Chihuahua, Chih.
I.- El voto es un artefacto político maleable en varios sentidos.
Existe el voto arrepentido, como el caso de los miles de ciudadanos que votaron por Javier Corral en 2016, y que tres años después lamentan haber votado de esa forma.
El voto arrepentido, del que se reniega de formas muy diversas, es una de las mayores tragedias de la política mexicana en los años recientes. Este arrepentimiento tiene como telón de fondo la impotencia de la política en su imposibilidad de instaurar un cambio real.
En las elecciones de los primeros años del siglo XXI, se comenzó a hablar del voto cruzado, que es uno de los primeros indicios del desgaste de las militancias duras en los partidos políticos.
El voto cruzado surge en el mismo momento histórico en que los políticos se desplazan (chapulinean) de un partido a otro. El voto cruzado de los electores y los políticos que chapulinean de un partido a otro, tienen que ver con el pragmatismo y la disolución de las ideologías en el siglo XXI.
En los años recientes se comenzó a hablar del voto en blanco. En las elecciones del 2012, Javier Sicilia fue uno de los promotores del voto en blanco como estrategia de rechazo a la simulación electoral. Mucho se debatió, sobre la efectividad o no, del voto en blanco. Esta forma de votar es una estrategia política híbrida, que se desplaza entre el voto efectivo y el abstencionismo, y es también, el más notorio de los síntomas fallidos de la democracia en México.
El voto arrepentido, el voto cruzado y el voto en blanco, son tres indicios de la variación del voto como estrategia de posicionamiento político. Estas tres maneras de votar permiten ver las limitaciones y la falta de efectividad del voto como mecanismo de participación y acción política.
¿Cuáles son los límites y la efectividad del voto como mecanismo de participación y acción política?
A) Los límites y la efectividad del voto están definidos por la democracia que se institucionaliza como forma de organización política y social. La historia reciente de las reformas electorales en México permite analizar a la democracia institucionalizada y al voto como mecanismo de participación y acción política. Estas reformas han buscado potenciar al voto. Hay, entonces, un impulso del voto, una potenciación que concibe a este mecanismo positivamente a través de la instauración de la democracia.
B) A su vez, los límites y la efectividad del voto están determinados por la cultura y la historia política de México.
Urnas embarazadas, casillas de zapato, ratones locos, carruseles, operación tamal, acarreados, clientelismo, pemexgate, tarjetas Monex, operación Berlín, son algunos de los mecanismos que han definido cultural e históricamente al voto. El libro “Politiquerías. Glosario para entender el tejemaneje de las lecciones en México” (Fernando Montes, 2018) es un glosario en el cual se abordan los mecanismos de la corrupción electoral en México. Este glosario es una síntesis conceptual de la historia negra del voto en México, que muestra una carga de negatividad que aún persiste.
II.- Las consultas organizadas por López Obrador en los meses recientes le han abonado al desgaste del voto como mecanismo de participación y acción política. La rapidez inusitada con la que fueron organizadas las consultas (sobre el aeropuerto de la ciudad de México, el tren maya, la refinería dos bocas y otros proyectos del gobierno lópezobradorista), la carencia de formalidad y legitimidad necesarias, demuestran que el voto sigue siendo cuestionado y fallido.
Pero el aporte más oscuro del lópezobradorismo a la historia del voto en México, es el voto a mano alzada en las asambleas multitudinarias de Morena y en los actos políticos de López Obrador ya como presidente.
El mecanismo del voto a mano alzada en las asambleas lópezobradoristas, que dura unos cuantos segundos, supera la velocidad de la luz.
Esta manera de ejercer el voto es una caricaturización de la participación y acción política, que puede ser comparable con los congresos seccionales o nacionales organizados por el SNTE.
III.- La democracia como forma de gobierno es imperfecta, de la misma manera que el voto es imperfecto. Lo imperfecto de la democracia y del voto, la posibilidad de su mejoría, es lo que permite que estas formas de organización política persistan. Los plebiscitos sobre el alumbrado público en Chihuahua y Juárez, forman parte de la historia imperfecta de la democracia y del voto.
De forma romántica se puede concebir a los plebiscitos como una potenciación del voto a costa de lo que sea (la preponderancia de lo señalado en el inciso A). Los plebiscitos vendrían a inaugurar una forma de hacer política inédita en Chihuahua, y darían la oportunidad de echar a andar un mecanismo que puede corregirse en los años siguientes. Afirmar que el plebiscito es un “ganar-ganar”, independientemente de lo que pase en el proceso, es una posición inocente que desestima la historia negra del voto en México (lo señalado en el inciso B).
El ejercicio de los plebiscitos en Chihuahua y Juárez ya está siendo poblado de luces y de sombras. Desde luego que se estará viviendo la posibilidad de potenciar al voto como forma de participación y acción política, lo cual dará la oportunidad de corregir al mecanismo del plebiscito (A). Pero también se estarán abriendo las puertas a la historia negra del voto (B).
Diversas notas periodísticas han demostrado que Maru Campus y Armando Cabada, presidentes municipales de Chihuahua y Juárez, moverán todos los recursos a su alcance para impulsar su postura.
El plebiscito adelanta el proceso electoral del 2021, Campos y Cabada quieren ser candidatos a la gubernatura y usarán lo que esté a su alcance para lograrlo. Ya se comienzan a ver los rastros de la manipulación del voto. En el marco del plebiscito, Campos y Cabada activan desde hace días un voto inducido y corporativo entre sus huestes. Lo que hagan en este sentido, será una extensión de la historia negra del voto.
Hay que poner atención en las sutilezas que se pondrán en marcha para inclinar el voto a favor de los proyectos de alumbrado público de Campos y Cabada.
Por otro lado, las organizaciones y ciudadanos que se han encargado de impulsar los plebiscitos, estarán tratando encaminar el voto hacia una potenciación efectiva como forma de participación y acción política.
Lamentablemente, los recursos económicos, materiales y humanos que pueden usar las organizaciones y ciudadanos para impulsar al voto desde la sociedad civil, son mucho menores que los que pueden usar Maru Campos y Armando Cabada desde los gobiernos municipales de Chihuahua y Juárez.
La historia claroscura del voto en México, se estará escribiendo en los plebiscitos por el alumbrado público que estarán desarrollándose en los meses siguientes.
IV.- La historia del voto en México es bipolar. Hay quienes conciben a la democracia y al voto como una oportunidad histórica para transformar el país. Pero la democracia y el voto pueden ser concebidos como una tragedia irresoluble.
La democracia y el voto no son la solución, sino el problema, una problematicidad que funcionará como la jaula histórica y política del siglo XXI en México.