Chihuahua, CHIH.
El título de esta colaboración pretende destacar la actitud proclive de los legisladores mexicanos para preparar una amplia variedad de platillos caseros (tacos, sopas, caldillos y en especial, enchiladas). Por desgracia, el talento gastronómico de nuestros representantes políticos en las Asambleas Legislativas se limita a dar sazón a un típico platillo nacional: las enchiladas, cuyos ingredientes todos conocemos: tortillas de maíz, chile colorado, queso rallado, cebolla picada y crema al gusto.
A pesar de tan poca… aptitud gastronómica, nuestros representantes en el Congreso del Estado no dejan de ser objeto de envidia, por parte de muchos legisladores extranjeros, que reniegan de su impotencia para reformar la Constitución de sus propios países tan solo para satisfacer insanos intereses partidistas. Oiga Usted, eso de reformar la Constitución Local en menos de 20 días… ni el Hugo Chávez venezolano.
Ingrediente básico: de preferencia tortillas recién hechas por su suavidad y óptimo sabor. La tortilla es el ingrediente que le da forma a este típico platillo mexicano. En el caso de la ‘reformita’ electoral, la tortilla se equipara al vil engaño de convocar a la ciudadanía chihuahuense para aportar sus propuestas en el proceso de reforma constitucional y legal.
El chile casero es más sabroso. Sin embargo, el chile utilizado por los diputados locales es como los que se venden en los centros comerciales: más diluido que las pinturas. Este ingrediente fue usado para encubrir las tantas violaciones al procedimiento de reforma constitucional, so pretexto de que la deliberación legislativa “se volvió una lucha de poderes donde se quiere echar la culpa a los demás partidos (ya) que venían solo propuestas de la diputada Tovar, dejando fuera la de los demás partidos y de los ciudadanos”.
Todos teníamos la esperanza de que el relleno de la enchilada -el queso rallado- fuera fresco y en cantidades abundantes. “Que chorreara”, como decían nuestras abuelas. Pero nada, no se le vio por ningún lado. Algo así, como una quesadilla sin queso. Ni por encima, aunque fuera solo como ingrediente de ornato. ¿Cómo explicar esta aberración culinaria?
Fácil: la falta de queso en la enchilada electoral del pasado viernes es el reflejo real de la hipocresía del gobierno del ‘Nuevo Amanecer’: El ’demócrata’ Corral no es tal. Sigue siendo el mismo de siempre: una persona mezquina y vengativa. Un burdo émulo de César Duarte. Ni más ni menos. La ‘reformita’ electoral así lo acredita:
El queso representaba el cúmulo de propuestas ciudadanas: menos diputados, menos financiamiento a los partidos políticos, reducción de magistrados y consejeros electorales, más financiamiento a los candidatos independientes, etc. En cuanto al financiamiento público de los partidos, el diputado panista Jesús Villareal, llegó al absurdo de afirmar que “la propuesta de la reducción de recurso público para los partidos es algo que no compete al ámbito estatal sino del federal, y no por estar contra ellos, porque hay concordancia en varios de los temas”.
No podría dejar de mencionar otro ingrediente: la cebolla. Y nada mejor para comparar el sabor picante de esta planta con la reglamentación de la reelección. En lo que respecta a los candidatos independientes, la ‘reformita’ electoral es sinónimo de una ley que violenta los derechos humanos de los actuales funcionarios públicos con aptitud de reelegirse; ya que no se derogó el requisito de no haber sido candidato en el proceso electoral anterior.
Y por si fuera poco, también faltó el otro ingrediente: la crema, utilizada para suavizar lo picante del chile y el aroma de la cebolla. En fin, una enchilada electoral flácida y desabrida; lo que justifica la decepción ciudadana y que habrá de manifestarse en el desprecio hacia los candidatos de los partidos políticos en los comicios del 2018, dada su añeja actitud de defender sus privilegios. Digámoslo en palabras de RIUS: para nuestros legisladores LA PANZA ES PRIMERO.
LEY ANTI-INDEPENDIENTE:
La nueva redacción del Art. 126 constitucional, en lo conducente, prevé que “en el caso de miembros del ayuntamiento que hayan surgido de postulación independiente, así como los que se reelijan, deberán seguir el procedimiento de obtención del apoyo ciudadano por planilla que prevea la Ley. Y en el Art. 127, se consigna que en tratándose de las candidaturas por postulación independiente, “deberán separarse de sus cargos desde el inicio del proceso de obtención del apoyo ciudadano y una vez agotado el plazo para tal efecto podrán regresar a sus cargos…”
A su vez, la Ley Electoral reglamenta la reelección municipal, en los términos siguientes: “Tratándose de quienes hayan sido electos como candidatos independientes solo podrán postularse para la reelección con la misma calidad con la que fueron electos… Quienes hayan ocupado los cargos de síndico o regidor podrán ser postulados en el periodo inmediato siguiente como candidato a presidente municipal, sin que ello suponga reelección, pero quienes hayan ocupado el cargo de presidente municipal no podrán postularse como candidato a síndico o regidor en el periodo inmediato siguiente.
Yo me pregunto: ¿Acaso no es reelección el hecho de que los integrantes de un mismo ayuntamiento se postulen de nuevo? ¿La totalidad de los integrantes de los ayuntamientos municipales independientes, estarán obligados a pedir licencia durante los periodos de recolección de firmas y de campaña electoral?