
Chihuahua, Chih.
Las madres entre la impunidad y la esperanza, luchan.
Desde el silencio y la palabra, luchan.
Desde un desconsolado páramo de llanto, luchan.
Desde el murmullo del estigma, luchan.
Y mucho más allá del sedimento crudo de la angustia, luchan.
Rosalío Morales Vargas
El rostro demográfico de la maternidad en México conforme avanzan los tiempos, está cambiando drásticamente.
Según cifras del INEGI, el ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo), el ENADID (Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica), el 44% de las mujeres de 15 a 24 años declara no querer ser madres por diversas razones: costos emocionales, físicos y económicos que implica llevar a término un embarazo, un entorno psicosocial hostil y la falta de políticas públicas que permitan ejercer la maternidad de manera digna.
Otro dato revelador es que, de acuerdo a estimaciones trimestrales de información socioeconómica, se calcula que para el final de 2024, 7 de cada 10 mujeres de 15 años (adolescentes en realidad), ya eran madres.
En 1970 las mujeres tenían en promedio 6.5 hijos y la cifra se ha reducido sustancialmente a 1.9, por debajo del reemplazo poblacional que es de 2.1 de acuerdo a cifras de CONAPO (Consejo Nacional de Población).
Las mujeres con mayor preparación académica tienden a tener menos hijos, mientras que quienes viven en pobreza suelen ser madres a edades más tempranas y tener familias más numerosas.
Uno de cada tres hogares tiene jefatura femenina y son las mujeres que sostienen en solitario lo económico y el cuidado de sus familias, contrario a lo que pudiera percibirse, el índice se ha ido incrementando: en 1990 era de un 17.3%, actualmente es de 32.6% de acuerdo a lo registrado en 2020 por el ENOE. *
Con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), recogidos por la Asociación Civil México, ¿cómo vamos? se puede reconocer el panorama de la maternidad en nuestro país: la brecha salarial por razones de género es de 34.8%, es decir, por cada 100 pesos que percibieron los hombres, las mujeres solo consiguieron 65.2 pesos; la brecha es más grande a medida que aumenta la edad, disminuye el nivel educativo y se incrementa el número de hijos e hijas.
En 2022, los hombres destinaban 45.5 horas a la semana al trabajo remunerado, mientras que las mujeres destinaban 36.7 horas. Por otro lado, en el trabajo no remunerado (cuidado de personas y quehaceres del hogar), las mujeres destinan 47.8 horas (equivalente a una jornada laboral completa), mientras que los hombres solo destinan 24 horas (equivalente a media jornada laboral).
De acuerdo a Antonio Ruezga Barba y su concepto de riesgo social, éste, se puede aplicar a la maternidad por ser una decisión individual que tiene consecuencias públicas para las mujeres en lo económico, laboral y social que aumenta las brechas estructurales de desigualdad por razones de género; por ello, a las mujeres se les tiene que proteger del presente riesgo.
Las aplicaciones directas de esto implican que, la maternidad como derecho debería ejercerse sin renunciar a ningún ámbito de su realización personal y proyecto de vida, sin discriminación, en igualdad de condiciones que los hombres ejerciendo la paternidad y libres de violencias.
Urge en este momento poner a debate las maternidades, los cuidados y la crianza; porque contextos existen, los momentos históricos cambian y hoy más que nunca, en este país ejercer la maternidad implica en buena medida, estar dispuesta a luchar.
Luchar para que no desaparezcan hijos e hijas.
Luchar para si desaparecen, buscarles.
Luchar para ejercer una maternidad diversa o disidente si es necesario.
Luchar para hacer visibles las maternidades que para el Estado no existen.
Por las maternidades indígenas, en situación de movilidad, afrodescendientes.
Luchar para sobrevivir a la violencia de género, sobre todo a la vicaria que arranca de los brazos el producto de las entrañas.
Luchar por justicia, aunque para ellas no hay quien les repare el daño.
Luchar ante la exigencia de rendición y resignación de parte Estado que insiste en negar que nuestros hijas e hijos un día estuvieron aquí.
Luchar para que el Estado y el Sistema de Bienestar estén a la altura de la más importante función social.
La lucha por la resistencia a partir de la solidaridad, porque terca es la memoria y mucho más la que ejercen las mujeres porque también se gesta desde los vientres.
@marielousalomé
*https://animalpolitico.com/analisis/organizaciones/mexico-como-vamos/ser-madre-en-mexico-2025