Chihuahua, Chih.
El pasado lunes el Congreso estatal volvió a ser centro de debate tras el exhorto presentado por la diputada de la fracción parlamentaria de Morena, Leticia Ortega Máynez, que conmina a la Secretaría de Educación y Deporte del Estado, del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal, de los ayuntamientos y de la Junta de Gobierno del Colegio de Bachilleres para que intervengan y así, eviten la promoción e implementación de programas que vulneren el derecho a una educación pública, laica, científica, inclusiva y con perspectiva de género.
Finalizada la sesión se determinó que pasara a comisiones para un análisis más cercano y crítico.
El antecedente inmediato es el de la regidora independiente Elvira Villarreal, cuando el pasado 11 de noviembre en sesión de Cabildo le solicitó al alcalde Marco Bonilla informara sobre los apoyos que manifestó pretende otorgar al programa “Formando Corazones”, para el cual, él y grupos religiosos tienen intención de instalar en escuelas públicas a pesar de no estar avalado por la Secretaría de Educación Pública, de que no cuenta con convenio para su implementación por parte de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua, de que viola los derechos de niñas, niños y adolescentes perpetuando estereotipos de género, violentando a las infancias diversas y a pesar de que se encuentra en contra del principio de inclusión como elemento fundamental del artículo 3° Constitucional.
Ambas, representantes populares de cada más amplios sectores de la población, que entre más avanza el tiempo, más demuestra que la sociedad está dejando de ser conservadora; apuntan a la atención de problemáticas sociales que son de urgente resolución como la violencia de género, la normalización de la violencia sexual como pauta de socialización cultural y la discriminación, que eventualmente se traduce a crímenes de odio; para los que no basta solo imponer endurecer sanciones, sino que se hace necesario atender a través de la educación el cambio cultural necesario para abordar la prevención de manera integral.
De ahí que el modelo educativo posea una perspectiva de género y un enfoque basado en los derechos humanos, porque si, todas, todos y todes bajo el amparo constitucional tenemos los mismos derechos y libertades.
Siguiendo con los antecedentes habría que poner en la mesa que el inmediato anterior a “Formando Corazones” es “Saber Amar”, operado por VIFAC que gracias a reportajes publicados en 2018, se sabe que es esa misma organización quien tiene acaparado el mercado de adopciones en el país (sí, convirtieron la adopción en una cuestión mercantil) de ahí que sea tan cuestionable por qué se oponen tanto al aborto y los intereses económicos que se mueven como para que sean los sectores empresariales quienes promueven los “valores pro familia”, cuando requieren un producto que comercializar y la imagen del modelo tradicional de familia es su principal artículo publicitario.
Derivado de la cuestionabilidad de VIFAC al quedar expuesta su forma de operar, es que “Formando Corazones” se tuvo que constituir como A.C. (asociación civil) para -bajo otro nombre, pero con el mismo objeto social- seguir gestionando recursos públicos para mantener su esquema de negocios, solo que ahora con un giro de tuerca: con un supuesto programa educativo que les dé legitimidad.
De ahí la fuerte inversión que actores políticos, empresarios y organizaciones civiles conservadoras han dedicado para hacer aparentar una supuesta nobleza en sus intenciones y su interés por moralizar a la sociedad, todo, con el acompañamiento de élites religiosas como la curia católica y cúpulas evangélicas que a la par, también están perdiendo credibilidad social por los escándalos sexuales que, al amparo del secreto confesional, perpetúan y no reparan a las víctimas de los mismos.
Mas allá de lo anterior, el espíritu de la exigencia de la regidora y la diputada, las múltiples y diversas organizaciones y colectivos de la sociedad civil a los que representan, de toda la sociedad interesada en el tema de derechos, libertades y la construcción de ciudadanía es precisamente hacer prevalecer la ley, que sea el marco jurídico vigente quien medie entre las diferencias que puedan existir y para el amplio manto que la Constitución provee, todas las personas somos iguales ante la ley.
Que así sea y que sea la escuela a través de sus programas educativos quien lo mantenga presente para hacer prevalecer el estado de derecho y, en consecuencia, se procure la paz social; porque cuando el Estado laico se vulnera de forma tan flagrante es por intereses económicos o por altas cuotas de poder.
Y es que la historia se ha encargado de hacérnoslo ver, porque es por dinero o por poder que se les niegan los derechos a las personas.
@MarieLouSalomé