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Hace crisis la industria automovilística en México

Por amenazas de Trump

Hace crisis la industria automovilística en México 17 de enero de 2017

Luis Javier Valero Flores

Ante la inminente llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos y sus amenazas a la industria automovilística instalada en México, las reacciones de las empresas poco a poco parecieran ceder ante el discurso del presidente electo.

Así, el lunes anterior, General Motors Co anunció el martes nuevas inversiones en el sector manufacturero estadounidense por cerca de mil millones de dólares y el traslado de parte de su producción a Estados Unidos desde México, además de que creará en ese país cinco mil empleos en los próximos años; asimismo, anunció la repatriación de 450 plazas desde México, todo lo anterior en un comunicado.

GM indicó que esta nueva inversión se agrega a los 2 mil 900 millones de dólares anunciados en 2016 y a los más de 21 mil millones invertidos en Estados Unidos desde 2009.

“Estados Unidos es nuestro mercado doméstico y estamos decididos a contribuir a un crecimiento rentable para nuestros empleados, nuestros concesionarios y nuestros proveedores," aseguró la directora general María Barra, citada en el comunicado.

Otras empresas, entre ellas la minorista Wal-Mart anunció que iba a crear 10 mil empleos suplementarios en EU en 2017.

Trump se vanaglorió de tales anuncios: ”Con todos los trabajos que estoy haciendo retornar a Estados Unidos (incluso antes de asumir la presidencia), con todas las plantas de autos regresando a nuestro país y con la gran reducción de costos que he negociado en compras militares, entre otros, creo que la gente está viendo 'grandes cosas'".

Por añadidura, GM anunció que trasladará la producción de ejes para sus camionetas a Michigan, incluyendo las faenas antes realizadas en México. La medida implicará sacar 100 puestos de México hacia Estados Unidos.

El 3 de enero, Trump amenazó con imponer un "gran impuesto fronterizo" a GM por ensamblar parte de sus compactos Chevrolet Cruze en México.

A su vez, el gigante automotriz italiano, Fiat, anunció que evalúa suspender inversiones en México por la presión de Trump y la empresa lideresa mundial, Toyota, anunció que canalizará 10 mil millones de dólares a Estados Unidos en los próximos cinco años, al tiempo que Ford Motor Company y Fiat Chrysler Automobiles fueron felicitadas por Trump por haber anunciado nuevas inversiones en territorio norteamericano.

En Detroit, el director ejecutivo de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, admitió que la automotriz podría suspender su producción en México, destinada al mercado de Estados Unidos, si Trump cumple su promesa de imponer elevados impuestos a las exportaciones.

Contradictoriamente, General Motors (GM) anunció que fabricará su nuevo vehículo tipo SUV modelo Terrain en México y mantendrá la producción del compacto Chevy Cruze en sus instalaciones en territorio mexicano, pese a las amenazas de Trump.

Estados Unidos es el segundo mayor mercado automovilístico mundial después de China. México fabrica una quinta parte de todos los vehículos que se producen en América del Norte y atrajo una inversión de más de 24 mil millones de dólares en el sector desde 2010, según el Centro de Investigación Automotriz, con sede en Ann Arbor, Michigan.

Fiat Chrysler produce 503 mil vehículos cada año en sus dos plantas en México, en las ciudades de Saltillo y Toluca, de los que exporta 86 por ciento a Estados Unidos y Canadá, según datos de la empresa.

Entre 21 y 52% de todos los componentes utilizados en los vehículos que ensambla en México para el mercado de Estados Unidos provienen de proveedores estadunidenses. El cambio de planes llevará a que la producción de la camioneta pick up Ram se cambiará de México a la fábrica de Fiat Chrysler en Michigan.

Las decisiones de Toyota llevará a que la empresa de autopartes, Aisin Seiki, proveedora de la japonesa, cancelará planta en México, de acuerdo con una información proporcionada por The Wall Street Journal.

Esto es lo que han dicho los ejecutivos de la industria en el Salón del Auto de Detroit:

Fiat-Chrysler

El director general Sergio Marchionne dijo que FCA se siente obligada a mantener la producción de camionetas y camiones en Estados Unidos, que le brindó un paquete de rescate durante la recesión. “Le debemos mucho a este país”.

Volkswagen

Herbert Deiss, un miembro de la junta de administración de Volkswagen, dijo que la compañía no cambiará sus planes de producción por Trump. “México es uno de nuestros mercados más grandes", manifestó. Pero también enfatizó que VW ha hecho inversiones significativas en Estados Unidos que deberán servir para calmar las inquietudes de Trump, incluyendo la inauguración de una planta en Tennessee en 2011. “Hacemos muchas inversiones aquí, incluso desarrollo de vehículos, así que creo que estaremos bien", dijo.

Ford

El presidente ejecutivo Bill Ford dijo que ha hablado varias veces con Trump sobre comercio, política fiscal y manipulación de divisas. "Lo veo muy bien informado y respetuoso de nuestras posturas". Pero Bill Ford se conturbó cuando se le preguntó si Trump estaba afectando los planes de producción de Ford.

Además de cancelar planes para construir una fábrica en México, Ford decidió recientemente no trasladar su producción de la camioneta Lincoln MKC de Kentucky a México. "Hemos tomado esa decisión, y siempre tomaremos las decisiones empresariales correctas para Ford", declaró.

Toyota

El director general para Norteamérica, Jim Lentz, dijo que el arancel con el que Trump ha amenazado a la industria podría obligar a las compañías a elevar los precios, lo que deprimirá las ventas y finalmente causará recortes de producción y despidos, justo lo opuesto a lo que pretende Trump.

Usando el Camry como ejemplo, el auto de mayor venta en Estados Unidos, Lentz dijo que 25% del contenido del vehículo armado en Kentucky proviene del extranjero. Un arancel de 35% elevaría el precio final en mil dólares, señaló. "Mi preocupación para la industria es que al subir el costo, muy probablemente se contraerá el tamaño de la industria. Entonces, la industria no tiene que producir tantos vehículos y eso afecta negativamente al empleo", explicó.

General Motors

La directora general Mary Barra dijo que la compañía no tiene planes para cambiar la producción como respuesta a Trump. Pero cree que GM y Trump coinciden en algunas cosas.

Barra es parte de un grupo de directivos que asesorarán a Trump en materia económica.

Audi

Scott Keogh, presidente de Audi de Estados Unidos, dijo que no ha conversado con Trump o sus allegados. Señaló que la decisión de construir una planta en México —que comenzó a operar en septiembre— se tomó hace cinco años, y que la planta produce vehículos que son exportados a todo el mundo, no sólo a Estados Unidos.

Honda

El director general Takahiro Hachigo dijo a reporteros que la empresa quiere "seguir trabajando como hasta ahora en el desarrollo y producción de productos para Estados Unidos". Dijo que no podía hacer comentarios sobre posibles aranceles y dijo que era "demasiado pronto" para discutir otras propuestas de políticas.



Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario