Juárez tirasup
Lo que deja, lo que trae

Lo que deja, lo que trae 1 de enero de 2022

Gerardo Arturo Limón Domínguez

Chihuahua, Chih.

Solo cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo limitado en la tierra, y que no tenemos manera de saber cuándo se acaba nuestro tiempo, entonces comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera el único que tenemos. Elisabeth Kubler-Ross

NUESTRA DESPEDIDA…

Esta semana la muerte ha tomado su parte y ha sembrado en nuestra memoria- ya como recuerdo- a seres que aprendimos a estimar y vemos partir con dolor, de los diversos espacios en que la comunicación nos permite disfrutar y las relaciones hoy se dan , ya sea por vía de trato   de manera directa o vìa Facebook o Whatsapp ahora distancia, solo en esta semaa he sabido de 5 personas fallecidas en diverso escenarios por malestares de enfermedad.

Así las cosas, es claro que el 2021 hasta donde culmina,  nos ha dado el sentir de sufrir la perdida de mucho buenos amigos a todos ellos decimos hasta pronto, y de ellos hoy quiero recordar especialmente a un hombre noble y bondadoso, tan bondadoso y noble que entre el legado de vida que nos dejó, por via de la paternidad, nos permitió conocer a su hijo, mi apreciado amigo y editor Aarón Castañón, a quien envió mi fraterno abrazo solidario por la sensible pérdida en días pasados de su señor padre, Don José Castañón García por quien rogamos la paz .    

De igual manera despedimos en las últimas horas del año que recién ha concluido a Bertha Limón Fabián  parte de la familia sanguínea a distancia fallecida y en  la proximidad,  a un hombre también apreciado el señor Ramiro Pérez Campos su familia que somos todos va nuestro abrazo y solidaridad, deseando pronta aceptación de este tiempo que nos trae esta Pandemia que algunos dicen se hará Endemia, lo veremos al tiempo.  G. A. L. D.

LO QUE DEJA

Este 2021 se va despidió a nivel planetario en el Hemisferio Norte con temperaturas por encima de lo normal para esta época en la península Ibérica señalan los comentarista se ha dado el  colofón a un año de eventos meteorológicos extremos y extraordinarios. También ha sido el año en el que la ciencia ha dejado claro que el ser humano tiene un problema –generado por él mismo– y que se llama crisis climática. Y ha sido el año en el que los Gobiernos admitieron claramente que los planes que tienen sobre la mesa no permitirán que el calentamiento se quede dentro de los márgenes de seguridad.

Calor extremo De Norteamérica a China pasando por Centroeuropa, el verano en el hemisferio norte estuvo repleto de eventos extremos en forma de olas de calor, incendios colosales e inundaciones devastadoras. El clima extremo desafiaba al mundo, y sus efectos se notaban en la pérdida de permafrost en Siberia, en los tremendos incendios de la costa Oeste de EE UU o en el aumento de las temperaturas en España.

A principios de agosto, mientras se sucedían esos fenómenos, se difundió el gran informe científico sobre el cambio climático que elabora el IPCC, el panel de expertos que lleva más de tres décadas sentando las bases sobre el conocimiento del calentamiento global. La conclusión principal fue que es “inequívoco” que el ser humano “ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra”. Además, “la actividad humana está haciendo los fenómenos climáticos extremos (olas de calor, sequías, precipitación intensa) más frecuentes y graves.

INTERVENCION HUMANA

Es bien difícil hacer comprender a los humanos su actuar absurdo y su corresponsabilidad en este calentamiento climático para ello acudiré a;  El Club de Roma,  una Organización no gubernamental,   fundada en esa ciudad el año 1968, por un pequeño grupo de personas entre las que había científicos y políticos   

Sus miembros buscan mejorar el futuro del mundo a largo plazo de manera interdisciplinar y holística.

El Club de Roma encargó el informe Los límites al Crecimiento al Instituto Tecnológico de Massachusetts MIT poco antes de la primera crisis del petróleo  cumpliendo justamente este año 50 años de su publicación en 1972.

Desde que se generó el Club de Roma algunos la consideran como una de las instituciones paradigmáticas del neomaltusianismo ya que desde la segunda guerra mundial —tanto en la época de la explosión demográfica como durante la guerra fria y el desarrollo de políticas poblacionales geoestratégicas por Estados Unidos—, se consideraba un problema grave el  de los países comunistas ( URSS y China ) de sus satélites y, por tanto, se establecía la necesidad de frenarlo.”

Así las cosas, estamos en la antesala de un 2022 que arranca bajo al interrogante de ¿QUÈ SOBREVENDRA?

Difícilmente en este escenario de PANDEMIA ENDEMIA alguien tiene la respuesta, por eso aquí  planteo una revisión/reflexión, como siempre doy a ustedes amables lectores la potestad de saber de qué manera hemos de actuar leamos para ello el  cuento de Tolstoi: La estufa grande. 

“Un hombre tenía una espaciosa casa en la que había una gran estufa; no obstante, la familia de ese hombre no era numerosa: sólo su mujer y él. Cuando llegó el invierno el hombre empezó a encender la estufa y al cabo de un mes ya había quemado toda la leña. Ya no tenía nada que quemar, y hacía frío.

Entonces el hombre se puso a arrancar la cerca del patio, y alimentaba la estufa con esa madera. Cuando quemó toda la cerca, en la casa, que ya no tenía ningún amparo contra el viento, hizo aún más frío, y ya no había nada que quemar.

Entonces se subió arriba, arrancó el tejado y empezó a encender la estufa con esa madera; en la casa hizo más frío aún, y también la leña del tejado se acabó. Entonces el hombre empezó a desmontar el techo de la casa para alimentar la estufa. Un vecino vio lo que estaba haciendo y le dijo: «Pero ¿qué haces, vecino? ¿Te has vuelto loco? ¡Quitar el techo en pleno invierno! ¡Si lo haces os congelaréis los dos!». Pero el hombre dijo: «No, amigo: estoy quitando el techo para encender la estufa. Tenemos una estufa que, cuanta más madera consume, más frío hace». El vecino se echó a reír y dijo: «Bueno, y cuando hayas quemado el techo, ¿derribarás la casa? Entonces ya no tendrás dónde vivir y sólo te quedará la estufa, que estará fría».

«Ésa es mi desgracia –dijo el hombre–. Todos los vecinos tienen leña suficiente para todo el invierno; yo, en cambio, he quemado la cerca y la mitad de la casa y ni siquiera eso ha bastado.» El vecino dijo: «Lo único que tienes que hacer es reformar la estufa». Pero el hombre dijo: «Sé que tienes envidia de mi casa y de mi estufa porque son más grandes que las tuyas; por eso me aconsejas que no rompa nada». No escuchó a su vecino y quemó el techo y luego la casa; y después se fue a vivir entre extraños”

EXHORTO

Es hora de actuar modificando conductas, antes de que sea demasiado tarde,  si nos asumimos como el hombre dueño de esa ESTUFA GRANDE INSACIABLE, hagámoslo con  fuerza y resiliencia en este 2022, que nace y esperamos nos deje vivir con felicidad en él.