La democracia estadounidense se resguardó a sí misma (por ahora)

La democracia estadounidense se resguardó a sí misma (por ahora) 16 de noviembre de 2022

Ethan Tejón Herrera

Chihuahua, Chih.

Ciudad Juárez, Chih.-El mapa electoral estadounidense se encuentra dividido a la mitad. Durante la jornada electoral un comentarista de la CNN afirmaba que el país parecía estar congelado en el 2020. No podría está más de acuerdo con tal valoración.

Mientras los republicanos esperaban arrasar (literalmente, ya que algunos hablaban de un “tsunami”), tal cosa no sucedió; los demócratas obtuvieron resultados mucho mejor de lo esperado.

Aquel “tsunami” rojo que se pregonaba se convirtió en una onda.

Mucho se ha comentado acerca de la elección intermedia de este año, no solo por la importancia de la misma para la política internacional, sino que además se presenció una estrepitosa caída para la plataforma presidencial del expresidente Donald Trump.

Tras el fracaso de la fuerza y alcance de sus candidatos para distintos puestos de elección popular, el ex presidente decidió aplazar el anuncio de sus intenciones presidenciales.

El electorado estadounidense se guió hacia la moderación y no hacia el eje nacionalista, populista y nativista que alcanzó la Casa Blanca en 2016.

La democracia estadounidense encontró un respiro. 

Algo notable fue que en esta elección el miedo del electorado ante el bloque distinto fue un factor crucial. Tanto electores republicanos como demócratas se vieron unos a otros como demasiado “extremistas” y se volcaron por opciones más convencionales o menos polarizantes.

Dando lugar a un resultado que despertó inquietudes dentro de los seguidores trumpistas e incluso dentro de las filas del mismo partido republicano que comienzan a apuntalar a Trump como un lastre.

Aliados, asesores, militantes y medios afines (New York Post, Wall Street Journal, Fox News) han comenzado a darle la espalda al otrora patriarca del partido del elefante.

A su vez los demócratas aseguraron victorias importantes en gubernaturas, escaños del Senado y de la cámara baja.

Donde la pelea es más ajustada es en el Senado, ya que la mayoría legislativa se definirá una vez pasen los resultados de la elección especial al Senado en Georgia, en el que el demócrata Raphael Warnock lleva una ligera ventaja sobre su rival, el ex futbolista Herschel Walker.

Además se ha especulado sobre quién sería el próximo candidato que gane la nominación republicana para el 2024.

La figura del gobernador (reelegido) de Florida: Ronald DeSantis se ha mostrado como una de las grandes apuestas del partido.

DeSantis ha ganado popularidad entre el electorado estadounidense, sin embargo también ganó notoriedad por criticar a los derechos de las personas transgénero y de los migrantes.

Mientras tanto en nuestro vecino estado de Texas, los demócratas buscan recuperarse de la derrota electoral de Beto O’Rourke ante el gobernador Greg Abbott.

Así como las futuras aspiraciones políticas de O’Rourke se encuentran en tela de juicio, tras sufrir tres derrotas electorales (al Senado, a la presidencia y a la gubernatura).

No obstante, O’Rourke ayudó a movilizar el voto demócrata y a seguir manteniendo una firme base partidista en zonas urbanas.

Mientras tanto en zonas rurales el voto republicano se mantiene firme. Además el cambio demográfico ha influido en ir cambiando la geografía electoral texana.

La población hispana va desplazando a otras comunidades raciales, incluso a las que son multiculturales.

Tras estos comicios lo más certero es que Trump está cada vez más cerca de convertirse en un “cadáver” político y será difícil que se recupere.

Sin embargo, los peligros de caer en las garras de la demagogia y la polarización política e ideológica continúan permeando en la Unión Americana.

Hasta entonces, hay mucho trabajo que se debe hacer y reconstruir poco a poco la tan fracturada democracia que dejó la oleada trumpista.

La labor de Biden y de los estadounidenses moderados, sin importar su afiliación partidaria es titánica, pero se puede lograr.

Los resultados de esta elección son un vislumbre de esperanza y una prueba de que se puede lograr salvar a una democracia en peligro.