Chihuahua, Chih.
- Dirigente nacional panista promueve a Maru Campos
- Se debilitan Sheinbaum y Ebrard; Monreal pide no lo excluyan. Adán, ahí está
- Se desploma Samuel García. Colosio al relevo
A poco más de un año del inicio del proceso electoral del 2024 (octubre), fruto de una inmensa cantidad de factores, preponderantemente por el elevado protagonismo del presidente López Obrador, los aspirantes del oficialismo y de la oposición se observan notoriamente menores ante la dimensión de la contienda, de los retos del momento y de las necesidades de un país como el nuestro, que será -FMI dixit- la 17a. economía del mundo en ese año, luego de permanecer como la 13a. durante años.
Justo en la semana que culmina hoy, los dos punteros del morenaje sufrieron las consecuencias políticas del accidente de la Línea 12 del Metro de la CdMx pues los resultados de los diversos peritajes efectuados, han evidenciado diferentes anomalías en la construcción, mantenimiento y rehabilitación de dicho tramo.
La percepción negativa creció por la desusada descalificación de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, al peritaje solicitado por su gobierno a la empresa noruega DNV, cuya tercera fase se han negado a difundir, a pesar de que las dos previas sí las hicieron del conocimiento público.
Tal postura solo alimentaron las especulaciones que insistieron en afirmar que desean ocultarla porque la empresa evidencia en que la falta de mantenimiento fue una de las causas más importantes del accidente que arrojó a 26 víctimas fatales.
Claudia Sheinbaum no es la única “lastimada” por el accidente. El accidente le afectó a otro de los presidenciables morenos, Marcelo Ebrard, pues fue el responsable directo del aceleramiento de la construcción de la Línea 12, y su entonces Secretario de Hacienda, Mario Delgado, hoy dirigente de Morena, fue señalado por dispensar trámites y requisitos en la liberación de recursos económicos para cumplir con los deseos de Ebrard de inaugurar la “joya” de su administración.
Así, de golpe, los dos adelantados -en la visión presidencial- se vieron en problemas de percepción ciudadana, especialmente ahí en donde se ubica más del 20% del electorado nacional (7 millones 595 mil electores en CdMx y 12 millones 99 mil en EdoMex).
Por su lado, el más “ninguneado” de los aspirantes, Ricardo Monreal, prácticamente se colocó fuera de las simpatías presidenciales al declarar que “… aunque no esté dentro de las señaladas o señalados desde la cúpula del poder o desde la voz del presidente”, participaría y aparecería en la boleta presidencial, pues, dijo en Juárez, que “… si el presidente no te menciona, si no te refiere, te margina y te reduce a una mínima expresión”. (Nota de la Redacción, El Diario, 6/V/22).
“Aun cuando soy excluido, no me voy a confrontar con el presidente… a pesar de que no he sido incluido en su club, estoy luchando ‘a la buena’ dentro del movimiento”. (Nota de Pavel Juárez, Norte Digital, 6/V/22).
Así, las dificultades de Morena en la designación de su abanderado parecieron incrementarse y le abrieron -o le facilitaron- por lo menos en este momento, al otro protagonista del morenaje -Adán Augusto López Hernández- que calladamente se está colocando en el arrancadero, especialmente después de la sonora ovación que le dedicaron los legisladores del partido en el poder, en un acto encabezado por el presidente.
Sin embargo, Morena tiene menos problemas que los de enfrente pues las encuestas le otorgan -todavía- una amplia ventaja en la elección presidencial, de tal modo que, probablemente, la elección del candidato influirá relativamente poco en la emisión del voto de los seguidores de AMLO y Morena.
Pero si sus problemas -la confrontación interna, y no solo en la candidatura presidencial, sino en las otras- el desgaste sufrido por alguno de sus aspirantes, sí que contará, dependiendo de si enfrentan a un solo candidato de la oposición.
Y ese es el reto de la oposición: Ir unida en la elección de presidente y en la mayor parte de las candidaturas al Congreso de la Unión y las gubernaturas.
Deberá postular un solo candidato a la presidencia; si postulan a más de uno, con toda seguridad perderán.
Por las últimas manifestaciones de algunos de sus protagonistas podemos inferir que también aprecian la flacura de sus aspirantes, en especial por las frecuentes y sostenidas declaraciones del presidente nacional del PAN, Marko Cortés, quien apenas ayer, en Chihuahua, volvió a ubicar a la gobernadora Maru Campos como posible candidata presidencial del blanquiazul, junto a otros, como el excandidato presidencial (2018), Ricardo Anaya, el ex secretario de Gobernación de Vicente Fox, Santiago Creel; Mauricio Vila, gobernador de Yucatán, y la actual senadora por Sonora, Lili Téllez, llegada a ese cargo promovida por el PES y registrada como candidata de Morena en 2018.
Si el panismo está pensando en promover a quien no cumple un año de gestión en el gobierno de Chihuahua -independientemente de sus méritos o deméritos- habla, por sí mismo, de que no considera seriamente las posibilidades del resto de los mencionados, máxime que las propuestas de Marko Cortés son solamente eso, propuestas al resto de los partidos, pues los panistas son quienes -probablemente- más han insistido en una candidatura única a la presidencia.
“En el PAN no tenemos corcholatas, sino buenos candidatos para la elección de 2024, y dentro de las cartas, una de ellas es la gobernadora Maru Campos que es una mujer valiente y echada para adelante”. (Nota de Heriberto Barrientos/El Diario, 7/V/22).
Pero lo anterior es solo una parte del problema, la otra es la extrema grosería al electorado panista de Chihuahua -y por extensión del total de la población- pues el mensaje será, y no puede haber otro, que la elección del 2018 fue solamente una estación de paso en las aspiraciones, tanto de la mandataria, como de la dirigencia nacional.
Además, resulta que entre los aliados del PAN el panorama es muy semejante: Está más que “flaca” la caballada.
Por un lado, el PRI está a un paso de cometer el mismo error del 2006, intentar designar como candidato al dirigente nacional, Alejandro Moreno, tal y como lo hiciera Roberto Madrazo en aquel año.
Esa pareciera ser la ruta del presidente priista, que ya efectuó en las designaciones de un buen número de los legisladores federales y locales, en donde favoreció al círculo más cercano de sus familiares, colaboradores y amigos.
Ahora bien, en ese panorama, lo que haga el partido Movimiento Ciudadano (MC) podría determinar, no sólo la candidatura presidencial, sino, eventualmente, el resultado electoral, en caso de que los problemas de Morena se incrementaran, -ya sea porque sus aspirantes elevaran el nivel de la confrontación interna, o que se presentaran desprendimientos importantes- y que la oposición lograra presentar un candidato medianamente “aceptable”, que hasta unas semanas atrás incluía a los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro, y al de Nuevo León, Samuel García, quienes, aparentemente, podrían ser más presentables que los postulados por la tríada PRI-PAN-PRD.
Coincidentemente, en los últimos meses, las empresas encuestadoras Mitofsky y TResearch han publicado encuestas en las que miden las preferencias electorales en favor del actual alcalde de Monterrey, Luis Colosio, hijo del asesinado candidato presidencial priista en 1994.
Las mediciones de estas empresas insisten en presentarlo como la opción frente a la Jefa de Gobierno de CdMx, Claudia Sheinbaum, por encima del “compadre” de Colosio, el gobernador neolonés, Samuel García.
Pero el asesinato de Debanhi Escobar echó por tierra las inocultables aspiraciones del mandatario regiomontano. Son tantas las irregularidades develadas en este asesinato-feminicidio, que volvieron impresentable a quien fuera, hasta hace unas semanas, uno de los fenómenos mediáticos-políticos más impactantes de los últimos meses.
La desaparición, primero, de Debanhi, y luego el hallazgo de su cadáver mostraron con toda crudeza la realidad en que vive la juventud y la sociedad regiomontana, y no sólo.
Hay, en el fondo de este asesinato -lo que se puede afirmar sin duda alguna- la aberrante mezcla de un entorno en el que prevalecen el tráfico de drogas, la trata de personas, la impunidad, la complicidad de las autoridades y la rampante impunidad con la que actúan policías, agentes ministeriales y autoridades estatales y federales, en la que la vida de las jóvenes vale menos que nada.
En medio de tal situación caótica, el gobernador García evidenció sus incapacidades pues, en aras de “respetar” la autonomía de la Fiscalía estatal, dejó que las complicidades y la impunidad con la que actúan las corporaciones policíacas estatales y municipales se evidenciaran en una zona que es claramente conocida como controlada por las bandas del crimen organizado, -tanto las dedicadas al narcotráfico, como a la trata de personas- en cuyo centro se ubica la carretera Monterrey-Nuevo Laredo.
Ahí quedaron sepultadas sus no tan soterradas aspiraciones presidenciales.
En tanto, el alcalde regiomontano -Colosio- permanecía convenientemente callado, a la espera de que las circunstancias le permitan aspirar, como su padre, a la presidencia de México, bajo el usufructo, como principal mérito, del apellido. ¿Le bastaría?
En ese panorama, adquiere mayor relevancia el acto celebrado ayer por el panismo chihuahuense. Podemos equivocarnos, pero son muchas coincidencias.
¿Cuál fue el objeto de la reunión del panismo, denominado “Encuentro de Humanistas en Acción”, realizado en el gimnasio Rodrigo M. Quevedo de la capital? ¿Sólo para recibir al presidente nacional? ¿O para “destapar” a la gobernadora Campos?
Porque el diputado local, y uno de los más cercanos a Gustavo Madero, Carlos Olson San Vicente, declaró que la reunión “le permitirá al PAN salir fortalecidos para elección de 2024”. (Ibídem).
Y que, además, “Sin duda volvemos a la esencia del partido y a tomar fuerza para salvar al país de esta destrucción que es Morena”.
¡Orale!
¿Y la evaluación de lo que están haciendo como gobierno? ¿Y la de su alianza con el priismo, con todas sus corrientes? ¿Y la del cierre de filas de los sectores más derechistas, incluidos los que mantuvieron, por décadas, el cuasi control de los medios de comunicación en Chihuahua, y al que le prepararon un regreso de antología en Palacio de Gobierno?
Así, pareciera que encaminan a la gobernadora Maru Campos a la contienda electoral del 2024.
Es un error estratégico.
Al tiempo.
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Fuente de citas hemerográficas recientes: Información Procesada (INPRO)