Juárez tirasup
La encrucijada es ¿Ganancias o tumbas?

La encrucijada es ¿Ganancias o tumbas? 23 de mayo de 2020

Gerardo Arturo Limón Domínguez

Chihuahua, Chih.

La encrucijada es ¿Ganancias o tumbas?

G. Arturo Limón D:

Dedicado a los estudiantes de quien con tanta propiedad habla Violeta Parra cuando les cantó así:

Que vivan los estudiantes

Jardín de nuestra alegría

Son aves que no se asustan

Me gustan los estudiantes

Que rugen como los vientos

Cuando le meten al oído

Sotanas y regimientos

Pajarillos libertarios

Igual que los elementos

Así agregaría solo aquí, que esos elementos pueden ser y son en ellos: la libertad del viento, la frescura del agua y el calor del fuego, por ello a los Estudiantes,  va hoy mi tributo de nuevo. G.A.L.D.

 

AC /DC LA HORA DE LA VERDAD

Este tiempo que vivimos es un parteaguas, así simple es un antes y después del COVID 19 cualquier cosa que eso sea, y cuando digo esto me refiero a todo lo que subyace encerrado en la realidad conocida y desconocida de  este semestre que estamos cruzando, si recordamos que esta historia comenzó a ser conocida en diciembre del 2019.

Así las cosas, son seis meses de navegar en un mar de incertidumbre, viendo naufragar primero a unos y luego a otros, las duras olas que azotaron Italia, Gran Bretaña y España hace semanas y hoy asuelan lo mismo a Ecuador, Brasil y México y tienen, por más que se quiera minimizar, hoy por hoy en jaque al gobierno y, lamentablemente, al pueblo de Estados Unidos.

Esta pandemia que está marcada de tragedia genera voces que pueden y deben ser atendidas destaco aquí la que Amy Goldman y Denis Moynihan expresan desde  ese convulso  país cuando  invitan a  sus conciudadanos a “quedarse en casa, mantenerse con vida y organizarse” la manera en que lo hacen es refiriendo la entrevista con “El reverendo Barber es copresidente de la Campaña de los Pobres y presidente de la organización sin fines de lucro Repairers of the Breach…. Quien “… imploró “No crean en las mentiras que estos gobernadores nos están diciendo sobre que es el momento de abrir todo de nuevo. Quédense en casa, sigan vivos y organícense”.

 

“Actualmente estamos entre dos épocas históricas: AC y DC; antes de la Covid-19 y después de la Covid-19. Las instituciones ya establecidas, los regímenes arraigados y las corporaciones poderosas se encuentran bien posicionadas para navegar por las aguas desconocidas de este tiempo intermedio, el del ´durante la Covid-19’. Menos equipados están los pobres y la clase trabajadora, que no pueden reunirse para protestar o manifestarse en busca de mejores condiciones de vida sin ponerse en riesgo. El nuevo coronavirus ha amplificado la enorme desigualdad que domina nuestra sociedad. Basta con observar la desconexión entre el mercado de valores y la difícil situación de los trabajadores. Parece que con cada anuncio de pérdida histórica de empleos, el índice Dow Jones y el Standard & Poor’s 500 se disparan hacia arriba. 

En Wall Street cuentan ganancias mientras que en el resto de la ciudad cada día se cuentan más tumbas.

El miércoles, el reverendo William Barber II concedió una entrevista a Democracy Now!: “Estos son tiempos difíciles. Gran parte del dolor es por elección. No tendría que ser así. No es por el virus per se. Es a causa de la pandemia de codicia y la mentira de la teoría económica del derrame que nos condujo a movernos en la dirección equivocada desde el principio. Incluso antes de que llegara el nuevo coronavirus, demasiadas personas en cargos de poder estaban muy cómodas con la muerte de otras personas. Tenemos 140 millones de personas pobres y de bajos ingresos en el país, el 43% de la nación, 700 personas al día que mueren por la pobreza o por no contar con suficientes recursos económicos. Ya antes de la llegada de la Covid-19, teníamos dos millones y un cuarto de personas al año y 80 millones de personas en total sin seguro de salud o con seguro de salud limitado”.

Cierra este articulo fuerte en un modo de autocrítica tan necesario y vital por lo que hoy vivimos cuando expresa, sin cortapisas,  la dura realidad de vida para muchos seres humanos atrapados por el mercado laboral de los Estados Unidos, así:

“Estamos viviendo tiempos difíciles y peligrosos. Mientras los autoproclamados “justicieros” armados de derecha, mayormente blancos, inundan las capitales de los estados, los indocumentados, los pobres y las comunidades de color, quienes están en mayor riesgo, mantienen nuestra economía en movimiento: cultivan nuestros alimentos, trabajan en mataderos y almacenes, entregan paquetes y comidas, limpian nuestros hospitales y cuidan de nuestros ancianos. Ellos se exponen a contraer Covid-19 a diario, prácticamente sin redes de contención. Independientemente del futuro que forjemos colectivamente en la era después de la Covid-19, las necesidades de los pobres y de estos trabajadores esenciales deben ser una prioridad” (Democracy Now! 23/05/20)

 


CUANDO VEAS LAS BARBAS DE TU VECINO CORTAR, PON LA TUYAS A…

Esta realidad que nos puede sonar cruenta o aun demoledora para los vecinos del Norte no es sino el asomo de la realidad que vivimos aquí, a partir de mañana se harán evidentes las durísimas circunstancias del retorno a la productividad pasando sobre la mortalidad, una vieja canción que se ha escuchado en esta Nuestra América desde que tuvo el infortunio de chocar con hombres venidos de otras latitudes que sin valorar todo lo que de hermosura tenían culturas y civilizaciones que desde mucho antes de su llegada florecían en Mesoamérica, Aridoamérica y la zona Andina, solo alcanzaron a ver y a querer ORO, ese metal que se acompañó después de su amiga inseparable PLATA que hicieron correr la vida económica y productiva de los continentes, tanto el americano en la expoliación, reduciendo en millones a los habitantes de nuestro continente como del europeo al que la riqueza le cebó hasta liquidar a los indígenas en muchos lugares, prioritariamente en Norteamérica donde la colonización de territorios demandaba la limpieza étnica, al acabar con los indios, nada admirable para los terratenientes del norte que fincaron sus fortunas en el arrasamiento de apaches y demás grupos indígenas.  

Bien pues no daré mas referentes que este dramático dato, que da Eduardo Galeano cuando nos dice que la sola explotación de la mina del Potosí ha costado durante su historia de producción con el “insumo “ desafortunadísimo de la vida de casi 8 millones de vidas de indígenas.  

Cuando en muchos lugares los indios fueron extinguidos el “productivo hombre de empresa” no tuvo  empacho en traer más de 40 millones de esclavos del África. Para sustituirles en el trabajo forzado.

 LA ENCRUCIJADA HOY ES ¿UTILIDADES O TUMBAS?

No hay más, si se sigue con la idea que el hombre es un insumo en los procesos productivos, se está jugando una carta marcada por la tragedia, si gana el capital, muere el obrero, y será entonces que la organización y la defensa que de manera autónoma hagan por el gran derecho que es  la vida traerá el conflicto y en consecuencia el caos, un caos que nadie conviene, ni es deseable, por ello a nivel mundial, federal y estatal la toma de decisiones sobre cómo llevar adelante un retorno gradual respetuoso de la vida y sobre todo, que haga prevalecer la máxima y premisa de que NINGÚN INTERÉS ES SUPERIOR AL DE LA SALUD Y LA VIDA DE LA POBLACIÓN.

Es hora de reflexionar y actuar en consecuencia, TENIENDO MEMORIA, VALORANDO LA HISTORIA, no hacerlo puede llevarnos a un camino sin retorno en esta era post COVID-19 que a mi ver y entender sigue siendo un enigma muy, muy caro.