Juárez tirasup
Lo que más me gusta, es gustarte

Lo que más me gusta, es gustarte 28 de marzo de 2023

Alfredo Espinosa

Chihuahua, Chih.

1.-En la mesa se socializa, en la cama se intima. Alrededor de la mesa concurren todos los asuntos mundanos: desde el amor hasta los negocios; entre platos puede serpentear la intriga y en una cuchara hacer guiños la amistad. Y cuando de poder se trata, desde la cabecera se pronuncia la ley del padre, pero por debajo de la mesa la madre lo desmadra. Aunque ya se sabe: conyugales desazones se arreglan en colchones.

2.- La mujer es una fruta sin semilla, una tierra pródiga, icono de fertilidad, objeto del deseo, símbolo de la tentación, boca de necesidad, y ofrece sus flores, sus jugos vitales, su fuente de placer, ¿qué esperas para cortar esa flor, para darle la semilla que necesita para fusionar dos almas en lo profundo?

El amor es ese momento químico y mágico en que dos sazones se fusionan y logran hacerse una en el cuerpo del otro(a) que es, a su vez, platillo de su propio disfrute y sabor. 

Cuando el amante le escribe a su amada un poema, puede verla como una flor o una estrella, pero cuando ella de espaldas le ofrece su añorada desnudez sobre las sábanas, la ve siempre como una pera o una nectarina. Puedes percibir y saborear a tu pareja como una torta, un bombón o un bizcochito, o más frecuentemente como una espléndida cornucopia que se derrama en frutos. Tú puedes ver en ella una papaya, unos melones, una guayaba, una manzana, más sabrosa entre más prohibida, y citar el poema de Manuel Bandeira y decirle:

 


Eres roja como el amor divino

Dentro de ti, en pequeñas semillas,

 palpita la vida prodigiosa

 infinitamente

  Y yaces tan sencilla

 al lado de un cuchillo

 en un cuarto pobre de hotel

 Al oír esto ella te responderá, emocionada, como la Sulamita al rey Salomón, “venga mi amado a su huerto y coma sus frutos deliciosos”. 

3.-Ciertamente, en la alcoba de los amantes, todo es signo de seducción; pero en la cocina se instrumenta el cortejo, el flirteo, la tentación…

La buena sazón se muestra en todo lo que cocine. Un paladar entrenado es el resultado de una apertura de los sentidos, fruto de las muchas y muy diversas comidas, de una depuración de la historia su alimentación.

Una mujer es capaz de dar con la sazón que otros paladares andan buscando. Ella prueba la lengua del amado para detectar con precisión la sazón que busca probar esa lengua. Quien cocina gusta gustar.

¿Y qué es el gusto? Es la excelsa función de la lengua que gusta y degusta, paladea y saborea; es un atrevimiento, una pequeña transgresión para disfrutar algo que te lo mereces, te das un pequeño gusto; es una cualidad estética en la que se expresa toda tu capacidad para seducir que te permite darte al gusto de gustarle a otro con tu mejor presentación.

La comida se prepara, se condimenta, se sazona, para gustar y ser degustada con la misma devoción que una persona, sobretodo las mujeres, mientras se preparan para el encuentro con la pareja, se bañan, se encreman, se perfuman, se ponen lipstick para ofrecer una manzana púrpura a los besos, y se visten con apenas ropas sugerentes. Lo que has estado cocinado en las fraguas de tu fantasía, deseas presentarlo en un platillo elegante pero atravesado por una sutil ráfaga selvática de los que se desprenden aromas que no podrás resistir.

Lo que quieres para ti, lo quieres para el otro.

 4.-Se llega al corazón por el atajo del estómago, y para que todo acto en la cocina se realice sin contratiempos y haga el milagro de retener al amado al lado de un buen plato y de quien lo prepara, existen ritos y rezos a través de los cuales se convoca a las deidades. No hay nada mejor que decir en voz alta estos versos para que la leña se encienda bien: 

San Pascualito Bailón,

 báilame en este fogón.

 Yo te pongo un milagrito

 y tú ponme la sazón.

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*Publicado en El Diario, 26 de marzo de 2023