Juárez tirasup
Infórmense para que no les cuenten

Infórmense para que no les cuenten 29 de febrero de 2020

Gerardo Arturo Limón Domínguez

Chihuahua, Chih.

G. Arturo Limón D.

Con admiración y mi solidaridad a la lucha de los maestros jubilados de la Sección 42 del SNTE que con valor y determinación, transitan ya por la cuarta semana de lucha  a favor de la defensa de sus derechos y prestaciones, les  comparto lo dicho por el maestro León Tolstoi quien expresó “los dos guerreros más poderosos, son la paciencia y el tiempo” es mi deseo que ellos les acompañen en el triunfo que llegará a su causa, como llega, más temprano que tarde, a  las causas justas, no lo dudo. G. A.L.D

 


EL CUENTO

Carlos Fong en su trabajo titulado.  De cuentos, políticos y mentiras señala. “Es muy probable que la mayoría de las veces cuando oímos hablar del cuento hemos tenido la idea de que alguien va a contarnos un chiste o un cuento de hadas o una mentira. En tiempos de política, los políticos parecen ser los mejores cuenteros. Entonces es normal escuchar la frase “cuento es lo que no se quiere”. En pocas palabras, la palabra cuento se viste con un estigma.

Sin embargo, los cuentos como transmisores de la cultura son tal vez la herramienta más eficaz para hablar de nuestros problemas y cuidarnos de los mentirosos.

…me refiero (aquí)  a que si fuéramos educados a través de las historias, los relatos, los cuentos, podríamos defendernos mejor de los que usan la mentira para engañarnos a la hora de ir a las urnas.”

Este preludio me parece que es aplicable, sobre todo en estos días que se darán informes en Chihuahua de la gestión anual gubernamental, se nos convocará a marchas y a las mujeres a paros, se nos dan cifras de la violencia desatada, y se nos amaga con una tragedia biotecnológica, bien a bien no sabemos si planeada o natural.

 


PENSAR,  ESA ES LA TAREA

 Atendamos por ello al maestro ruso León Tolstói (1828-1919), quien en su genial cuento titulado, El origen del mal, nos dice lo siguiente:

“En medio de un bosque vivía un ermitaño, sin temer a las fieras que allí moraban. Es más, por concesión divina o por tratarlas continuamente, el santo varón entendía el lenguaje de las fieras y hasta podía conversar con ellas.

 En una ocasión en que el ermitaño descansaba debajo de un árbol, se cobijaron allí, para pasar la noche, un cuervo, un palomo, un ciervo y una serpiente. A falta de otra cosa para hacer y con el fin de pasar el rato, empezaron a discutir sobre el origen del mal.

 -El mal procede del hambre -declaró el cuervo, que fue el primero en abordar el tema-. Cuando uno come hasta hartarse, se posa en una rama, grazna todo lo que le viene en gana y las cosas se le antojan de color de rosa. Pero, amigos, si durante días no se prueba bocado, cambia la situación y ya no parece tan divertida ni tan hermosa la naturaleza. ¡Qué desasosiego! ¡Qué intranquilidad siente uno! Es imposible tener un momento de descanso. Y si vislumbro un buen pedazo de carne, me abalanzo sobre él, ciegamente. Ni palos ni piedras, ni lobos enfurecidos serían capaces de hacerme soltar la presa. ¡Cuántos perecemos como víctimas del hambre! No cabe duda de que el hambre es el origen del mal.

 El palomo se creyó obligado a intervenir, apenas el cuervo hubo cerrado el pico.

 -Opino que el mal no proviene del hambre, sino del amor. Si viviéramos solos, sin hembras, sobrellevaríamos las penas. Más ¡ay!, vivimos en pareja y amamos tanto a nuestra compañera que no hallamos un minuto de sosiego, siempre pensando en ella ‘¿Habrá comido’, nos preguntamos. ‘¿Tendrá bastante abrigo?’ Y cuando se aleja un poco de nuestro lado, nos sentimos como perdidos y nos tortura la idea de que un gavilán la haya despedazado o de que el hombre la haya hecho prisionera. Empezamos a buscarla por doquier, con loco afán; y, a veces, corremos hacia la muerte, pereciendo entre las garras de las aves de rapiña o en las mallas de una red. Y si la compañera desaparece, uno no come ni bebe; no hace más que buscarla y llorar. ¡Cuántos mueren así entre nosotros! Ya ven que todo el mal proviene del amor, y no del hambre.

 -No; el mal no viene ni del hambre ni del amor -arguyó la serpiente-. El mal viene de la ira. Si viviésemos tranquilos, si no buscásemos pendencia, entonces todo iría bien. Pero, cuando algo se arregla de modo distinto a como quisiéramos, nos arrebatamos y todo nos ofusca. Sólo pensamos en una cosa: descargar nuestra ira en el primero que encontramos. Entonces, como locos, lanzamos silbidos y nos retorcemos, tratando de morder a alguien. En tales momentos, no se tiene piedad de nadie; mordería uno a su propio padre o a su propia madre; podríamos comernos a nosotros mismos; y el furor acaba por perdernos. Sin duda alguna, todo el mal viene de la ira.

El ciervo no fue de este parecer.

-No; no es de la ira ni del amor ni del hambre de donde procede el mal, sino del miedo. Si fuera posible no sentir miedo, todo marcharía bien. Nuestras patas son ligeras para la carrera y nuestro cuerpo vigoroso. Podemos defendernos de un animal pequeño, con nuestros cuernos, y la huida nos preserva de los grandes. Pero es imposible no sentir miedo. Apenas cruje una rama en el bosque o se mueve una hoja, temblamos de terror. El corazón palpita, como si fuera a salirse del pecho, y echamos a correr. Otras veces, una liebre que pasa, un pájaro que agita las alas o una ramita que cae, nos hace creer que nos persigue una fiera; y salimos disparados, tal vez hacia el lugar del peligro. A veces, para esquivar a un perro, vamos a dar con el cazador; otras, enloquecidos de pánico, corremos sin rumbo y caemos por un precipicio, donde nos espera la muerte. Dormimos preparados para echar a correr; siempre estamos alerta, siempre llenos de terror. No hay modo de disfrutar de un poco de tranquilidad. De ahí deduzco que el origen del mal está en el miedo.

Finalmente intervino el ermitaño y dijo lo siguiente:

-No es el hambre, el amor, la ira ni el miedo, la fuente de nuestros males, sino nuestra propia naturaleza. Ella es la que engendra el hambre, el amor, la ira y el miedo”.

HAMBRE deviene en CORRUPCION, cuando los políticos cualquiera que sea su cargo,  son capaces de traicionar el mandato  que sus electores les dieron para actuar,  haciéndolo ya no en base de los intereses que dicen representar,  sino de sus muy particulares apetitos y afanes, votando desafueros a nivel federal  como lo hicieron  con AMLO, que ante ellos solo expresó,  "Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia. ¡Viva la dignidad! ¡Viva México!" .

Así cerró Andrés Manuel López Obrador su discurso en la Cámara de Diputados en 2005, al defenderse del proceso de desafuero, en la última vez que pisó ese recinto. AMLO  regresó 13 años después al Palacio Legislativo de San Lázaro como presidente electo de la República. En lo local la suerte del magistrado Jorge Ramírez, también  desaforado,  por y con la misma hambre de revancha -de manera a todas luces inapropiada en términos del debido proceso- está por escribirse como en el caso de AMLO, queda por resolverse,  al tiempo.

EL AMOR en este segmento del cuento de Tolstoi, descrito como el  afán del hombre por proteger a su compañera,  hoy parece trastocado por una supuesta confrontación entre géneros, pero no nos engañemos, somos los más que creemos que vale la pena cuidarles como compañeras de vida que son las mujeres y dejar que ellas nos cuiden,  sé que igual que nosotros lo procuramos en muchos casos ellas también lo hacen, así que pongámonos listos y acabemos juntos ya con  la terrible tragedia que a todos nos duele y que es intolerable del feminicìdio.  

LA IRA no tiene otro rostro actual, sino el de la VIOLENCIA que nos está robando la vida y el sosiego, es tiempo de ver la realidad de México y Chihuahua, buscar que cambie y mejore antes de que nos haga perder a todos el rumbo como sociedad

El MIEDO  cobra forma de psicosis en el rostro del CORONAVIRUS y para muestra lo el pánico global generado por el contagio del Covid-19 que hizo que dos puertos del Caribe Jamaica e Islas Caimán, demoraran  al crucero Meraviglia y finalmente lo rechazaran, las autoridades portuarias de Cozumel también negaron este miércoles el desembarco en territorio mexicano. Por la tarde del miércoles, la secretaria de Salud de Quintana Roo descartó que el tripulante estuviera infectado. Pero para llegar a esa decisión antes se dejó varados en el Caribe a más de 4.500 turistas y 1.600 tripulantes. "No podemos actuar de manera inhumana", ha dicho este jueves el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tras asegurar que había dado instrucciones de que se permitiera el atraque del barco. Así las cosas, el miedo que paraliza no es la solución,  la respuesta es el uso de la inteligencia para realizar la mejor acción.

Destaco este hecho porque más allá  de todo lo que pueda traer el coronavirus, esta acción presidencial HUMANA debiera ser más reconocida por sus detractores que le asedian tan sistemáticamente denostándole sistemáticamente.

COROLARIO

Siendo el ermitaño quien ha de decir la última palabra del cuento sea esta PIENSA y analiza qué HAMBRE mueve a quien dice representarte ¿el derecho legítimo de servir  o el apetito de poder? y lo peor de revancha. Que motiva su AMOR es el servicio a los demás o el afán solo por si mismos. ¿Es el manejo de su IRA un factor que deshace el tejido social?  y ¿será su MIEDO el motor para actuar transformando la realidad o la rendición ante lo que estima inevitable?

EN la naturaleza humana está la respuesta, encontrémosla y usémosla como motor y no como lastre. Porque podemos tener hambre de justicia y lograrla, amor a nuestro prójimo y servirle, ira ante la violencia injusta y combatirla y miedo de perder lo que como civilización y sociedad hemos construido y motivarnos a luchar,  no solo conservarlo,  sino para mejorarlo.

EXHORTO

En solidaridad con el maestro Juan Durán Arrieta, comparto lo que hoy también él publica en el periódico hermano: El Diario de Nuevo Casas Grandes, y es lo siguiente: “Por otro lado exijo que se resuelvan los problemas de corrupción que hay en el Campus Nuevo Casas Grandes de la UPN”.