Chihuahua, Chih.
Ocho años después de la última detención de su compadre, El Chapo Guzmán, Ismael ‘El Mayo’ Zambada fue detenido por el gobierno norteamericano, en una acción en la que el de López Obrador solo fue testigo -y tardío- de los hechos, a pesar de que la mayoría de las actividades del Cártel de Sinaloa, del cual El Mayo, se asegura, era la figura principal.
Probablemente su detención se deba, no sólo a la disminución de su relevancia en el Cártel, tanto por el protagonismo de otros liderazgos, en especial de “Los Chapitos” -con los cuales estaba confrontado recientemente-, sino también a su debilitamiento físico.
Pero, además de la importancia de esa detención, lo relevante, en muchos sentidos, es el papelón protagonizado por el gobierno en la detención de Ismael ‘Mayo’ Zambada, porque develó la dimensión de su ineficacia en la seguridad pública y el combate al crimen organizado.
No solo se mostró lenta, tardada y desinformada la cúpula gubernamental encargada de la seguridad de los mexicanos, -en el mejor de los casos- sino que, además, mintió flagrantemente.
La información otorgada por la Secretaria de Seguridad Pública, Rosa Isela Rodríguez, bajo la atenta y vigilante mirada del presidente López Obrador, ya que hablaba en su nombre, fue falsa en lo referente a los hechos ocurridos en territorio nacional.
Pudieron ser echados a un lado por el gobierno norteamericano -por las causas que fuesen-, pero que, teniendo más de 16 horas para corroborar, por lo menos eso, corroborar, no fueran capaces, ni siquiera, de proporcionar la información correcta del vuelo en que se trasladaron El Mayo y Joaquín Guzmán López es increíble.
Y que, además, aportaran su ‘granote’ de arena en la fabricación de ‘chivos expiatorios’, al señalar a un civil, -al parecer, totalmente ajeno a los hechos- y que ubicaran a su avioneta como la usada para trasladar al capo del Cártel de Sinaloa, en lugar del avión, cuyas características fueron proporcionadas por el gobierno norteamericano al momento de informar de la detención.
¿A quién le encargaron les informara de las aeronaves que pudieron salir del aeropuerto de Hermosillo y llevaran a los jefes del narcotráfico?
Bastaron unas llamadas efectuadas por la periodista Peniley Ramírez para encontrar que el ciudadano norteamericano -y su avioneta-, señalado por la responsable de la seguridad en México, era ajeno a los hechos.
La revelación de esto lo hizo en uno de los medios preferidos del presidente para atacarlo, Reforma. Ahí da santo y seña del acusado irresponsablemente por el equipo del presidente.
(El artículo de marras fue publicado en Aserto.mx, pues es un artículo restringido a los suscriptores de aquel periódico: https://aserto.mx/nota/el_piloto_equivocado).
La Secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez, dijo que, según la información que les compartió EU, un avión Cessna con matrícula N8454Z despegó de Hermosillo a las 8:00 horas del jueves con los dos capos a bordo, e identificó al piloto como Larry Curtis Parker.
Pero un funcionario estadounidense señaló al New York Times que el avión que sacó a los dos hombres de Hermosillo era un Beechcraft que despegó del aeropuerto de la capital de Sonora a las 14:00 horas y Peniley Ramírez afirma que las avionetas son utilizadas por los narcotraficantes para la introducción de drogas a EU, no para trasladar a «los jefes».
¿Cómo se enteró AMLO de la captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada?
Por una llamada del gobierno de Estados Unidos a Rodríguez, justamente cuando ya los meses de comunicacion norteamericanos estaban dando la primicia de la detención del jefe del cartel de Sinaloa.
A las 15:30 horas recibieron una llamada de la embajada de los Estados Unidos en México, donde se informó que Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López se encontraban bajo custodia de las autoridades en El Paso, Texas”.
«Se tuvo comunicación con los secretarios de Marina y de Defensa, coincidiendo en que los tres habían sido informados que los dos integrantes del grupo criminal se encontraban bajo resguardo del gobierno de los EU». Sólo hasta entonces (16.15) se informó al presidente.
Fue capturado en el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México y no Texas, aunque fue recluido en El Paso.
«Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Nacional, afirmó que la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), arrestaron a “El Mayo” y al hijo de “El Chapo». (Nota de Carlos Álvarez Acevedo, Río Doce, 25/7/24).
Tal versión fue ratificada por el abogado defensor de “El Mayo”:
«…“No tengo ningún comentario excepto decir que él no se entregó voluntariamente; fue traído contra su voluntad”, dijo el abogado Frank Pérez, citado por Keegan Hamilton, reportero del diario Los Ángeles Times, antes en The New York Times». (Nota de Carlos Álvarez Acevedo, Río Doce, 25/7/24).
El Fiscal General de EE.UU., Merrick Garland, informó que Zambada García enfrentaba cargos por tráfico de fentanilo; lavado de dinero; secuestro, delitos con arma de fuego y conspiración de asesinato. Mientras que Guzmán López por tráfico de grandes cantidades de cocaína, heroína, metanfetaminas y otras drogas.
Peor aún, al querer informarle a México, sobre esa detención, Rosa Isela Rodríguez dió a conocer los nombres de tres empleados que al darse esa información, hoy corren grave peligro de ser ejecutados por los miembros del Cartel de Sinaloa, si creyeran que fueron los autores del aviso a las autoridades norteamericanas.
Se trata del agente de migración, del gestor del vuelo y del comandante del aeropuerto de Hermosillo.
Los tres debieran contar en estos momentos con protección del gobierno federal.
Sólo hay que recordar el episodio en el que mataron a Arturo Beltrán Leyva, y cuyo cadáver fue cubierto por los soldados de la Marina con billetes de dólares. Días después, sus familias eran masacradas en Tabasco.
De ese tamaño es la irresponsabilidad del gobierno federal, desquiciado por la detención del afamado jefe del narcotráfico.
Vaya que hay diferencias -y eso que la actuación de Peña Nieto en esta materia no es motivo para el menor elogio- pero al priista sí le fue posible escribir en su Twiter lo siguiente: «Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido». (Nota de Redacción, BBC Mundo, 8/1/16).
Al líder de la 4T le tocó ser una especie testigo regañado, en una sesión en la que su comadre ponía su cara ante las preguntas incisivas y cuestionadoras de los pocos reporteros que las efectúan en las mañaneras presidenciales. A cada pregunta salía una justificación-explicación, «estamos en espera de ser informados por el gobierno norteamericano».
Pone los pelos de punta saber que estamos en manos de semejantes manos, porque el episodio, que no es cualquier episodio, pone a la orden del día la absoluta falta de inteligencia policial develó las extensas redes de complicidad que le permitieron al Mayo transitar por el país y encabezar las actividades del Cártel de Sinaloa durante más de 40 años, con la complicidad o la omisión de funcionarios de distintos niveles, durante los gobiernos de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
Reveló, además, que de poco sirven las reuniones de seguridad sostenidas por las mañanas en Palacio Nacional.
¿Cómo es posible que a 16 horas de los hechos no hubiera un reporte correcto, ni de la Secretaría de la Defensa Nacional, ni de la Marina, ni de los Centros de Seguridad Nacional?
¿Que la inteligencia policial y de seguridad nacional campearan por su ausencia?
¿Como explicar que para las siete de la mañana del día siguiente, al iniciar la conferencia mañanera, no tuviesen un reporte exacto, por los menos de los hechos ocurridos en el país?
¿De dónde salió el avión que, efectivamente, trasladó a El Mayo y al Chapo ‘Güero’?
¿O mintieron deliberadamente? ¿Con qué fin si el Mayo ya estaba en prisión y el infierno, si se va a presentar, va a ocurrir, o no, a pesar suyo?
¿Formará parte de tales consecuencias el número desusado de ejecuciones en Juárez, ocurridos el viernes?
Porque la guerra entre Los Chapitos y el Mayo tiene semanas de haberse reseñado, tanto en los medios de Sinaloa, como por el analista-periodista, Héctor de Mauleón, quien escribió que el «30 de mayo pasado fue asesinado, con más de 30 impactos de bala, Eliseo Imperial Castro, conocido como El Cheyo Ántrax o El Soldado, sobrino del Mayo Zambada y último líder de los Ántrax, el brazo armado del Mayo Zambada. Operaba al sur de Sinaloa y se hallaba confrontado a muerte, por el control de Culiacán, con los hijos del Chapo Guzmán, conocidos como Los Menores o Los Chapitos». («Guerra a muerte en Sinaloa», Héctor de Mauleón, El Universal, 1/7/24).
«Hay una guerra sorda en Sinaloa. Se trata de ajustar cuentas y de ocupar el vacío dejado por El Mayo». (Ibídem).
Puras coincidencias: El mismo día de la aprehensión de Zambada, se dió a conocer de la presunta liberación de Ovidio por cambio en ficha del Buró Federal de Prisiones (BOP).
Al mismo tiempo, dos sicarios ejecutaron al dirigente del partido local Sinaloa, Melesio Cuen, fundador del Partido Sinaloense, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y ex colaborador, en la campaña que lo llevaría a ese cargo, del actual gobernador, el morenista Rubén Rocha, quien recibió numerosas acusaciones de haber recibido el ‘apoyo’ del Cartel para ganar las elecciones.
Ahora estaban enfrentados, en el curso de una durísima ofensiva de Rocha a la actual administración de la UAS y la periodista Anabel Hernández afirma haber recibido testimonios de testigos sobre reuniones de Melesio Cuen, con Mayo Zambada y Los Chapitos.
¡Qué bonito fin de sexenio!
Columna de Plata-APCJ: 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023
[email protected]; Twitter: /LJValeroF
Facebook: https://www.facebook.com/ljvalero
https://www.facebook.com/AsertoMultimedia/
Blog: luisjaviervalero.blogspot.com
Citas hemerográficas: https://www.inpro.com.mx