Las secuelas de la violencia

Las secuelas de la violencia 19 de enero de 2022

Ethan Tejón Herrera

Chihuahua, Chih.

Ciudad Juárez, Chih.- Tras la estela de caos y de violencia registrada en la frontera el pasado jueves; quedó claro nuevamente que la disminución de la violencia y de los actos delictivos se trataba de una mera ilusión.

Nuevamente se repiten en nuestra entidad hechos violentos muy similares a los acontecidos durante el periodo comprendido entre 2009 y 2012.

Las masacres en bares y centros nocturnos, las extorsiones, los incendios provocados y el terror de sucumbir ante la espiral violenta nuevamente afectan a la ciudadanía, sin que nadie pueda hacer algo para detenerla.

Recientemente la gobernadora Campos Galván anunció la implementación del llamado operativo “Juntos por Juárez” en el cual se buscará combatir al crimen organizado.

La respuesta de la funcionaria pública de primer nivel es combatir a los generadores de violencia con “toda la fuerza del Estado”.

Sin embargo, en los hechos y en las administraciones anteriores no ha resultado ser suficiente.

La degradación y la descomposición social de la sociedad mexicana, con la corrupción y el narcotráfico a la cabeza, continúan siendo el “talón de Aquiles” para cualquier estrategia que busque cortar de tajo con la cabeza de aquella hidra.

Sin embargo, tales cabezas continuarán multiplicándose una vez sean arrancadas de una por una.

El patrullaje terrestre y aéreo, así como el despliegue policial y las tareas de vigilancia son una estrategia conjunta, que quizá sólo ayude a recrudecer la respuesta criminal.

Pero al menos es mejor que no hacer nada, sin embargo estrategas en seguridad y políticas públicas han recomendado utilizar elementos policiales locales, así como crear una mayor cantidad de espacios recreativos.

Además de fomentar la participación ciudadana, escolarizar a la población y generar mayores oportunidades tanto sociales como económicas.

Además de mejorar los servicios básicos y apoyar a la juventud con apoyos económicos en base a su rendimiento escolar.

Sin duda que combatir al crimen es mejor que dejarlo crecer, pero a su vez, el combatir las causas superficiales y no las de origen continuará multiplicando el problema.

El crimen organizado ha capturado nuestra vida pública y la de la juventud de nuestro país, las balas no ayudarán a recuperarlo.

Aquellas son las secuelas de la violencia en nuestro país y en nuestro estado.