Chihuahua, Chih.
“Cesa de definirte: concédete todas las posibilidades de ser,
cambia de caminos cuantas veces te sea necesario. “
Jodorowsky
Giddens es considerado el teórico social más importante de su generación, ha contribuido en gran medida al debate y la renovación de las ideas políticas y ha ejercido asimismo una influencia decisiva en escritores y profesores de Teoría Social de todo el mundo, fundamentalmente con su Teoría de la Estructuración, que consiste en comprender la relación entre los individuos y las condiciones que los rodean.
En el marco del proceso de transformación mundial abierto tras la caída del muro de Berlín y el derrumbe del socialismo, Giddens propuso la renovación de la socialdemocracia en aras de renovarla en el marco de la globalización y para responder a la ola neoconservadora. La Tercera Vía, “es un intento por trascender tanto la socialdemocracia a la antigua como el neoliberalismo.” Anthony Giddens, La tercera vía. La renovación de la socialdemocracia, Taurus, 1998, p. 38.
Su propuesta removió los cimientos del Partido Laborista británico y ha provocado el mayor debate ideológico que ha conocido la izquierda europea desde la caída del muro de Berlín, en 1989. La ideología socialdemócrata desarrollada en el libro: La Tercera Vía, ha sido fundamental para que el Partido Laborista permanezca en el poder en Reino Unido.
Para Giddens, el desarrollo de la Tercera Vía en la política moderna no es sólo una posibilidad sino una necesidad, y representa le renovación de la socialdemocracia en un mundo en que las ideas de la vieja izquierda han quedado obsoletas, mientras las de la nueva derecha son inadecuadas y contradictorias.
En consecuencia, afirma que es necesario construir un Estado de Bienestar que ha de satisfacer criterios de justicia social, pero también tiene que reconocer e incorporar una elección activa de estilo de vida, integrarse en estrategias ecológicas y responder a nuevos escenarios de riesgo.
Lejos de considerar que la globalización ha conllevado el derrumbamiento del Estado-nación. Giddens afirma que los Estados continúan siendo más fuertes que las corporaciones u otras organizaciones no gubernamentales. Las naciones controlan el acceso a la ley, al territorio y a las fuerzas armadas.
Asimismo, este intelectual propone la renovación de la sociedad civil, es decir, debe existir la asociación de gobierno con la sociedad civil y renovación de la comunidad mediante el aprovechamiento de la iniciativa local.
Aunque son numerosos los ejemplos contemporáneos de líderes y movimientos políticos que han declarado su afinidad con una “tercera vía” distinta a los paradigmas económicos y políticos dominantes, el concepto entró en boga con el fin de la Guerra Fría, la disolución de la Unión Soviética y la aceleración de la globalización, y fue popularizado por los “nuevos demócratas” y el “nuevo laborismo”, liderados por Clinton en Estados Unidos y Blair en Inglaterra, respectivamente.
En estos y otros países, tanto europeos como no europeos, resultaba políticamente atractiva una fórmula “intermedia” que reconciliara valores sociales progresistas con elementos extraídos del conservadurismo, entre ellos la economía de mercado y el individualismo.
En un libro del mismo nombre, el sociólogo británico Anthony Giddens dio sustento teórico a la Tercera Vía al argumentar que en un mundo caracterizado por cambios económicos, sociales, políticos y ecológicos profundos, la democracia social, de querer sobrevivir, requeriría de estrategias distintas. En especial, el autor argumentó que la restauración del ámbito público y de los bienes públicos exigía una combinación de políticas asociadas históricamente con la izquierda y la derecha, entre ellas un Estado garantista más que proveedor, un mercado autónomo pero amoldado a los objetivos públicos y una sociedad civil independiente y pujante.
La Tercera Vía buscó así desmarcarse de la socialdemocracia tradicional al plantear un camino “pragmático” que reconciliara objetivos antagónicos tales como la justicia social y la efectividad económica.
No obstante, sus críticos han señalado que al aceptar al neoliberalismo como forma hegemónica de organización económica ésta se limitó a proponer correctivos mínimos sin buscar la transformación del orden existente.
Si se entiende el neoliberalismo —siguiendo al teórico social David Harvey— como una forma de racionalidad política que ordena no sólo la economía, sino todas las esferas de la actividad humana, puede afirmarse incluso que la Tercera Vía participó en su reingeniería al poner a su servicio ideas progresistas tales como la igualdad, equidad, inclusión y comunidad, y al abandonar la preocupación central de la socialdemocracia por los efectos dañinos del capitalismo.
Al ignorar la crisis actual de la democracia liberal, evidenciada en la ola de manifestaciones ciudadanas que se han visto alrededor del mundo, la Tercera Vía corre el riesgo adicional de ser obsoleta, además de statuquoista.
En la medida en que no siente una posición crítica frente a la democracia, el Estado y la globalización, desentona con las reivindicaciones sociales del momento, y con formas de hacer política más abiertas y menos jerarquizadas que las suyas.
En lugar de su relanzamiento, como pretende el presidente Santos, lo único que plantea esta versión de la Tercera Vía es la necesidad de crear otra distinta.
Salud y larga vida y luchar para vivir.
@profesor_F