Chihuahua, Chih.
"No tengo fecha para regresar a Bolivia. Pero voy a volver allí en cualquier momento”: Evo Morales en Entrevista con BBC
La economía de Bolivia, en 180 años de república, de 1825 al 2005, acumuló un PIB anual (2005) de 9 mil millones de dls. En 13 años de gobierno del Presidente Evo Morales, del 2005 al 2018, la cifra del PIB anual creció un 400%, para pasar de 9 mil a 36 mil millones de dls. de PIB anual.
Para entender mejor esta cifra de la economía boliviana, comparémosla con el crecimiento del PIB en México en el mismo periodo de tiempo: en el 2005, el PIB anual en México era de 877 mil millones de dls, en el 2018 fue de 1 billón 223 mil millones de dls.
La economía de México creció un 40% en 13 años.
En otras palabras, si la economía de Bolivia creció un 400% en los mismos 13 años, mientras que la economía de México creció un 40%, eso quiere decir que la economía de Bolivia creció 10 veces más rápido que la nuestra.
Es como si la economía de México, en este mismo periodo de tiempo, 2005-2018, se moviera a una velocidad de 10 km/h y la de Bolivia a 100 km/h, casi nada de diferencia…
A este crecimiento económico de la hermana república de Bolivia, ejemplo en toda América Latina y con pocos competidores a nivel mundial, debemos incluir otro valor agregado: la distribución del ingreso.
Un país puede crecer a tasas muy importantes, de 5 al 6% anual del PIB o más, pero si este crecimiento económico solo beneficia casi exclusivamente a una élite inferior al 10% de la población, el 90% de la población no recibe los beneficios o los recibe en forma muy reducida.
El éxito de la economía en Bolivia, corresponde a un país que combatió con eficacia la corrupción gubernamental, y tuvo el valor de no aplicar el manual que dictan los dueños del dinero en el mundo: Fondo Monetario internacional y Banco Mundial, cuya receta principal es privatizar los principales negocios públicos, como se hizo en México en la época neoliberal de los últimos 40 años (De la Madrid a Peña Nieto).
En la minería inició con éxito la explotación de un mineral estratégico: el litio, que es considerado por muchos científicos como la energía del futuro; tiene múltiples aplicaciones en las industrias energética, química, petroquímica y farmacéutica.
En la electrónica: celulares, computadoras, en el transporte, es un componente indispensable para automóviles eléctricos o híbridos, que funcionan con base a baterías de litio.
Un informe de la agencia española EFE menciona que Bolivia tiene las mayores reservas mundiales de litio, según lo reporta una empresa de Estados Unidos: 21 millones de toneladas métricas. El estudio fue realizado por la empresa estadounidense SRK, que cuantificó las reservas de litio de ese país, en el salar de Uyuni.
Con los reportes actuales de yacimientos de litio en el mundo, Bolivia podría tener más del 50% de las reservas mundiales de este mineral estratégico, que en el futuro podría tener más valor que el petróleo.
La industrialización del litio es una de las mayores apuestas del gobierno de Evo Morales, que ya logró 2 alianzas estratégicas: 1. Con la empresa alemana ACI Systems, para la producción de baterías para automóviles eléctricos, con una inversión de 900 millones de dls., y 2. Con la empresa China XINJIANG TBEA Group, en la que se prevé invertir 2,300 millones de dls.
Las empresas trasnacionales y las oligarquías tuvieron 2 motivos para tumbar a Evo mediante un golpe de estado: 1. Su exitosa política económica a contracorriente del modelo neoliberal, 2. Los yacimientos de litio.
Por lo pronto, Evo Morales sigue siendo Presidente de Bolivia, de acuerdo a la constitución de ese país, mientras su renuncia no sea aceptada por el congreso.
Benito Juárez, indígena zapoteco, ha sido nuestro mejor Presidente en México.
Evo lo es en Bolivia, les guste o no a las trasnacionales y a las oligarquías.