Con el avance de los resultados publicados por los PREP’s de las elecciones realizadas ayer, que seguramente serán los definitivos, con excepción de los que deberán esperar hasta el cómputo oficial, por lo cerrado de las contiendas en no pocos distritos y municipios, además del cierre de película de la elección de gobernador de Coahuila, podemos asentar que el PRI va adelante en dos de las elecciones, Coahuila y Estado de México, y que la alianza PAN-PRD triunfó en Nayarit, además de consolidarse como la fuerza hegemónica en Veracruz al ganar 113 de los 212 municipios.
En el Edo Mex, con el 97% de las casillas capturadas, Alfredo del Mazo obtiene el 33.71% (1,829,226 votos), frente al 30.81% (1,695,702 votos) de Delfina Gómez. En esta entidad se presentó la menor participación, apenas por encima de la mitad del padrón electoral (52.5%)
En Coahuila, el priista Miguel Riquelme con el 38.25% (335,099 votos) gana la elección, por ahora, frente al 36.84% (322,539 votos) del panista, Guillermo Anaya, una diferencia de apenas 13 mil votos; Armando Guadiana, de Morena, el 12% (105,675 votos).
Votaron 6 de cada 10 electores inscritos en el padrón electoral.
Pero debemos asentar que sólo se ha recibido el 85.5% de las casillas, el faltante de ellas sí podría modificar el resultado final. Habrá que esperar el cómputo del miércoles, pues se habla, ya, de múltiples “inconsisitencias” en las actas faltantes.
En Nayarit, con el 90% de las casillas capturadas en el PREP, la coalición de PAN, PRD, PT y PRS (partido local con más de 25 años de existencia) ganó al obtener el 38.63% de la votación (169,870 votos), por el 27.06% del priista Humberto Cota (119,000 votos).
Ahí mismo, el ex priista Miguel Angel Navarro Quintero, postulado por Morena, obtuvo el 12% de la votación (52,441 votos).
En Nayarit votó el 62.19% del padrón electoral.
Primera conclusión, los triunfos de los candidatos del PRI obedecen a que en las últimas dos décadas, ha efectuado alianzas con el PVEM y el Panal y más recientemente con el PES, el partido de cristianos, formado al calor del Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong.
Sin esas alianzas no se explicaría el triunfo de Peña Nieto a la presidencial en 2012, ni los triunfos de ahora. Sus aliados mexiquenses seguramente le aportaron alrededor del 6-7% de la votación, es decir, que el PRI habrá obtenido alrededor del 27% de la votación, lo que lo coloca abajo de Morena.
Igual ocurrió en Coahuila, sin sus aliados estaríamos contando en estos momentos una derrota priista.
Luego, ante el crecimiento del porcentaje de ciudadanos que no se identifican con partido alguno, la concreción de alianzas es uno de los más importantes factores pues en Nayarit la alianza PAN-PRD, ya realizada con anterioridad, precisamente con el padre del virtual ganador, del mismo nombre, les había dado un primer triunfo en la gubernatura a principios del presente siglo.
Por otra parte, el inesperado crecimiento del perredista Juan Zepeda, que se le puede catalogar como la falta de unidad en este segmento político, pero que más bien se podría ubicar, dados los antecedentes del presente sexenio, en el mejor servicio que la actual dirigencia perredista le ha dado al gobierno de Peña Nieto ya que cumplieron con creces la tarea: Combatir con denuedo a López Obrador, impedir el triunfo de Morena y lanzar la falsa idea de que el PRD puede ser una opción para el 2018.
No son pocos los ciudadanos que, ante una alianza PRD-Morena, habrían optado por ella hubiesen alcanzado casi la mitad de los votos (47-48%).
Otra de las lecturas importantes en el rumbo de las elecciones presidenciales, es la derrota del presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, al empecinarse en postular a Josefina Vázquez Mota en el Edomex y mandar a su partido ¡Al 4o. lugar de la votación en el estratégico padrón electoral el más grande del país, a un año de las elecciones presidenciales!
Se lo cobrarán caro en el PAN.
Una más, se rompe con la polarización electoral en las elecciones estatales, existente desde principios de los 80’s, pues en las tres elecciones del domingo aparecen candidatos con cifras superiores al 10% de la votación, cosa que antes no ocurría en la elección de las gubernaturas, la votación se polarizaba solamente entre dos de los contendientes y los demás no llegaban al 5% de la votación.
Así, en el Edomex el perredista Zepeda y la panista Vázquez Mota superan ese porcentaje y en Coahuila y Nayarit los candidatos de Morena también lo hacen.
Más. Morena alcanza el 30% de la votación en el Edomex y se apresta a convertirse en el más adelantado de los partidos para las presidenciales pues en Veracruz, a pesar de obtener solamente el 17% de la votación, consolida su votación en la mayoría de los centros urbanos.
Ahí, en donde sólo hubo elecciones municipales, el PAN y PRI concretaron triunfos gracias a sus respectivas coaliciones.
En tanto PRI-Verde obtuvo el 18% de la votación y 35 municipios, la del PAN-PRD ganó en 113 municipios con el 32.7% de la votación.
Por su parte, Morena alcanzó el 17.3% de la votación y el triunfo en 17 municipios, pero ganó en Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica y la capital, Jalapa.
Debemos anotar, además, que quedó en el segundo lugar en el puerto de Veracruz, por detrás de PAN-PRD, coalición que también triunfa en Boca del Río y Córdoba. En esta ciudad los candidatos del PAN superaron apenas cerca de dos mil votos a Morena, en tanto que Orizaba será gobernada por un priista.
Son las primeras lecturas de las elecciones de ayer, pero todas ellas nos llevan a la conclusión: Serán muy importantes, determinarán una buena parte de los resultados de la elección presidencial.
La novedad, por lejos más allá de una simple sorpresa: La caída del PAN en el Estado de México, tal catástrofe no la supera la victoria nayarita, ni la competida elección coahuilense, en tierra mexiquense votaron casi 5 millones 600 mil ciudadanos.
Son un mundo de votos…