Chihuahua, Chih.
¡Haz lo que sientes y no lo que te imponen!
¡Si no te dejan caminar...brinca!
Jodorowsky
Estamos ante hechos que pueden afectar a los países del mundo, las redes sociales inundadas de tendencias como Guerra Mundial 3, WWIII, Irán, Irak, Donald Trump, Nostradamus, y demás hashtags dignos de la receta del caos.
Dejando atrás los memes sobre si nos sorprendió el 2020 con el fin del mundo y la reina Isabel, resulta que el mandatario norteamericano, Donald Trump, dio la orden para bombardear la ubicación de Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds o Cuerpos de la Guardia Revolución Islámica, terminando con su vida y supuestamente con sus planes de atacar diplomáticos y miembros del servicio exterior estadunidense en Irak.
Como era de esperarse, no tardaron en surgir las amenazas de venganza, principalmente por parte del Líder Supremo de la República Islámica de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, quien aseguró que los devotos de la guerra santa cobrarán venganza por la muerte del general Soleimani, pero ¿En verdad estamos frente a un conflicto de gran escala en Oriente Medio? ¿Una estrategia para una posible reelección de Trump? Analicemos el contexto más reciente.
Antes de terminar el año, tropas norteamericanas fueron víctimas de un ataque con cohete por parte de fuerzas proiraní, ahí murió un ciudadano estadunidense, por lo que, obviamente, las represalias llegaron poco después contra instalaciones de las denominadas Brigadas de Hezbollah, eliminando a más de 20 efectivos. Así, para comenzar el año, nuevamente las fuerzas militares proiraní perpetraron ataques contra le embajada norteamericana en Bagdad, colmando la paciencia de Trump, quien, si algo le hemos aprendido es que no bromea cuando promete venganza.
Se puede decir que la venganza de Donald Trump fue tajante al acabar con quien se presume controla la política iraní en varios frentes, siendo reconocido como el segundo hombre más poderoso de Irán, aunque, vale la pena subrayar, que el ataque se perpetró en Irak, manteniendo el respeto al territorio iraní para evitar precisamente la escalada de tensión en esa región, al menos no dándoles el pretexto perfecto para ello.
En conclusión, para hablar de una Tercera Guerra Mundial, invariablemente tendríamos que considerar a otra gran potencia en la ecuación, en este caso Rusia, que si bien ya condenó los ataques, difícilmente busca formar parte del conflicto, sencillamente porque no es negocio para ellos establecer una guerra con otra potencia, por defender un régimen en decadencia. Está de más decir que Irán no está en posición de enfrentar a Estados Unidos, menos bajo el mando de Donald Trump, quien, sabe de su poder y no duda en usarlo.
Esperemos que se mantenga la prudencia, aunque no sea virtud de Trump o de los líderes religiosos en esas regiones. Al tiempo.
Salud y larga vida.
Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho de la UACH
@profesor_F