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La candidata

La candidata 6 de septiembre de 2023

Roberto Zamarripa Peña

Chihuahua, Chih.

1. La primera medida que tomó como candidata Xóchitl Gálvez fue cambiar su escenario. Subió ayer al templete del Ángel de la Independencia y tras ser vitoreada volteó y vio parado a su izquierda a Alejandro Moreno, todo de rojo con una camisa que le quedaba chica a su ego con su nombre escrito en letras blancas para que lo identificaran por si se perdía en la plaza.

Xóchitl volteó a su derecha y encontró a un delgado personaje de camisa blanca y pantalón azul de nombre Marko, con K, que ni voltea a saludarla porque en ese instante chateaba con alguien más importante. Vaya escoltas.

La candidata agitó las hojas donde venía escrito su discurso como si espantara olores pero en realidad era una seña de "¿dónde están mis invitados?". Y rápido pasaron al frente Cecilia Flores, la incansable madre buscadora de desaparecidos de Sonora, a quien recibió con un besote en la mejilla y la colocó a su izquierda para alejarse de Alito; luego la hija de Xóchitl, Diana Vega, llevó de la mano a Elsa Ortigoza, una emprendedora del reciclado de basura que fue colocada junto a Flores. 

Y a la derecha de la candidata fue ubicado Nicolás Olguín, de la comunidad de Dios Padre en Ixmiquilpan, Hidalgo, donde la gente lucha desde hace años contra cacicazgos ancestrales, muchos de ellos priistas.

Así que, en segundos, en su primer mitin oficial de candidata, Xóchitl Gálvez quedó escoltada por dirigentes sociales y no por burócratas partidistas.

Será su reto: si pasa de la escenografía al protagonismo ciudadano. Será su batalla, porque los líderes partidistas estarán felices con su candidata mientras ella se desgañite en las plazas fustigando a AMLO y no les toque las listas de candidatos a gobernadores, alcaldes, senadores y diputados.

2. Xóchitl Gálvez se ha constituido súbitamente en el referente de reunión -todavía no de cohesión- de muchos descontentos contra la 4T. A esa coalición le une una mezcla de enojo y miedo.

La diversidad de ese conglomerado es una virtud y un riesgo. 

Tremenda pluralidad pocos la reúnen. Están desde los persignados del cerro del Cubilete hasta los científicos ateos de la UNAM; desde los ex jefes policiacos auspiciadores de políticas de seguridad que provocaron miles de desapariciones hasta las madres que buscan a sus hijos víctimas de esas políticas erradas.

Xóchitl Gálvez tiene palabras para todos. Habla en ñañu y también en inglés. Se junta con los mexicanos que viven en The Woodlands, Texas, y con los otomíes del Valle del Mezquital.

Ayer quiso resolver todo con una frase: los problemas no se arreglan con ideología sino con soluciones.

La desideologización como antónimo de la polarización. El menú para Xóchitl es amplio: puede oponerse al aborto en Guanajuato y apoyar al feminismo en la CDMX; puede defender la inversión privada en energías limpias en Sonora y la producción de petróleo en Campeche. 

Todos sus seguidores parecen estar dispuestos a perdonarle los excesos y contradicciones con tal de que le quite puntos a Morena.

3. Le dimos la vuelta al pesimismo. La esperanza cambió de manos. Podemos ganar. Llegó el momento de hablar menos, escuchar y hacer más. Respetaré a: pueblos indígenas, afromexicanos, mujeres, clase media, la diversidad (lo que ello signifique porque no lo explicó), personas con alguna discapacidad, a madres buscadoras, a papás de niños enfermos, a ambientalistas, a científicos, a doctores y enfermeras, a policías, maestros, soldados, a los periodistas.

Fueron las definiciones de su discurso.

Con una más profunda: "República es hospital público, escuela pública, inversión pública, calle pública, crédito público y seguridad pública".

Vaya vuelco. 

El centro en lo público como preocupación aunque del presupuesto no ha dicho cómo conseguirlo y gastarlo. 

Al final esa definición es, inevitablemente, ideológica porque entre los suyos hay quienes repelen esa opción y por décadas han gobernado con lo contrario.

Se siente muy cómoda; está en su ambiente. 

Arrancó y sí, efectivamente, le cambió el tono, la cara y el ánimo a los opositores. 

No es suficiente para ganar una elección, pero sí un mejor piso que antes, a 270 días de la elección.

*Publicado por Reforma el 4 de septiembre de 2023.