Chihuahua, Chih.
Aún desconociendo el desenlace del Consejo Nacional Extraordinario de Morena que habría de celebrase ayer en CDMX, lo que subyace en ese evento partidario es la pugna por el control de este partido, que se ha convertido en un pleito “entre viejas de vecindad”; que ha evidenciado los eternos enconos de la ‘izquierda’ mexicana.
Ante la posibilidad de convertirse en presidenta de Morena, tanto Yeidckol Polevnsky como Bertha Luján, han generado un conflicto que ha rebasado las más elementales ‘reglas de urbanidad’ política; al extremo de que los grupos internos que promueven a ambas féminas, han saboteado no solo su actividad partidaria, sino además, ha acrecentado su encono recíproco.
Así, por ejemplo, la decisión de la Sala Superior del TEPJF (SS) de anular el procedimiento interno de selección de dirigentes en todo el país, prolongó por más tiempo los cargos directivos; permitiendo que Yeidckol continúe como Secretaria General en funciones de presidenta. Cargo que ostenta desde que López Obrador ganó la elección en 2018.
Recordemos que la SS anuló el proceso interno de renovación de dirigentes partidarios, porque “el padrón usado en el proceso electivo carece de certeza y no es confiable”; y ni siquiera se han expedido credenciales a los militantes.
En esas condiciones, la presidenta del Consejo Nacional de Morena, Berta Luján, optó por convocar a un Congreso Nacional extraordinario, en cuyos puntos del orden del día está aprobar si Yeidckol Polevnsky continúa o no al frente de la presidencia interina del partido; así como para aprobar el método para elegir al nuevo dirigente nacional.
En esta guerra de ‘dimes y diretes’, Yeidckol ha sido insistente en alegar la ilegalidad de la Convocatoria, porque según ella, Morena no ha dado cumplimiento a la sentencia de anulación de la SS porque aún no se actualizado el padrón, ni tampoco se han expedido las credenciales a los militantes.
Por su parte, Bertha declaró que “la convocatoria no viola ningún aspecto de los estatutos, pues se apega a la aprobación del plazo para que el CEN de Morena cumpla con la Sala Superior”. Y de manera temeraria, expresó su confianza “en que esta convocatoria no será impugnada y que en el Consejo Nacional Extraordinario se logre el quórum… éste o no presente la Secretaria General en funciones”.
La verdad de las cosas, es que los Estatutos de Morena están plagados de varios preceptos inconstitucionales y/o inconvencionales, que nos resulta increíble que el Consejo General de INE los hubiese aprobado tal y como están redactados. Lo anterior, ha provocado un alud de impugnaciones en contra de las resoluciones dictadas por la Comisión de Honestidad y Justicia.
Por su parte, Bertha Luján no se queda atrás: convocó a una protesta nacional en contra de la decisión de la SS de anular el proceso interno porque “vulnera la Constitución y los derechos partidarios de los morenistas”, y advirtió que se investigaría el patrimonio de los magistrados.
Y en un arranque de cólera, expresó: “La lucha no termina aquí… (esto) debe ser un llamado de atención la militancia para que vean lo que ocurre cuando ponemos en manos de estos traidores, porque son unos traidores a la democracia, son unos traidores a la 4T, son unos traidores a la patria”.
Pero cuando Bertha se enoja, salpica injurias ante quienes le siguen la contra: también acusó al senador Ricardo Monreal, “de estar detrás de la resolución de la SS. “exigimos que Ricardo Monreal saque las manos del TEPJF, exigimos juicio político a los magistrados, son conocidos públicamente por avalar el fraude electoral”.
Así las cosas, algunos destacados militantes de Morena, entre ellos, la propia Yeidckol Polevnsky y Mario Delgado dudan de que el Congreso se celebre por falta de quórum. Otros afirman que este Congreso Nacional ‘patito’ va al fracaso, “va a la ilegalidad y va a profundizar la crisis en la que su irresponsabilidad política nos tiene al borde del abismo”.
Hagan sus apuestas, señores…