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Impunidad, igual que antes
Sin Retorno

Impunidad, igual que antes 7 de mayo de 2018

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

No con el ritmo, frecuencia y número, pero la oleada homicida se ha apoderado de la sociedad chihuahuense nuevamente, como en el pasado, cuando nos atrapó entre el 2008 y el 2011, que nos concedió un breve período en el que se atenuó, para regresar a partir de los inicios del 2106.

Ciertamente, en el período de los años 2012 al 2015 disminuyeron los índices homicidas pero nunca regresaron a los niveles de 2007, el año con la peor cifra, hasta entonces.

Démosle la razón al actual gobernador Javier Corral, cuando dice que en el sexenio anterior se dejaron de hacer las cosas necesarias para afrontar al crimen organizado. Eso está bien decirlo, el problema radica en que el actual grupo gobernante lleva 18 meses en el mando.

En ese lapso, el de estos gobernantes, han asesinado a alrededor de 3 mil personas.

Es un mundo de dolor. Los afectados directamente por la tragedia individual, personal, de cada una de esas víctimas, son 150 mil chihuahuenses, y de manera indirecta (de acuerdo con diversos estudios, que calculan el número de personas del entorno de cada una de las víctimas fatales) llegan al medio millón de chihuahuenses.

Es mucho dolor, es insoportable. No lo atenúa, ni siquiera, la frase fácil, discriminatoria, inhumana de -“andaba en malos pasos, por eso lo mataron”-.

No hay justificación alguna para el homicidio, para sancionar a los culpables de ello contamos con las instituciones encargadas de la procuración y aplicación de la justicia, el problema es que éstas no realizan su trabajo.

Y no hay atenuantes, los homicidios son delitos de la competencia estatal, del gobierno de Chihuahua. Sólo después de encontrar las evidencias necesarias de la vinculación con la comisión de delitos federales, con el crimen organizado, se convierten en competencia federal, pero la investigación inicial de todos los homicidios es responsabilidad de quienes llegaron al gobierno en octubre del 2016.

¿Cuántos de esos 3 mil asesinatos en la actual administración, la dirigida por Javier Corral, se han esclarecido? ¿De esos homicidios, cuántos presuntos responsables se encuentran detenidos? ¿Cuántos sentenciados culpables?

Son cifras ajenas a los chihuahuenses, no abordadas en el discurso oficial de quienes gobiernan, no existe esa realidad, ni siquiera cuando la tragedia llega a círculos sociales más sensibles como ahora ocurre en el asesinato de dirigentes y candidatos del PRD de Ignacio Zaragoza, o del dirigente municipal del PES en Chihuahua, no obstante que en el primer caso se presenta en un municipio vecino de Gómez Farías, población de la cual fue secuestrado el médico Blas Godínez, Director del Centro de Salud, meses atrás, sin aparecer, luego de cruentos enfrentamientos, en diversas ocasiones en esa población.

No hay nada, la impunidad, como ayer, como siempre, las investigaciones, en la práctica, ya ni se efectúan. Los mandos ministeriales, cuando sospechan del involucramiento de una de las víctimas fatales con el crimen organizado, ya no las realizan.

Ahí tenemos los resultados de no investigar. Más de 300 sicarios “toman” una población, disparan, amagan, amenazan, secuestran a algunos pobladores, incendian locales, casas, son dueños de almas, posesiones, vidas, policías y gobiernos.

Y no solamente en Ignacio Zaragoza y Gómez Farías, lo mismo ocurre en una extensa zona del occidente de Chihuahua.

¡La culpa la tiene Duarte!

¿De veras?

Para prevenir una oleada criminal y sustituir a las policías municipales, a principios del gobierno del amanecer, tomó la determinación, ilegal, anticonstitucional, de sustituir a los mandos y a todo el personal de las policías de 7 municipios con la policía estatal y bajo la conducción de los mandos, también estatales.

La violencia no sólo no disminuyó, creció, el fracaso es evidente y no aparecen, por ninguna parte, las medidas para afrontar tal situación.

En tanto que crece la percepción que el gobernante parece más preocupado por el devenir de las campañas electorales que por sus responsabilidades concretas al mando de la procuración de la justicia en Chihuahua.

En esa materia está reprobado.

¿Reflexionará? ¿Será capaz de rectificar, de pensar el 100% de su tiempo en las tareas derivadas de su función?

Ojalá.

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Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario