Chihuahua, Chih.
I.- En varias ocasiones, Andrés Manuel López Obrador ha descalificado a las organizaciones campesinas de Chihuahua y de México, planteando que lo que buscan son dinero y prebendas.
Pero no proporciona datos concretos sobre estas prácticas, no da nombres, fechas, ni detalles sobre la manera en que se han entregado recursos a organizaciones campesinas, sindicales, políticas, etc.
En una entrevista reciente, el diputado Eraclio Rodríguez refiere que desde hace 15 años no hay entregas directas de dinero a los dirigentes ni a las organizaciones campesinas. Desde el gobierno de Fox, los apoyos se dan personalmente a los campesinos, mediante depósitos bancarios.
Según Rodríguez, estos apoyos están “bancarizados” y se entregan directamente a los productores del campo. (Entrevista al diputado Eraclio Rodríguez, en el noticiero de la XELP de las 2:00 p.m., en Cuauhtémoc, Chihuahua, 2 de julio de 2020).
Desde hace años en México, las luchas políticas sectoriales tienen como eje al presupuesto federal. En el caso de los campesinos, los desencuentros con la 4T tienen que ver con maltratos que se traducen en un menor presupuesto para este sector.
El “Yako” Rodríguez menciona en esta entrevista, que el gobierno de López Obrador ha incumplido dos acuerdos con los productores del campo:
- Para el ejercicio presupuestal de 2019, se acordó una incorporación de 25 mil millones de pesos para este sector. Pero este acuerdo quedó a la deriva.
- Para el 2020, se acordó una incorporación presupuestal de 4 mil millones de pesos. Este segundo acuerdo tampoco se cumplió.
Recientemente, desde la Presidencia se notificó a los diputados que no se estarían aplicando los 4 mil millones de pesos adicionales para el campo en México en el ejercicio presupuestal del 2020.
Las decisiones y el manejo del presupuesto están centralizadas en el poder ejecutivo, y se dejan a un lado los acuerdos que se toman al interior del poder legislativo.
En la salida del “Yako” Rodríguez de la bancada de Morena y su incorporación al PT, hay un reclamo enfático sobre las maneras de hacer política, que están centralizadas en la figura del presidente.
A su vez, Rodríguez señala la actitud soberbia del coordinador de la bancada de Morena en el Congreso, Mario Delgado, quien se ha encargado de hacer acuerdos que incumple y quien se ocupa también de dilatar y detener un conjunto de iniciativas de reforma que han sido presentados por Eraclio Rodríguez y por otros diputados más, que también se estarían separando de Morena en corto tiempo.
La adhesión de “Yako” Rodríguez al PT en la Cámara de Diputados, busca un respaldo para apuntalar los intereses del sector campesino y desbloquear de esta forma el trabajo legislativo. Se pretende la formación de un grupo de diputados que pueda funcionar como plataforma al interior del Congreso, para posicionar los asuntos del campo en la agenda nacional.
II.- Cada año los diferentes sectores del país (campesinos, universidades, sindicatos, organizaciones no gubernamentales, etc.) pelean por pedazos del presupuesto federal.
El corporativismo en México, la manera de obtener beneficios económicos o de otra naturaleza, pasan obligadamente por las luchas presupuestales en el Congreso durante los meses de noviembre y diciembre.
Las luchas corporativas por el presupuesto federal, se traducen en beneficios que son administrados por los líderes de las organizaciones mediante negociaciones de alto nivel. La misma izquierda ha cultivado el corporativismo y lo ha usado como impulso de la protesta social, como forma para generar presión política, como mecanismo de captura de votos, y desde luego, como puenteo para la obtención de beneficios sectoriales.
El corporativismo es ancestral en México y es uno de los sostenes de la vida política y la paz social. De manera frontal, la 4T ha comenzado, no un desmantelamiento del corporativismo, sino un conjunto de jugadas para limitarlo y disminuirlo. A la vez que la 4T limita y disminuye el corporativismo, se da lugar a una política alterna: el clientelismo de los apoyos de la Secretaría de Bienestar.
Lo que tiene lugar es un desplazamiento político, en el que estratégicamente el clientelismo de la Secretaría de Bienestar pretende tomar el lugar del corporativismo.
Este desplazamiento tiene colocada la mira en el proceso electoral del 2021 y resulta crucial para Morena. Desde luego que este desplazamiento tiene que ver con la manera en que se maneja y distribuye el presupuesto. Se le retiran apoyos al campo y otros sectores, para aumentar las bolsas de dinero que se entregan mediante la Secretaría del Bienestar.
En el estado de Chihuahua, la salida del diputado Eraclio Rodríguez de la bancada de Morena queda inscrita en la doble jugada que se ha referido.
Por un lado, la retirada del “Yako” Rodríguez de la bancada de Morena, es uno de los efectos de la limitación del corporativismo por parte de la 4T, que funciona a partir de limitaciones presupuestales para el campo y otros sectores.
Por otro lado, quien administra las bolsas de dinero de los apoyos de la Secretaría del bienestar en Chihuahua, que operan bajo una lógica clientelar, es Juan Carlos Loera.
A su vez, Loera se ha encargado de administrar las confrontaciones y las rupturas de la 4T con el sector campesino en Chihuahua. El representante de López Obrador en Chihuahua ha jugado un doble papel. Con una mano administra los apoyos de la Secretaría del Bienestar, y con la otra sujeta el garrote con el que limita, amedrenta y descalifica a los sectores campesinos en Chihuahua, tal como sucedió en Ojinaga hace algunas semanas.
En el fondo, la proyección de Juan Carlos Loera como candidato a la gubernatura por Morena, deja ver la proyección de la estructura política de los apoyos de la Secretaría de Bienestar como mecanismo de captura del voto.
Aunque no tengan lugar formas directas de solicitud y/o de presión sobre el voto entre los beneficiarios de estos apoyos, de manera implícita estarán actuando mecanismos para conducir el voto a favor de Morena.
Estamos hablando de una maquinaria clientelar que puede ser más o menos abierta y visible, más o menos cerrada y escondida, en las formas de atraer y capturar el voto. De cualquier forma, hay una inercia clientelar que tiene su base en la mediación de los apoyos entregados por la Secretaría de Bienestar.
¿Qué tan funcional será la estrategia electoral de Morena en Chihuahua a partir de este doble mecanismo, que ha dado lugar a una ruptura con las bases campesinas de este partido, y que paralelamente genera una estructura clientelar que está en proceso de formación?
Eso está por verse. Junto con el “Yako” Rodríguez, Morena pierde sus bases campesinas en Chihuahua. Eso es obvio. Los beneficios electorales que Morena puede, o no puede obtener, con los mecanismos clientelares que se otorgan mediante la Secretaría de Bienestar, son todavía un experimento. No se conocen sus alcances concretos.
Tal parece que se les apuesta demasiado a los posibles beneficios del mecanismo clientelar basado en los apoyos entregados por la Secretaría de Bienestar, y a la presencia mediática y política de la figura de López Obrador.
Tal parece que se están subestimando los efectos negativos que puede traer para Morena en Chihuahua, las jugadas que buscan acotar el corporativismo campesino en Chihuahua. Esto último, se puede convertir en el lastre de la derrota electoral de Morena en el 2021.