La danza de los “pluris”
Sin Retorno

La danza de los “pluris” 26 de julio de 2018

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

Los resultados de la elección pasada cimbraron al estado, pero sus consecuencias, en el corto plazo, serán aún más importantes.

La realidad y los efectos de la obra gubernamental, tanto de los emanados del PRI, como de los del PAN, fueron larvando, cultivando en muchos chihuahuenses, igual que en el resto del país, la decisión de sacar a esos dos partidos de las responsabilidades gubernamentales.

El tsunami pejista vino a trastocar la correlación de fuerzas en el estado “Grande”, tanto, que hasta este momento no se puede precisar que fuerza política será la primera minoría en el Congreso del Estado.

No sólo eso, sino que, como sucedió en 2016, ninguna fuerza tiene, por sí misma, mayoría parlamentaria; PAN o Morena pueden constituirse como primera y segunda minoría, uno ú otro, de acuerdo con los resultados de las impugnaciones de las elecciones en los distritos locales, pero también como consecuencia de las definiciones que hagan los nuevos diputados, respecto de si formarán parte de uno ú otro grupo parlamentario.

En medio de ello, el PRI ha lanzado una apuesta temeraria: Plantear que le “tocan” 6 diputados, uno de mayoría (MR) y 5 de representación proporcional (RP).

Su exigencia está basada en el planteamiento de que la asignación de los “pluris” se haga atendiendo, como base central, el de la estricta representación porcentual, esto es, que los porcentajes de diputados obtenidos, por ambas vías, MR o RP, sea semejante o lo más cercano posible al porcentaje de la votación obtenida.

Esa postura es la que han defendido todos los impulsores de la democracia en el país, a la que los priistas siempre se opusieron; siempre, hasta que se volvieron minoría.

Pero el planteamiento priista tiene un gran defecto: No está contenido en la ley.

Más aún, para la asignación de los “pluris” del estado de Chihuahua, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha fallado, invariablemente de 1998 a la fecha, del modo que a continuación se detalla.

Luego de hacer el cálculo de una cosa que se llama Votación Estatal Válida Emitida, se asignan de esta manera:

Todos los partidos que obtuvieron el 3% de la votación recibirán un diputado RP. Con ello, se asignan 7 de los 11 diputados RP;

Los partidos que hubiesen obtenido más del 5% tendrán derecho a un segundo diputado RP. En este caso, PAN, Morena y PRI. Ya van 10 distribuidos.

Si aún quedasen diputados por asignar, los partidos con más del 10% de la votación accederán a un tercer diputado, siempre y cuando el porcentaje de diputados, por ambos principios, MR y RP, no rebasen en 8 puntos el porcentaje de votación obtenido. En este caso, sería el PAN quien obtuviese su tercer diputado RP.

Con este procedimiento, el PAN obtendría 13 diputados, 9 de MR y 3 de RP; Morena, 8 diputados, 6 de MR y 2 de RP; PRI, 3 diputados, 1 de MR y 2 de RP; PES, 3 diputados, todos de MR en virtud de no haber alcanzado el 3% de la votación y, por tanto, no tener derecho a los de RP.

El PT, 2 diputados, 1 por cada principio, igual que Movimiento Ciudadano (2) y, finalmente, el PVEM y PANAL un diputado “pluri” cada uno.

Hasta ahí todo pareciera diáfano, no lo es.

Es probable, de acuerdo con distintas fuentes, que los diputados del PES resolverán sumarse a la fracción parlamentaria del Morena, con lo que ésta llegaría a 11 diputados que, eventualmente, podría recibir el apoyo de los del PT, de tal modo que empataría con los del PAN, quienes están batallando por acordar una alianza parlamentaria con los diputados de MC.

Y si ambos bloques se integraran, entonces el del PAN llegaría a 15 diputados y el de Morena a 13.

El fiel de la balanza sería, quien lo diría, el PRI y sus ex aliados, PVEM y PANAL.

Eso es lo que resultaría, de acuerdo con la interpretación que los tribunales le han dado a la ley.

Incapaces de leer adecuadamente la realidad, a pesar del tremendo revés recibido, los priistas exigen algo que los electores no les entregaron.

La mayoría de los chihuahuenses votó en contra de ellos, al grado de convertirlos en la tercera fuerza en el estado, y en Juárez, a la cuarta, después de los independientes.

Alguien debería aconsejarles que en los próximos años, mientras más callados actúen y más mesurados en sus pretensiones, mejor.

Fueron el partido casi único, hoy son el partido político más repudiado por los mexicanos, esa es su realidad, deberán adaptarse a ella.

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Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario