Chihuahua, Chih.
Ni el destape de los precandidatos a la senadurías por ambos bloques, ni los respectivos arranques de las precampañas, que deberán concluir el próximo 18 de enero, (es decir, apenas 12 días de proselitismo), le hicieron sombra al hecho más notorio de la gira de la aspirante morenista, Claudia Sheinbaum, que la aparición de Javier Corral en su equipo y el más que cálido tratamiento otorgado por ésta.
Seguramente que los estrategas de la ex jefa de gobierno han efectuado una muy distinta lectura a la que, suponemos, la mayoría de los chihuahuenses interesados en los avatares políticos hacemos, esto es, que el ex gobernador Corral poco le podrá aportar, en votos, porque para eso se suma a los actores políticos en las campañas, ya luego se verá, de ganar, quien se integrará al equipo gobernante.
Porque si piensan que el voto corralista le quitaría votos al panismo, hay suficientes razones que nos llevan a afirmar que no será así; si, por otra parte, pretendieran que el ex gobernador pudiese atraer al grupo de analistas y académicos que impulsaron a Corral a la candidatura al gobierno de Chihuahua en 2016, hay malas noticias para ellos, pues prácticamente todos (Alvarez Icaza, Guadalupe Acosta Naranjo, Fernando Belaunzarán, Ricardo Raphael, entre otros) se integraron a la precandidata de la oposición, Xóchitl Gálvez.
Otros que lo apoyaron en 2016, como Alejandro Encinas, se mantuvo en Morena y hoy forma parte del equipo de Claudia, cosa que ocurrió y llevó hasta las últimas consecuencias, quien había sido el líder estatal de Morena, Víctor Quintana.
La presencia de Encinas, así como la de Alfonso Ramírez Cuéllar -el ex dirigente de El Barzón- en las cercanías de Claudia pudieran explicar la aparición de Corral en el equipo que, se supone, llevará al cabo los actos de acercamiento de la precandidata con sectores de la sociedad.
A su vez, la presencia de Quintana seguramente es el factor que le permitirá a otros actores, como el ex diputado Miguel Colunga, intentar repetir en la legislatura.
Pero, sobre todo lo anterior, incluso por encima del muy concurrido acto celebrado en Cuauhtémoc en torno a la precandidata, la aparición del ex gobernador Corral constituyó el acto más celebrado en su visita.
Lo es, porque sin duda es el más emblemático de lo que ahora es y hace la mayoría de la clase política: No importan el color, ni los antecedentes, ni lo que se haya afirmado en el pasado; ni las causas enarboladas; nada importa, lo único trascendente es sumarse al proyecto presuntamente ganador.
La incongruencia es el signo revelador de quienes se dedican a la política en México… y en Chihuahua, y en ello el ex gobernador lleva la mano.
Ningún gobernador, de los tiempos en que se desempeñaba como tal en Chihuahua, lanzó más denuestos contra la 4T que Corral. Hoy es capaz de hacerlo, pero en contra de una de quienes más lo apoyaron, entre ellos a la analista Denise Dresser, hasta usando los mismos calificativos y lenguaje, que tanto criticó, de las conferencias mañaneras del presidente.
Todo cambia en los tiempos de la moderna bufalada.
Ahora ya no es ‘Claudia’ para sus nuevos seguidores, ahora es la ‘doctora’, no solo para los antiguos miembros de Morena, sino, también, para quienes apenas se sumaron.
Y es que son verdadero motivo de asombro (si es que todavía lo podemos hacer ante los ‘desfiguros’ de los políticos).
En la visita de la precandidata a la librería de Corral, aparecieron personajes como el ex candidato del PAN y de MC, Miguel Riggs, Jorge Rodas (ex militante del PRD, luengo compañero de Jaime García Chávez); Dora Villalobos (periodista, acompañante de la entonces consejera jurídica en el corralato, Lucha Castro ¿También se sumará al nuevo equipo?); así como algunos de quienes formaron parte del gabinete de Corral, entre ellos, Pety Guerrero.
Entre los escasos morenistas presentes en la librería de Corral, la diputada local, Leti Ortega, de los cercanos a Juan Carlos Loera, grupo que mantuvo, a lo largo de la gestión corralista, una estrecha cercanía y que seguramente le aportó a Claudia el contenido esencial de las calificaciones de ésta al gobierno de su nuevo ‘asesor’, pues sostuvo que «Javier Corral es un personaje que tuvo un gobierno honesto». (Nota de Admin., La Opción, 3/1/24).
Fue pródiga: «… estas incorporaciones no corrompen los principios de Morena, sino que son ellos los que tienen el interés de sumarse al movimiento plural para construir el segundo piso de la transformación». (Ibídem).
«… “La decisión es estás con el pasado o estás con la transformación y Javier Corral ha tomado una decisión de estar con la transformación, tiene que aportar y agradecemos esa decisión”, dijo en entrevista con medios locales en Chihuahua». (Nota de Salvador Corona, El Universal, 3/1/24).
«Y me da mucho gusto estar con Javier, y que les puedo decir, vamos juntos y juntas a construir este humanismo para nuestra patria». (Ibídem).
¿Dirá lo mismo de Héctor ‘Teto’ Murguía, o de Marcelo González Tachiquín o de… tantos?
Por supuesto que ese lenguaje edulcorado fue ampliamente correspondido:
«Nos da mucho gusto que estés, no solamente como precandidata, nos complace tenerte como el ser humano y con esa vocación literaria, científica, académica, ese perfil universitario que te hace hoy encarnar, en muchos sentidos, una esperanza de consolidar la transformación que vive el país, pero también de profundizar y fortalecer nuestra democracia con los cambios que sean necesarios y adecuaciones», le dijo el ex gobernador, en un discurso absolutamente contrario a los expresados a lo largo de su mandato.
Días atrás, ante el impacto causado por el libro de la analista Denise Dresser -¿Qué sigue?-, Corral se lanzó, inopinadamente, en contra de ella, la que había sido una de sus principales impulsoras a la candidatura panista al gobierno de Chihuahua.
Denise, en campaña, en 2016, dijo de Corral que «Este tiempo es de rebeldes y Javier Corral Jurado es un rebelde». (Nota de Patricia Mayorga, El Diario, 16/5/16).
Pero ahora acusó a Corral de torturar para obtener culpables en el combate a la corrupción y, a su vez, Corral la calificó de conservadora, en plena sintonía con el discurso del obradorato.
Dos aspectos son los destacados del discurso de Sheinbaum en Chihuahua, tanto del acto en Cuauhtémoc, como de sus respuestas a la prensa, ambos de orden general, pero uno de ellos, el de la seguridad, de primordial importancia para Chihuahua.
Al presentar a los precandidatos únicos (ya no hay de otros en esta elección, en los dos bloques) al Senado, Andrea Chavez y Juan Carlos Loera, Claudia defendió el procedimiento de Morena para elegir a sus candidatos y le agregó un nuevo componente: «… en nuestro movimiento todo lo decidimos con el corazón (sic) por delante… (en) nuestro movimiento siempre hemos luchado por la democracia, siempre. Y sería muy malo que no actuáramos democráticamente en las decisiones que tomamos». (Nota de redacción, Diario de Chihuahua, 4/1/24).
Harán encuestas para todos los puestos de elección popular, porque «esa es la manera en que nosotros decidimos en el movimiento».
Y dio sus razones, contrarias al más elemental concepto de la democracia, entre ellas porque, afirmó, les da seguridad (sic): lo «importante es quién es el preferido, preferida del pueblo de Chihuahua; del pueblo de un distrito, del pueblo de un municipio. Y eso sólo lo podemos saber con las encuestas… Así que por eso, somos un movimiento con mucha unidad porque tenemos principios, tenemos causas y un método que nos ayuda a la definición de nuestras candidaturas». (Ibídem).
¡Vivan las encuestas! Ya sustituyeron, en el México de hoy, a la mayor y mejor expresión popular, el voto.
Por otra parte, al abundar en el tema de seguridad afirmó que la estrategia de seguridad debe cursar en dos vertientes: atender las causas que originen la violencia y cero impunidad para quien cometa delitos.
Luego abundó en los lugares comunes que la clase política enhebra en este tema: La coordinación entre la Policía (Guardia Nacional, Policía Estatal o Municipal) debe de existir con la Fiscalía, esto para generar las carpetas de investigación que terminen en ordenes de aprehensión.
Perdidos, por la carencia de una estrategia integral en el combate a la delincuencia y el crimen organizado, Sheinbaum repite lo que desde las mañaneras se pregona a diario y, ya en el colmo de la ‘insumisión’ se ha atrevido a hacerle una pequeña corrección a la consigna presidencial.
«Yo pienso que los brazos centrales para la seguridad tienen que ver con la atención a las causas, y ahí sí es abrazo a los jóvenes, no balazos…». (Comunicado de ‘Difusión Claudia Sheinbaum’, 3/1/24).
Igual, en el caso del tratamiento a los problemas en la procuración y aplicación de la justicia.
Enfatiza, al igual que el presidente, en las determinaciones de jueces y magistrados que no les favorecen o gustan, como parte de la campaña para que sean elegidos por voto popular universal, pero no reparan, ni un minuto, en el primer paso, quizá el más importante en la cadena judicial, el de la integración de los expedientes e investigaciones, responsabilidad única e indivisible de las fiscalías.
Llama la atención que en este aspecto, ni por asomo, se mencionan las muy evidentes y numerosas fallas del ministerio público federal.
Sirva de parámetro que «El número de sentencias por homicidio doloso en México han ido a la baja en los últimos años, según muestran datos del Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)… Si se comparan las cifras de sentencias entre 2012 (4 mil 662) y el 2021 (mil 31) la baja es de 77.8%». (Nota de Héctor Molina, El Universal, 21/4/22).
Más. «… se sabe que siete de cada 10 homicidios dolosos están relacionados con el crimen organizado por lo que podría ser investigado por la Fiscalía General de la República o por una fiscalía local, sin embargo, en ese proceso de definir quién indaga impulsa a la impunidad». (Ibídem).
¿Por qué razón, desde la mañanera presidencial no se dice algo de esta información, la de que la persecución de los homicidios, por supuesto que es del fuero común, pero que en cuanto aparece un elemento, ubicado como de las razones para ubicarlos del orden federal, debe perseguirlos la Fiscalía General de la República?
Y no ha cambiado nada. Las cifras del 2022 y 2023 no son menores a las mostradas, líneas arriba, del 2021. No puede ser que en la peor época homicida, las sentencias obtenidas sean sensiblemente menores.
Contra eso nada se dice, ni en la mañanera, ni en los actos de la candidata del oficialismo.
Columna de Plata-APCJ: 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023
[email protected]; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com
Twitter: /LJValeroF; Facebook: https://www.facebook.com/ljvalero
Citas hemerográficas: https://www.inpro.com.mx