
Ahí vienen otra vez los candidatos
a darle vueltas a la rueda de la fortuna
Escucha el estruendo de su galope:
porras y comparsas, banderitas de colores
¡Cómo giran las torpes palomillas
en torno a las lámparas del poder!
Te salen por todos lados, asaltan
las calles, reparten promesas, tocan
puertas como los enviados de Dios
y pegan calcomanías en tu auto
¡Abran paso, perros! La Historia espera
a los ungidos de la Patria, mientras
reparte sus cartas el azar:
¡hagan su juego señores ciudadanos!
Abres el periódico, prendes la tele
y ahí están ecuánimes y sonrientes,
hablan, ¡cómo hablan! ¡Tanta saliva
tras el pinole del pueblo! ¡Candidatos.
del Pueblo, Adalides de la Nación,
Almas de Monumentos Patrios!
¡Carajo! ¡Tantas cosas van a hacer
que nadie hizo! ¡Apuesten, conciudadanos!
¡El espectáculo de las sillas despliega
la gracia feroz de sus danzas!
Sus rostros sonrientes tapan semáforos,
ensucian las paredes y enrarecen el aire
Muestran las tablas de la ley y esconden
la cola, el garrote, las uñas
El juego es nuestro; el negocio de ellos
Saborean el hueso, posan para las cámaras
y click, los retrata mejor
el caricaturista
No se sacrifiquen por mí. En serio,
no quiero que carguen conmigo
en sus espaldas
Déjenme aquí con mi mujer y mi cerveza
recuperándome del trabajo al que me obligan,
disfrutando la risa de mis hijos,
mirando en qué lugar del infinito
comienza el viento a convertirse en ave.
No me abstendré el domingo electoral,
¡toda mi pasión a las urnas!
Bajo la sombra de un joven sicomoro, retozando
con esta muchacha, que también vota,
ejerceré mis deberes y derechos ciudadanos.