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Incendiar las ventanas o las metáforas de la lucha feminista

Incendiar las ventanas o las metáforas de la lucha feminista 9 de marzo de 2023

Leonardo Meza Jara

Chihuahua, Chih.

I.- Las metáforas están habitadas de puntos suspensivos. Sus orillas crecen hacia lo abierto, hacia lo indeterminado. Y se expanden, mientras nombran los días con palabras diferentes, mientras habitan al mundo de formas inauditas. Las metáforas se colocan a ras de tierra. Miles de pies que marchan sobre la superficie de un día ocho de marzo del dos mil veintitrés. 

Una Marea de mujeres que se extiende por kilómetros a lo largo de la calle Universidad, en la ciudad de Chihuahua. Una Marea que comienza con el color Verde de un pañuelo amarrado al cuerpo, enredado en los brazos y los puños de mujeres que luchan. 

Una Marea Verde que se vuelve Violeta y Bloque Negro. 

Una Artemisa que resurge con el siglo XXI, que se convierte en multitud y resistencia. 

Un Aquelarre que trastorna los nombres de la civilidad política, que agrieta la política hasta mostrar sus quiebres y fisuras. 

Una Malinche embozada que marcha con la cabeza erguida y el puño izquierdo levantado hacia mañana. 

Las mujeres tienen un nombre (no-hombre) diferente. Un nombre que se vuelve masivo los días ocho de marzo. Ellas saben su nombre y lo escriben en forma de consigna. Un ruido que se agita y sacude, que rompe los silencios, que raya las paredes, que incendia las ventanas con el fuego de la rabia y la angustia, que reclama Justicia -con mayúscula-. Ellas saben su nombre, y no lo dicen en voz baja al oído de nadie… Ellas gritan su nombre… per-for-ma-ti-va-men-te… Gritan su nombre mientras marchan...

II.- A la altura de la glorieta de Pancho Villa, la última parte del contingente comenzaba su avance. Al mismo tiempo, las primeras filas del contingente llegaban hasta Palacio de Gobierno. La avenida Universidad y el centro de la ciudad de Chihuahua, fueron una Marea de mujeres que se desbordó desde las cuatro hasta las siete de la tarde…

III.- El ocho de marzo es una grieta histórica. Un golpe que rompe la normalidad de la política. Y no son las feministas quienes han roto los muros de la política en Chihuahua. La política son una serie de muros que están rotos desde hace largo tiempo, que muestran sus fisuras de manera ostensiva. 

Las grietas de la política local tienen nombres que duelen y sacuden, se llaman: injusticia e impunidad. Se llaman: feminicidio, violencia de género y desaparición forzada. Se llaman: víctima y revictimización. Se llaman: Marisela Escobedo, Marybell Valenzuela y Mya Villalobos. 

Las grietas de la política local tienen miles de nombres que no pueden caber en las cifras de las asesinadas y los desaparecidos. Esas grietas crecen a través de los nombres que no dejan de ser nombrados, cada día ocho de marzo: 

“Me arrebataron mi nombre en el desierto

Juan

garras de odio 

me lo quitaron a jirones…

Me lo hicieron pedazos…

No pude defenderlo… 

amordazaron mis manos  

y mis piernas

y me lo arrancaron de a poquito…

Estoy muy sola sin mi nombre…

Tengo miedo del silencio eterno…

de que nadie pueda

volver a pronunciar mi nombre…

Sálvame

Juan

Nómbrame     Ana     Luisa     Rosario     Yolanda

Bautízame… 

Llámame     Clara     Rebeca      Lucía

Ayúdame a decir presente

cuando Dios llame a todos sus hijos

por su nombre.”

(Carmen Julia Holguín, “Plegaria”, en: “Agualluvia de letras. Poesía femenina chihuahuense 1930-1980”, 2008, Tintanueva ediciones). 

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IV.- Los caminos del feminismo en Chihuahua han tomado dos rumbos diferentes. El primero de estos rumbos, es la formalización y la institucionalización. El segundo camino, es la lucha y la resistencia a ras de tierra, sobre las calles.  

Una parte de las luchas feministas ha comenzado a ser domesticada por las instituciones. Esto queda claro con la agenda que los gobiernos panistas han instalado alrededor del ocho de marzo en la ciudad de Chihuahua. 

El gobierno de Marco Bonilla traza una agenda que comprende desde el domingo cinco de marzo, hasta el domingo doce de marzo en que se festeja el día de la familia. La agenda de ultraderecha de Bonilla, que defiende los intereses familiares postulados por la iglesia católica, se coloca por sobre la agenda feminista, que cada ocho de marzo subraya los reclamos históricos de las mujeres. 

Las instituciones gubernamentales, la iglesia católica, las universidades, las organizaciones civiles que se inclinan hacia la derecha y los medios al servicio del poder, tienen como objetivo estratégico: la domesticación del feminismo en Chihuahua. 

Por un camino ú otro, los colectivos feministas en Chihuahua trazan agendas de lucha que se resisten a ser formalizadas e institucionalizadas. Estas formas de re-politizar  irrumpen sobre los muros del Palacio de Gobierno, del edificio de la presidencia municipal, de las instalaciones del Congreso del Estado y otros espacios públicos que son intervenidos. 

La radicalidad de las luchas feministas tiene la cualidad de ser disruptiva. Si la antítesis de las luchas feministas es la domesticación, habría que plantearse la tesis de la no-domesticación. 

Las grietas de la política local están abiertas, se muestran cada vez más extensas en su dis-funcionalidad, en sus maneras de no responder a los reclamos de las mujeres, en las orillas de una impunidad que no deja de crecer, en la continuidad de una injusticia que se vuelve intolerable. Sobre esas grietas, son colocados los golpes de los martillos feministas. 

Se trata de abrir más las fisuras de la política local. 

Se trata de re-politizar a la política a partir de una agenda feminista, que reclama lo justo, lo necesariamente justo. 

Se trata de golpear con un martillo las cuarteaduras de la política, para mostrar la desnudez de lo que somos.  

Se trata de alumbrar una larga noche de violencia e impunidad que no se aquietan.  

Se trata de quemar la oscuridad que ya nos ha dolido demasiado. 

Se trata de raspar un cerillo contra el borde de su caja, para iluminar las ventanas de utopía que habrán de ser mañana…

V.- Juzgar al feminismo, someterlo a los juicios de la formalidad política, de la fría convencionalidad cuyos límites tienen la forma de muros y ventanas, de puertas y edificios a los que se les rinde culto y pleitesía. 

Juzgar al feminismo sobre el paredón de la prensa local que sirve a los intereses del poder en turno. Juzgarlo por encargo de los hombres y las mujeres del poder en Chihuahua, y colocarlo en las ocho columnas de un periódico que se vende al mejor postor. 

Esa también es una fisura, una rotura que se expande y muestra lo absurdo de la dis-funcionalidad política. La política está rota. La prensa de Chihuahua está rota, y se rompe desde las finanzas públicas que pagan para pegarle a unas(os) y no pegarle a otras(os): 

“Durante el 2022, el gobierno encabezado por Maru Campos gastó dos veces más de lo proyectado en recursos entregados a medios, de acuerdo con el reporte de estados financieros correspondiente al último trimestre del año.

Inicialmente, a la Coordinación de Comunicación se le designó un gasto de 122 millones 641 mil 892 pesos por concepto de difusión por radio, televisión y otros medios de mensajes sobre programas y actividades gubernamentales... Al final del año, la dependencia pagó… En total, 242 millones 266 mil 445 pesos en servicios de publicidad contra un presupuesto inicial aprobado de 122 millones.” (“Sin funcionar, Plataforma Centinela gastó 40 millones en publicidad”, La Verdad Juárez, 1 de marzo de 2023). 

VI.- Entre los videos de los acontecimientos que documentaron la marcha del ocho de marzo en la ciudad de Chihuahua, circula uno en el que se registra un acto de provocación por parte de dos hombres, quienes desde el segundo piso del Palacio de Gobierno lanzaron dos granadas de gas lacrimógeno a las manifestantes. Esto sucedió minutos antes del incendio de las ventanas del edificio del poder ejecutivo. 

Hipotéticamente, algunos medios comienzan a afirmar que este acto, fue provocado de manera premeditada.  

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De cualquier forma, el acto de lanzar granadas de gas lacrimógeno a las manifestantes, se generó desde adentro del Palacio de Gobierno, justo desde el balcón que sirve de escenario para que los(las) gobernadores(as) den el grito de independencia. 

Estos hechos son contradictorios con los discursos de no agresión que fueron pronunciados por la gobernadora, María Eugenia Campos, y el presidente municipal de Chihuahua, Marco Bonilla. 

En su cuenta de Twitter, el periodista de “Raíchali”, Oscar Rosales,  documenta al respecto (en: https://twitter.com/pollorosalesmx/status/1633719678253277184?s=46&t=QQx_w62SmuaE4yrlwyx14A).