Chihuahua, Chih.
Nuevamente México se colocó en el primer lugar de las naciones más violentas del mundo pues 19 ciudades, de las ubicadas en los primeros 50 lugares en el mundo, son mexicanas.
Esto es, el 40% del medio centenar están en el país, de acuerdo con el estudio realizado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal con los homicidios cometidos en el mundo en el año 2019.
Peor. Las cinco ciudades más violentas del mundo estaban, en ese año, en México: Tijuana, Ciudad Juárez, Uruapan, Irapuato y Ciudad Obregón.
Además, el estado de Chihuahua contaba con dos lugares en tan tétrica y dolorosa estadística pues la capital del estado también aparece entre las primeras 50 más violentas.
Pudiera argüirse que son datos del año anterior, el problema es que la incidencia no ha disminuido en el presente año y, al contrario, pareciera crecer, sin que haya, ni siquiera en el curso de la pandemia que obligó a una disminución de la movilidad y que, por tanto, se creyera, que las dependencias policiales estarían en mejores condiciones para investigar, detectar y combatir a las bandas criminales y sus sicarios, que regresaron a colocar a la entidad y al país en el lugar más terrorífico del mundo.
Tan solo para ubicar la dimensión del problema en el estado de Chihuahua, sirva el hecho de que entre el primero y segundo bimestres del año, los asesinatos crecieron 24% en todo el estado, de acuerdo a datos oficiales de la Fiscalía General del Estado. (Nota de Staff/El Diario de Chihuahua, 19/V/20).
El salto es significativo pues durante enero y febrero se cometieron 394 asesinatos, mientras que en marzo y abril aumentaron a 519.
Las autoridades estatales y las municipales de Juárez coinciden en sus apreciaciones, en las que ubican al narcomenudeo como la causa principal de los homicidios, a diferencia, dicen, del pasado, aquel de la racha anterior, la del 2008-2011, en la que los ataques fueron, también, arguyen, contra la sociedad y no solamente en contra de sus adversarios.
Bueno, si tal cosa es cierta, no se explican los nulos resultados en el combate a la violencia y la criminalidad ocurridos en 2019 y lo que va del presente año pues, entonces, el universo de la criminalidad se habría disminuido, ya que se descartaría el factor internacional del combate al narcotráfico y podrían, las corporaciones policiacas y las de investigación de los crímenes cometidos, enderezar sus acciones en la investigación de los lazos criminales, las redes de protección, las estructuras financieras y las empresas utilizadas para lavar el dinero procedente de ese negocio.
Por supuesto que eso no ha ocurrido, al contrario, las corporaciones policiacas de Chihuahua han protagonizado uno de los peores episodios de su historia; no solo por la continua y salvaje agresión a la que han estado sometidas, sino a la evidente incapacidad de sus más altos mandos, sostenidos por el gobernador Corral a contrapelo de una sociedad que, a veces, pareciera vivir en el pasmo contemplativo de una violencia que a ratos atemoriza y angustia y con una especie de conformidad ante la ineficacia y frivolidad del actual grupo gobernante.
Y que ahora lo ve más preocupado por la siguiente elección que en atender los múltiples aspectos del combate a la pandemia. Atónitos, acudimos a presenciar sus respuestas, cuando se le llega a cuestionar tal descuido, contesta que esa es una tarea de la Secretaría de Salud!
Peor, si se puede catalogar de esa manera, es lo que ocurre en el ámbito nacional.
A pesar de la incorporación de los efectivos militares a la naciente Guardia Nacional (con más de año y medio de creada) las ejecuciones se incrementan al paso de los días y no hay una estrategia que pudiera catalogarse como tal; también, al contrario, como ocurre en el ámbito estatal, la ineficiencia pudiera ser el calificativo.
Vamos, hasta el último de los hechos, presumido por todo el morenaje en el país, el del congelamiento de cuentas al Cártel Jalisco Nueva Generación, obedece a la concreción de una operación de las autoridades norteamericanas, que en voz del presidente López Obrador se trataba de que “hubo solicitud del gobierno de Estados Unidos, en el sentido de que tenían información y de acuerdo a los convenios de cooperación se tenían que congelar cuentas de este grupo”. (Nota de La Jornada, 3/VI/20).
Es decir, no obedeció a una investigación de las autoridades mexicanas sobre un grupo criminal que actúa en nuestro territorio.
El agravante estriba en que la oleada violenta en el país obedece, en buena medida, al papel de los grupos criminales en el tráfico de drogas en el concierto internacional.
Para combatir tal delito se requiere de algo más que lo que hace la 4T.
Como en el tema de la economía, si el gobierno de López Obrador no es capaz de superar tan violenta oleada, es muy probable que su hegemonía electoral pueda durar solo una elección: La pasada.
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