Chihuahua, Chih.
El pasado 23 de marzo el Consejo General del INE (CONSEJO) aprobó el dictamen por el cual se aplicaron sanciones en contra de diversos aspirantes independientes por las irregularidades encontradas en la revisión de sus informes de ingresos y gastos de las actividades realizadas para la obtención del apoyo ciudadano. En algunos casos, se aplicó la sanción consistente en la pérdida del derecho de los aspirantes infractores a ser registrados como candidatos independientes.
En otros casos, la sanción impuesta se limitó a una ridícula, y a la vez risible, amonestación pública; sin embargo, en el caso del Presidente Municipal de Parral, Alfredo ‘El Caballo’ Lozoya, el INE demostró, por enésima vez, su sempiterna actitud de perjudicar a los candidatos independientes.
En esta ocasión, se manifiesta de nueva cuenta el ‘complot’ electoral existente entre el INE, las ‘oplitas’ y los tribunales electorales para impedir y/o obstaculizar a los ciudadanos que deciden participar sin apoyo de los partidos políticos. De manera inaudita el INE aplicó al edil parralense una sanción económica excesivamente irracional y desproporcionada.
En efecto, en el dictamen aprobado por el CONSEJO se precisa la siguiente conclusión: “El sujeto obligado omitió reportar gastos de un evento de obtención del apoyo ciudadano por un monto de $222,180.35 M.N.”. Cantidad que la Unidad Técnica de Fiscalización dedujo de los gastos erogados por el evento público en el que ‘El Caballo’ Lozoya invitó a los vecinos parralenses a una ‘carnita asada’ para obtener su firma de apoyo.
En este evento, estuvo presente una funcionaria electoral del IEE, en la que ‘constató’ la cantidad exacta de alimentos preparados por los organizadores: 600 kilos de carne, 300 kilos de papas, 150 kilos de chile, 300 kilos de limones, 300 kilos de tortillas, etc. ¿Y las cebollitas y el queso?
Según el reporte electoral, al evento acudieron 2,000 ciudadanos. Cantidad suficiente para garantizar casi el 50% de las firmas requeridas. Una operación aritmética nos dice que a cada ciudadano parralense le tocó, cuando mucho, una chuleta “por piocha”.
De la suma total de alimentos y utensilios usados, el INE dedujo que el evento en cuestión había tenido un costo mínimo de $222,180.35 pesos. Por lo que la sanción económica aplicada en contra de Alfredo Lozoya no tomó en cuenta el reporte de una factura por 45 mil pesos, por concepto de alimentos.
Además, como se asentó en el Acta de Hechos, el evento fue organizado, de manera conjunta, por los aspirantes a Presidente y Síndica independientes. Por lo cual, se había acordado el pago, en partes iguales, de los gastos ocasionados por el evento público para recabar firmas ciudadanas.
Ahora bien, amable lector, ¿A cuánto imagina usted el monto de la multa impuesta a ‘El Caballo’ Lozoya por haber omitido declarar dicho gasto, por la cantidad que, de manera unilateral, la Unidad de Fiscalización determinó,? ¿Cincuenta mil pesos? ¿Cien mil pesos? ¿El 100% del gasto omitido: doscientos veintidós mil pesos?
Bajo el argumento de que las infracciones electorales deben ser sancionadas “de acuerdo a las particularidades de cada conducta, (y que) la imposición de la sanción puede incrementarse de forma substancial de acuerdo a los criterios de la autoridad (¿?) y de la vulneración a los elementos analizados”, el CONSEJO decretó una multa por $311,018.80 pesos, que corresponde al 140% del gasto, supuestamente, omitido.
Lo más grave del asunto, es que en la Resolución no se consigna argumento alguno que justifique las razones y motivos por el cual se impuso la multa de un porcentaje superior al gasto omitido. En otras palabras, la arbitraria Resolución del CONSEJO adolece de una total motivación legal que la sustente.
Pero eso es lo de menos, lo que importa es cumplir la consigna política de impedir, a toda costa, la reelección de los independientes. ¿Pues entonces, para que están los organismos electorales? ¿A poco no…?