Chihuahua, Chih.
Todos los partidos políticos en México están inmersos en un proceso de degradación moral, pragmatismo y caudillismo.
La praxis política hoy, no depende de la doctrina, ideología y estatutos de los partidos que constitucionalmente se definen como entidades de interés público que representan a diversos sectores sociales, promueven la participación ciudadana y la pluralidad democrática.
Triste es decirlo pero toda la actividad política-electoral gravita en torno a intereses personales de quienes dirigen los partidos y buscan ser candidatos a puestos de elección popular, y/o reelegirse por la vía plurinominal. .
De ello dieron cuenta el fin de semana pasada tres de las principales fuerzas políticas de México, en la selección de sus candidatos al Senado y la Cámara de Diputados.
Las nominaciones de candidatos de las dos coaliciones electorales, fueron vergonzantes. En el PAN la lista de candidatos al Senado fue procesada por el Consejo Permanente de la dirección Nacional integrado por no más de 5 personas, según la versión de Javier Corral.
En el PRD, la selección de candidaturas a la Cámara Alta y Baja fue fruto, por una parte, de los acuerdos con el PAN y el Movimiento Ciudadano, y de la otra de una encarnizada disputa que terminó en un pleito masivo a “sillazos” entre las diversas tribus y corrientes que lo integran, luego de que detectaron que la asamblea de consejeros habían duplicado boletas de elección para favorecer a los suyos.
Morena también dio la sorpresa. En la lista de candidatos al Senado incluyeron entre los primeros lugares, ni más ni menos que a un ícono del charrismo sindical; Napoleón Gómez Urrutia, exiliado en Canadá, donde se refugió para eludir su responsabilidad ante los trabajadores mineros, quienes lo acusaron de apropiarse de 55 millones de dólares de sus cuotas sindicales.
Y lo que es todavía más incomprensible. AMLO abrió la puerta sin tapujo alguno también a German Martínez quien fue Secretario de la Función Pública y dirigente nacional del PAN en el sexenio de Felipe Calderón, el cual le robó la presidencia en el 2006, “haiga sido como haiga sido”, con el apoyo de Elba Esther Gordillo, cuyos descendientes ahora apoyan a López Obrador.
Las coaliciones Por México al Frente y Juntos Haremos Historia, enseñaron el cobre y dejaron ver que su objetivo es lograr el triunfo a como dé lugar, no importa que los candidatos seleccionados lleven el zapato derecho en el pie izquierdo y viceversa, sin que les salgan callos.
Bien lo advirtió Francisco Pi y Margal. “Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas no vuelven a recuperarse”.
En nuestra juventud la política era el arte de lo posible, aunque se tuviese que intentar lo imposible. Hoy, es lo contrario: los políticos se esfuerzan por hacer lo posible, imposible, (Bertrand Russell).