(II) Las batallas por el currículo en el siglo XXI: Las (dis)torsiones analíticas*

(II) Las batallas por el currículo en el siglo XXI: Las (dis)torsiones analíticas* 3 de marzo de 2023

Leonardo Meza Jara

Chihuahua, Chih.

I.- En México, las prácticas de la gimnasia de la razón fueron inauguradas por los positivistas en la segunda mitad del siglo XIX. Gabino Barreda es el precursor de la “gimnástica del espíritu”, cuyas ejercitaciones son capaces de conducir a los seres humanos hasta lo imposible. El positivismo de Barreda concibió las capacidades intelectuales (léase “espíritu”, mente”, “racionalidad”, etc.) como si fueran una “gimnástica”:

«Pues bien, lo que no ha podido hacerse, ni intentarse siquiera con la gimnástica del cuerpo, la ley de instrucción pública lo ha realizado con la gimnástica del espíritu. El programa de esta fue evidentemente establecer una serie de ejercicios, que fortificasen y desarrollasen cada una de las facultades mentales y los órganos correspondientes, de una manera gradual y segura; pero haciendo de manera que cada uno de estos ejercicios que constituyen siempre una condición indispensable del perfeccionamiento y desarrollo cerebral lo mismo que del muscular…» (Barreda, “La instrucción pública”, en: “La educación positivista en México”, 1998, P. 173).

Para el positivista mexicano Gabino Barreda, los procedimientos inductivos que procesan datos, los mecanismos deductivos que tienen como base al silogismo y las capacidades de la razón que acompañan al método científico, son una serie de ejercitaciones que son concebidas como una “gimnástica del espíritu”. 

Pero al poner en marcha las capacidades racionales mediante una “gimnástica”, los ejercicios realizados pueden desembocar en el contorsionismo. Una inferencia inductiva que tiene como base la interpretación de datos, puede convertirse en el movimiento de un cuerpo que llega hasta los límites de la desarticulación de los huesos. 

Un silogismo cuya base es un encadenamiento de razones deductivas, puede ser practicado como si fuera un triple salto mortal que se estrella contra el piso. Los pasos del método científico pueden convertirse en una serie de ejercicios cuya capacidad de torsión, desemboca en lo inaudito.

Los límites de la “gimnástica del espíritu”, que en México fue inaugurada por el positivismo que terminó apoyando al gobierno de Porfirio Díaz, son el contorsionismo.  

Un contorsionista del cuerpo humano, puede ser capaz de doblar su espalda hacia atrás y tocar el piso con las palmas de las manos, al mismo tiempo que lo toca con las plantas de los pies. Un contorsionista del “espíritu” (“racionalidad”, “mente”) es un gimnasta de la razón y la interpretación, cuyos movimientos evolucionan hasta lo imposible.

Voluntariamente, Barreda fue el precursor de la “gimnástica” de la racionalidad positivista en México. Involuntariamente, el mismo Barreda es el iniciador del “contorsionismo” de la racionalidad positivista, que es capaz de torcer y re-torcer los procedimientos interpretativos y los fundamentos de verdad,  hasta convertirlos en un espectáculo de circo. 

En los mismos discursos de Gabino Barreda, que fueron escritos entre las décadas de 1860 y 1870, es posible identificar ejercicios de la razón positivista, cuyas con-torsiones interpretativas toman la forma de dis-torsiones epistemológicas. En el presente artículo, no se analizan las con-torsiones interpretativas (plano hermenéutico) o las dis-torsiones de la verdad (plano epistemológico) que están presentes en los discursos positivistas de Barreda. Se deja esta tarea para un momento posterior.

El objetivo de este artículo consiste en analizar las torsiones analíticas que forman parte de los textos escritos por los detractores de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) de un año a la fecha. 

En los ejercicios analíticos mediante los cuales se ha rechazado la reforma curricular del actual sexenio, se identifican desaciertos hermenéuticos (con-torsiones interpretativas) y sesgos epistemológicos (dis-torsiones de la verdad). Los ejercicios racionales de la “gimnástica del espíritu” de quienes se oponen a los cambios educativos de la NEM, que genealógicamente pueden ser rastreados hasta el positivismo mexicano del siglo XIX, son un con-torsionismo digno de reconocimiento.

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II.- En los alegatos de quienes han rechazado la reforma curricular de la NEM se identifica la presencia de vacíos informativos, sesgos interpretativos y sobreinterpretaciones. 

Cuando se realiza un análisis con la falta de datos suficientes, se generan vacíos informativos que dan lugar a interpretaciones cuestionables. 

Cuando se tuerce la interpretación de determinados datos para someterlos a una valoración predeterminada, se hace presente un sesgo epistemológico que manipula la verdad.  

Cuando un análisis se inflama retóricamente al calor de las batallas ideológicas y políticas, se genera una interpretación exaltada que desemboca en una “sobreinterpretación” (“Interpretación y sobreinterpretación”, Humberto Eco, 1997).

En diversos textos, mediante los cuales se rechaza la reforma curricular de la Nueva Escuela Mexicana, se identifican torsiones analíticas. La gimnástica racional de los opositores al proyecto educativo del sexenio lópezobradorista, desemboca en un contorsionismo que resulta sorprendente en sus maneras de torcer y re-torcer las interpretaciones (plano hermenéutico) y las posibilidades de acceder a la verdad (plano epistemológico).

Los ejercicios de con-torsionismo interpretativo y dis-torsión de la verdad de los detractores de la Nueva Escuela Mexicana son plenamente identificables. 

Enseguida, se anotan ejemplos de un vacío informativo (A), un sesgo interpretativo (B) y una sobreinterpretación (C), que se identifican en diversos análisis realizados por los intelectuales que rechazan los cambios curriculares generados durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. 

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A.- En torno a la reforma curricular de la NEM se han generado diferentes momentos de debate. Uno de estos momentos sucedió en las primeras semanas del mes de febrero de 2023, y fue generado a partir de la filtración a la prensa del texto: “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro”. Diversos intelectuales publicaron artículos críticos a este respecto. Entre los artículos escritos en contra del libro mencionado, destacan los siguientes:

- El periódico Reforma publicó la nota “El ABC de la SEP a maestros: leer a Marx, Lenin y Bakunin” (2 de febrero de 2023).

- Christopher Domínguez Michael escribió el artículo “Recetas de marxismo–leninismo sin ortografía”, en el sitio de internet de Letras Libres (3 de febrero de 2023).

- Eduardo Backhoff Escudero publicó dos artículos: “Un libro con recetas (marxistas) para docentes” [El Universal, 6 de febrero de 2023] y “Libros de texto gratuitos: la visión cuatroteísta” [El Universal, 20 de febrero de 2023].

- Con el seudónimo de Gil Games, Rafael Pérez Gay escribió el artículo “Marx Arriaga y Sady Loaiza, educadores” (Milenio, 6 de febrero de 2023).

- Luis Froylán Castañeda publicó el artículo “Hacia la proletarización definitiva. Marx y Lenin como guías pedagógicas”, en el portal La Visión de Chihuahua (2 de febrero de 2023).

En primer término, los problemas de interpretación (plano hermenéutico) y postulación de la verdad (plano epistemológico) de los artículos mencionados, tienen que ver con los datos (evidencia empírica) que fundamentan los análisis realizados. 

Aquí cabe preguntarse: ¿Hay datos (evidencia empírica) suficientes para sustentar las críticas que el periódico Reforma, Domínguez Michael, Backhoff Escudero, Pérez Gay y Castañeda han planteado en torno al texto “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro”? 

Para responder esta pregunta, debe tomarse en cuenta que el texto “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro” que se filtró a la prensa, no es una versión definitiva que ha sido reconocida oficialmente por la SEP. Sino que este libro es una versión preliminar que está todavía en proceso de elaboración y, que probablemente será modificada antes de su edición final. 

Las autoridades de la SEP han declarado que a mediados del año 2023 se darán a conocer las versiones definitivas de los libros que son parte de la reforma curricular de la Nueva Escuela Mexicana. De hecho, existen varias versiones del texto “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro”. 

De estas versiones diferentes, al menos dos han sido filtradas a la prensa: 

Una primera versión de este libro fue filtrada la última semana de diciembre del 2022. En este primer texto no existe el apartado en el que se recomienda a los docentes leer a Marx, Lenin y otros autores de la teoría crítica. En el siguiente link puede ser consultada la primera versión filtrada del libro que ha causado tanta polémica: file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/1_DOCENTES_fase_3.pdf       

Una segunda versión filtrada a los medios, se dio a conocer el 18 de febrero pasado, por parte del Youtuber educativo Alex Duve. En la página 26 de esta segunda versión del polémico libro, se recomienda a los maestros leer a Marx, Lenin y otros autores de la teoría crítica. La segunda versión filtrada de este texto se puede consultar en el siguiente link:  https://drive.google.com/file/d/1JcGCTJxd5by8D3ZvU4foupwztCzl97LG/view 

Hay entonces, al menos dos versiones de “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro”. En esta parte se pregunta: ¿Cuál de las dos versiones preliminares de este libro será la definitiva: la versión que recomienda leer a Marx, Lenin y otros autores de la teoría crítica o, la versión que ni siquiera menciona a estos autores? ¿O tal vez, el texto que formalmente sea reconocido y publicado por la SEP, será diferente a las dos versiones que han sido filtradas a los medios? 

Hasta el momento no se tiene la información suficiente para responder las preguntas planteadas. El vacío de información es evidentemente problemático, al momento de emitir valoraciones sobre los libros de texto de la Nueva Escuela Mexicana.

Las dudosas interpretaciones (plano hermenéutico) y las relativas posibilidades de verdad (plano epistemológico) de los artículos publicados por el periódico Reforma, Domínguez Michael, Backhoff Escudero, Rafael Pérez Gay y Castañeda, forman parte del juego: Dónde quedó la bolita. Sobre la mesa del debate educativo, mientras la SEP mueve los vasos que esconden la versión final del texto “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro”, los detractores de la NEM se enganchan en un juego que se juega a ciegas.  

Las críticas realizadas al texto “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro” están envenenadas por la incertidumbre.  

Incluso, puede llegar a pensarse que la filtración de la segunda versión del libro en cuestión, es un anzuelo estratégicamente lanzado por las autoridades de la SEP para conducir el debate educativo hacia determinado territorio ideológico y político. A lo largo del sexenio, una y otra vez los operadores de la 4T y de Morena han lanzado anzuelos para polarizar el debate ideológico y político. 

Hasta el momento, esta estrategia polarizante ha sido fructífera para la izquierda partidista en México. Aunque es necesario tener en cuenta, que las confrontaciones polarizantes son un reduccionismo y un maniqueísmo ideológico y político. 

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En torno a la reforma curricular de la Nueva Escuela Mexicana, y específicamente, en torno al texto “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro”, ni todo es blanco, ni todo es negro. 

Para evitar las trampas del reduccionismo y el maniqueísmo, los análisis de las reformas curriculares que se han realizado en México desde finales del siglo pasado hasta la fecha, requieren ser desarrollados con la información suficiente,  la toma de distancia necesaria y la frialdad pertinente.

B.- En el desplegado “En defensa de la educación” que fue publicado inicialmente en el portal de internet del periódico La Crónica en abril de 2022 , se plantean una serie de afirmaciones en las que están presentes sesgos interpretativos (https://www.cronica.com.mx/nacional/docentes-acusan-sep-abandona-educacion-real-plan-ideologizado.html). En este desplegado hay al menos cuatro contenidos erróneos: 

Primera afirmación sesgada:  “… el maestro no evaluará a los alumnos con exámenes ni pondrá calificaciones, los alumnos se calificarán a sí mismos…”

Segundo planteamiento sesgado: “…desaparecerán las asignaturas…”

Tercera afirmación sesgada: “… desaparecerán los grados y la escuela se organizará por fases…”

Cuarto planteamiento sesgado: “… el conocimiento científico perderá su posición privilegiada en el currículum, de modo que aprender matemáticas o ciencias tendrá igual valor que aprender las creencias, las tradiciones, los rituales y las fiestas de la comunidad…”

Se analizan enseguida cada uno de estos cuatro sesgos interpretativos.   

La afirmación del desplegado “En defensa de la educación”,  que sostiene que “…el maestro no evaluará a los alumnos… ni pondrá calificaciones…” es una falacia. 

La SEP publicó el “Acuerdo número 14/08/22, que establece el Plan de Estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria”, en el Diario Oficial de la Federación en agosto de 2022. En la parte final de este “Acuerdo” se anota un link que remite al “Plan y programas de estudio de educación preescolar, primaria y secundaria”, que es reconocido oficialmente (en:  https://www.dof.gob.mx/2022/SEP/ANEXO_DEL_ACUERDO_14_08_22.pdf). 

Existen varias versiones del plan y programa de la Nueva Escuela Mexicana, las cuales se dieron a conocer durante el primer semestre del año 2022. 

Al momento de analizar y emitir valoraciones sobre el nuevo plan y programa, es necesario remitirse al documento reconocido oficialmente por la SEP. El desplegado “En defensa de la educación”, mediante el cual 120 intelectuales manifestaron su oposición a la reforma curricular de la NEM fue publicado el 19 de abril de 2022. El plan y programa reconocido formalmente por la SEP, se publicó cuatro meses después (14 de agosto de 2022).

A lo largo de las 214 páginas del Plan y programa de estudio oficial, el concepto de “evaluación” es mencionado 63 veces. 

De hecho, entre las páginas 79 y 84 de este documento existe un apartado titulado: “La evaluación de los aprendizajes”. En este apartado se precisan los fundamentos teóricos que sustentarán la evaluación que tendrá dos momentos: un “primer momento” que responde a una “evaluación formativa” y un “segundo momento” que corresponde a la “acreditación”.  

A lo largo de cinco páginas se explican detalladamente los fundamentos y procedimientos que sustentan los procesos de evaluación en educación básica. El plan y programa aprobado durante el gobierno de López Obrador, abre un debate con el enfoque tecnocrático de la evaluación que fue impulsado durante los sexenios de Calderón (2011) y Peña Nieto (2017). 

La segunda falacia contenida en el desplegado “En defensa de la educación”, sostiene que “…desaparecerán las asignaturas...” 

Estrictamente, en los planes y programas de la NEM no desaparecen las asignaturas como áreas de estudio, sino que estas quedan inscritas en espacios curriculares más amplios y más complejos en las maneras de organizar el conocimiento. 

En las últimas tres décadas, los aportes del pensamiento complejo de Edgar Morín han replanteado las formas de entender el conocimiento (debate epistemológico) y, las maneras en que este conocimiento se organiza en el campo educativo (debate curricular).  

En el ámbito educativo hay dos libros escritos por Morín que clarifican sobre el tema:  “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” (1999) y “La cabeza bien puesta. Repensar la reforma, reformar el pensamiento. Bases para una reforma educativa” (1999). El primero de los libros mencionados fue publicado por la UNESCO, una de las instituciones de mayor prestigio en el área de la educación a nivel mundial.  

La organización de los planes y programas de educación básica de los años 2011 y 2017, tuvo como fundamento al pensamiento complejo. 

Conceptos como “campo formativo”,  “enfoque competencial”, “articulación”, “transversalidad”, “interdisciplina”, etc., que están incluidos en los documentos curriculares de 2011 y 2017, forman parte de una variedad de componentes que tienen como base al pensamiento complejo. 

En la ciudad de Hermosillo, Sonora, existe una institución de educación superior que está basada completamente en el pensamiento complejo, la “Multiversidad mundo real: Edgar Morín” (https://multiversidadreal.edu.mx/). 

Varias universidades mexicanas le han otorgado a Edgar Morín el doctorado Honoris Causa. 

En noviembre de 2003, la Universidad Veracruzana le otorgó este reconocimiento al pensador francés (https://www.uv.mx/universo-hemeroteca/122/regional/reg3.htm). La Universidad Autónoma de Chihuahua hizo entrega de este mismo reconocimiento en junio de 2021 (https://uach.mx/noticias/2021/6/3/otorga-uach-a-edgar-morin-doctorado-honoris-causa-filosofo-impulsor-de-la-transformacion-de-la-educacion-en-el-mundo/).  

Morín es un pensador que tiene un amplio reconocimiento académico en México, América Latina y el mundo entero. 

En las últimas décadas el replanteamiento del currículo en México en base a los aportes del pensamiento complejo ha sido reiterado. El proyecto de la Nueva Escuela Mexicana que modificó los planes y programas en 2022, no hace más que profundizar la organización del currículo en base a los aportes del pensamiento complejo. La NEM organiza el conocimiento curricular en base a cuatro “campos formativos” que tienen una lógica transdisciplinaria: lenguajes; saberes y pensamiento científico; ética, naturaleza y sociedades y; de lo humano y lo comunitario. La organización del currículo que introdujo los “campos formativos”, inició con las reformas educativas de los años 2011 y 2017. 

Un “campo formativo” es un área de saber curricular en la que se agrupan varias disciplinas que se interrelacionan complejamente. De esta forma, se plantea una reconfiguración  epistemológica que pasa de la segmentación disciplinaria (la división y subdivisión del saber en asignaturas) a la integración transdisciplinaria (la conjunción del saber en campos que interrelacionan diferentes asignaturas). En el plan y programa 2022, a lo largo de diez páginas se explica con detenimiento la organización compleja del currículo en base a “campos formativos” (Ibidem. P. 124-136).

Uno de los aportes fundamentales del pensamiento complejo, plantea que los problemas del mundo no se dividen en parcelaciones disciplinares, que separan las ciencias exactas (matemáticas, física, química, biología, ecología, etc.) de las ciencias sociales (política, historia, sociología, economía, antropología, geografía, etc.) y las humanidades (la filosofía y las artes). Sino que estos problemas son complejos, al formarse por contenidos que son parte de diferentes territorios disciplinares. 

Por ejemplo, el problema del calentamiento global requiere ser entendido desde una perspectiva complejizante, que tome en cuenta los aportes de disciplinas como: la ecología, la biología, la química, la historia, la sociología, la política, la economía, etc. 

Es decir, el problema del calentamiento global amerita ser analizado desde un punto de vista transdisciplinario. La generalidad de los problemas del siglo XXI ameritan ser pensados y tratados desde un enfoque transdisciplinario. 

La fundamentación epistemológica y pedagógica del currículo 2022, parte entonces de un enfoque transdisciplinario que organiza el conocimiento en cuatro campos formativos. Cada uno de estos campos formativos es una conjunción de diferentes contenidos disciplinares, que anteriormente se organizaron en asignaturas. Por lo tanto, afirmar sin mayor aclaración que “…desaparecerán las asignaturas…”,  es una interpretación sesgada. 

Lo que ha sucedido con el proyecto curricular de la NEM aprobado en 2022 (y con los currículos aprobados en 2011 y 2017), es que las áreas del saber que antes se organizaban disciplinarmente en asignaturas o materias, comenzaron a organizarse desde una perspectiva transdisciplinaria a partir de campos formativos.

El tercer sesgo interpretativo del desplegado “En defensa de la educación”,  refiere que “… desaparecerán los grados y la escuela se organizará por fases…”. 

Con los cambios curriculares del actual sexenio los grados escolares no desaparecen, sino que siguen organizándose de la misma manera: tres grados del preescolar, seis grados de educación primaria y tres grados de secundaria. Lo que sucede, es que junto a los “grados escolares”, se organizan lo que se concibe como “fases”. 

Entre las páginas 139 y 141 del Plan y programa de educación básica reconocido formalmente por la SEP, se explica la doble organización que mantiene los “grados escolares" junto a seis “fases” (la primera fase comprende la educación inicial, la segunda fase está formada por los tres grados de preescolar, la segunda fase considera segundo y primero de primaria, la tercera fase se integra por tercero y cuarto grados de primaria, la quinta fase comprende quinto y sexto de primaria y, la sexta fase se forma por los tres grados de secundaria).

Esta forma de organizar el currículo que considera dos temporalidades diferentes no es nueva. Desde el diseño del “Plan y programa 2011” de educación básica (P. 42), se consideró una doble organización en la temporalidad del currículo, que tomaba en cuenta “grados escolares” y “periodos”. En el currículo 2011, esta doble organización temporal estaba directamente relacionada con la evaluación de los  “estándares curriculares” establecidos en las evaluaciones de los exámenes Pisa y Enlace.

Finalmente, la cuarta falacia que se identifica en el desplegado “En defensa de la educación”, plantea que: “… el conocimiento científico perderá su posición privilegiada en el currículum…”. Este señalamiento tampoco es certero. 

La ciencia sigue teniendo un reconocimiento privilegiado en el currículo de la Nueva Escuela Mexicana. Las palabras “ciencia” y “científico” aparecen anotadas 39 veces en el plan y programa de educación básica reconocido por la SEP. El artículo 3º reformado el año 2019, plantea entre sus contenidos principales:

«Los planes y programas de estudio tendrán perspectiva de género y una orientación integral, por lo que se incluirá el conocimiento de las ciencias y humanidades: la enseñanza de las matemáticas, la lecto-escritura, la literacidad, la historia, la geografía, el civismo, la filosofía, la tecnología, la innovación, las lenguas indígenas de nuestro país, las lenguas extranjeras, la educación física, el deporte, las artes, en especial la música, la promoción de estilos de vida saludables, la educación sexual y reproductiva y el cuidado al medio ambiente, entre otras.»

En el currículo de la Nueva Escuela Mexicana, el conocimiento de las ciencias exactas y las ciencias sociales, se desarrolla junto al conocimiento de las humanidades, desde una perspectiva que integra diferentes territorios desde los cuales se construye el saber en el siglo XXI. 

C.- Otro mecanismo que distorsiona los análisis que se elaboran sobre el currículo de la Nueva Escuela Mexicana son las sobreinterpretaciones, en las que son exaltados los contenidos ideológicos y políticos. 

Por ejemplo, desde los mismos títulos, los artículos publicados por Christopher Domínguez Michael (“Recetas de marxismo–leninismo sin ortografía”), Eduardo Backhoff Escudero [“Un libro con recetas (marxistas) para docentes”] y Luis Froylán Castañeda (“Hacia la proletarización definitiva. Marx y Lenin como guías pedagógicas”) escandalizan por la presencia de Marx, Lenin y otros autores de la teoría crítica en los libros elaborados por la SEP.  

Pero hay que tener claro, que en la segunda versión filtrada del texto “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro” (Ibidem.), las referencias a Marx y Lenin forman parte de lo que en la academia universitaria se reconoce como: “bibliografía indirecta”. 

Las teorías propuestas por Marx y Lenin no forman parte sustantiva de los contenidos del texto referido, sino que este libro tiene otros fundamentos teóricos en sus diferentes apartados. Los nombres de Marx y Lenin, son mencionados una sola vez en este libro sin abordar de manera directa sus planteamientos teóricos, ideológicos o políticos. 

El texto “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro” no es marxista, ni leninista. La fundamentación filosófica y pedagógica de este libro y del currículo de la Nueva Escuela Mexicana, tiene como base las teorías decoloniales que se han elaborado en América Latina en las últimas décadas. Las teorías decoloniales que abrevan del pensamiento de Paulo Freire, Enrique Dussel, Boaventura de Souza y otros autores latinoamericanos, son posmarxistas. 

Esto último significa, que toman una distancia de la teoría propuesta por Carlos Marx y abren nuevos horizontes en las maneras de entender el mundo. 

El sociólogo sueco Göran Therborn plantea a este respecto:

«El término posmarxismo se utiliza aquí en un sentido amplio, y hace referencia a los autores con una formación explícitamente marxista cuya obra reciente ha trascendido la problemática marxista, y que no reivindican en público un compromiso actual con el marxismo. Los posmarxistas no son exmarxistas, y no denuncian el marxismo ni reniegan de él; podemos hablar de desarrollo y de nuevos deseos, en efecto; puede que incluso de divorcio, pero, sea como fuere, se trata de una separación amistosa.» (“Del marxismo al posmarxismo”, 2014, P. 81).

En el siglo XXI, el posmarxismo de las teorías decoloniales es una forma de ir más allá de los planteamientos originales de Marx que se encierran en el solo territorio de la economía política (los contenidos de “El capital”), para abrir paso a los debates que están atravesados por las luchas feministas (la categoría de género), las luchas indígenas (la categoría de raza), las luchas por el reconocimiento de las minorías sexuales (la diversidad sexogenérica) y las luchas en contra de la exclusión económica. 

De hecho, el gobierno de López Obrador no tiene en lo más mínimo una inclinación marxista, y esto queda demostrado con el reciente anuncio de la instalación de una planta para la fabricación de automóviles Tesla en el estado de Nuevo León, que proyecta una inversión extranjera privada que llegará a los 5 mil millones de dólares en los próximos años (“Invertirá Tesla cerca de 5 mil millones de dólares en México”, Aristegui Noticias, 28 de febrero de 2023). 

La reforma curricular de la Nueva Escuela Mexicana no es marxista, ni leninista, sino que es una entidad híbrida, un ensamblaje cuyos contenidos decoloniales, posmarxistas,  posmodernos y basados en el pensamiento complejo, convergen incluso con las instituciones evaluacionistas heredadas del periodo neoliberal: el USICAMM (que sustituye al Servicio Profesional Docente) y el MEJOREDU (que tomó el lugar del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación). 

* Este es el segundo artículo de una serie que irá siendo publicada en las semanas siguientes. El objetivo de esta serie de artículos consiste en hacer un análisis de la reforma curricular de la Nueva Escuela Mexicana, como una propuesta alternativa a las políticas educativas neoliberales que se han implementado en México en las últimas décadas.