Frustración magisterial
Sin Retorno

Frustración magisterial 30 de abril de 2018

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

Finalmente, ante las graves consecuencias del paro magisterial -por la ausencia de clases y la detención de las actividades administrativas de una buena parte de los edificios del gobierno estatal- y la inminencia del desfile del 1o. de Mayo, la dirigencia de la sección 42 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Educación (SNTE) y el gobierno de Chihuahua pactaron el cese del paro, la reanudación de clases y la continuación de las negociaciones de manera permanente.

Quedó pendiente, en lo general, lo relativo a los maestros contratados después de la entrada en vigor de la reforma educativa, pero que eran beneficiarios de los acuerdos celebrados entre la sección 42 y el gobierno encabezado por César Duarte, acuerdos que han calificado como ilegales y para los que no existen partidas presupuestales en el actual gobierno.

Además, para que el gobierno del amanecer aceptara pagar diversas prestaciones llevó a los maestros al punto de celebrar una de las más prolongadas protestas de este gremio, con incalculables consecuencias nefastas para cientos de miles de chihuahuenses, que alteraron las dinámicas familiares, laborales y económicas, además de las enormes molestias causadas a tan vasta población.

¿Para qué tensar tanto las cosas si pudieron sentarse a negociar desde los primeros momentos del estallido del conflicto?

Hay, por el tono, el modo, el ritmo y la calidad de las reacciones y declaraciones del equipo gobernante un inocultable desprecio a las demandas de los trabajadores, que guardan una extraordinaria sincronía con las asumidas con otros sectores del gremio educativo.

Para pruebas ahí están los intentos de disminuir las prestaciones a los directores y mandos medios educativos del Colegio de Bachilleres; el de aumentar las horas de trabajo de los maestros de la Universidad Pedagógica Nacional, del mismo modo con los vigilantes y celadores del Cobach; de la posposición -hasta grosera- del pago de salarios en prácticamente todas las instituciones educativas a cargo del gobierno estatal; y de la reiterada conducta prepotente y amenazante de los más altos funcionarios de Educación ¿Recuerdan la amenaza de despedirlos si continuaban con la protesta? ¿O la destitución del director de la UPN de Nuevo Casas Grandes, Juan Durán, por haber realizado una huelga de hambre en meses anteriores?

Algo tiene este gobierno en relación con los trabajadores de la educación ¿Será acaso que llegó predispuesto y decidido a acabar con los presuntos privilegios de ellos?

Por supuesto que una casta, la dirigente, ha gozado de una inmensa cantidad de privilegios -Recuérdese que la maestra Gordillo le regalaba a todos los dirigentes un viaje en cruceros de fantasía, a los dirigentes y sus familias- pero de ahí a meter a todo el magisterio en ese saco hay una enorme distancia y mañana, en los desfiles, lo sufrirán.

Con seguridad, las autoridades gubernamentales y la dirigencia magisterial recibirán generalizados abucheos, gritos y reclamos.

Y todo ello derivado a que una buena cantidad de maestros esperaban una solución definitiva a su conflictiva y angustiosa situación de plena vulnerabilidad laboral y salarial.

¿Cómo explicar, con racionalidad, que durante meses no se les pague a una cantidad cualquiera de maestros, que en muchos casos llegaba a más de 12 meses sin pago?

¿Cómo justificar tal conducta, tan alejada de cualquier norma ética, o de cualquier sentido religioso, de gobernantes -la mayoría- que se despiden, en los actos públicos, con un dios les ayude, lejos de toda conducta republicana?

Bueno, tales conflictos, y otros que aparecerán al paso del tiempo, tienen su origen en la mentada reforma educativa, la que no nos llevará a la excelencia educativa pues está diseñada para cambiar las condiciones laborales de los maestros además de disminuirles sus prestaciones.

Y ese es uno de los grandes temas -y temores de la capa gobernante- de la actual elección presidencial pues el puntero, Andrés Manuel López Obrador, ha prometido que propondrá la derogación de la reforma educativa y, si hacemos caso a la última encuesta semanal de las preferencias electorales de Massive Caller (26 de abril) entonces estamos ante la posibilidad de que los candidatos de Morena se conviertan en mayoría calificada en el Senado de la República.

¡Podrán cambiar, en esa cámara, a reserva de que los diputados lo hagan, las reformas estructurales, de ahí el miedo al triunfo del tabasqueño!

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Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario