Chihuahua, Chih.
Publicado por el monitordeparral.com.mx
El tratado de aguas entre México y EUA tiene varios antecedentes entre los cuales se hallan: El Tratado de Paz, Amistad y Límites entre los dos países firmado el 2 de febrero de 1848 en Guadalupe Hidalgo y el Art. IV del Tratado de Límites entre los dos países, firmado en la Ciudad de México el 30 de diciembre de 1853. Estos reglamentan únicamente para la navegación el uso de aguas de los ríos Bravo y Colorado.
El 1ro de Marzo de 1889 entra en funcionamiento la Comisión Internacional de Límites establecida por la Convención suscrita en Washington, para facilitar la ejecución de los principios contenidos en el Tratado de 12 de noviembre de 1884, para evitar las dificultades ocasionadas por los cambios en el cauce de los ríos Bravo y Colorado, después cambiaría su nombre a Comisión Internacional de Limites y Aguas, entre México y EUA, la que continuaría en funciones durante todo el tiempo que tenga vigencia el después tratado de 1944.
El Tratado de 1944 ya tiene otro fin que es el de convenir el aprovechamiento de esas aguas en otros usos y consumos, y a su vez fijar y delimitar los derechos de los dos países sobre los ríos Colorado y Tijuana y sobre el río Bravo, de Fort Quitman, Texas hasta el Golfo de México para su uso más completo y satisfactorio.
Para entrar en contexto en esa época de 1944, había gran cantidad de obreros mexicanos laborando en EUA, los hombres de EUA casi en su mayoría andaban librando la II Guerra Mundial del otro lado del Océano Atlántico, aquí las esposas de los primeros tuvieron que abandonar sus hogares para entrarle a laborar en su mayoría por primera vez para poder seguir la producción de artefactos bélicos necesarios para librar la guerra. Esto puso en graves aprietos a nuestros vecinos norteamericanos. Por lo cuál se vieron en la necesidad de recibir infinidad de trabajadores temporales mexicanos entre agrícolas e industriales para levantar la producción nacional de bienes perecederos.
Dada la situación de aquel momento EUA al firmar el Tratado Internacional de Aguas con México en el 44 no dudo en tener una posición menos favorable en este convenio, el cuál establece que México debe saldar cada año la cantidad de 431.7hm3 de agua anual de los afluentes del Rio Bravo, mientras que EUA le debe asignar la cantidad de entre 1,850hm3 y 2,097hm3 de agua de los afluentes del Río Colorado en razón de la cantidad de agua que tenga el Lago Mead en Nevada, entre más alto es el nivel de este lago mayor será el pago.
Hay que tomar en cuenta que actualmente las calidades de el agua que se entrega son muy diferentes en ambos lados, mientras que el agua del río Colorado ha estado experimentando una salinidad muy alta, el agua del río Conchos es agua completamente dulce.
Volviendo al antecedente de aquella época de la firma del tratado, EUA estaba desgastado económicamente, tenía fuertes enemigos y no podía perder la amistad con México que ya contaba con antecedentes de quererse aliar al lado alemán desde la 1er Guerra Mundial cuando se interceptó el telegrama Zimmermann. Entonces no dudo en ceder una victoria al firmar este famoso Tratado.
Desde entonces han pasado ya 76 años y varias veces se ha revisado este Tratado mediante actas cada cierto tiempo, llegaría el acta 319 el 20 de noviembre de 2012 donde por primera vez se empieza a proyectar la preocupación de EUA al no poder cumplir plenamente con este tratado al definir una falta de agua por una baja en la cantidad de nieve recibida en los estados de Colorado, Wyoming y Utah que alimentan el río Colorado. Aquí se define que ambos países deberán explorar en particular oportunidades en proyectos de cooperación binacional para: minimizar los impactos de potenciales condiciones de escasez en el Río Colorado; generar volúmenes adicionales de agua a partir de nuevas fuentes, a través de inversiones en infraestructura, tales como las instalaciones de desalación, conservar el agua mediante inversiones en los distintos usos actuales y potenciales, como el uso agrícola, entre otros; y considerar la posibilidad de permitir a México el uso de la infraestructura de EUA para almacenar agua.
Estudios antropológicos hechos en la rivera del Río Colorado han revelado que cuando la Presa Hoover fue construida entre 1931-1936 para crear el Lago Mead, el río había tenido flujos récord durante los últimos 30 años anteriores a su construcción. Récords que ese río no había experimentado en entre 500 a 1,200 años anteriores a la presa. La sequía más adversa para el río Colorado empezó con el siglo XXI en los cuales únicamente en 4 de los primeros 16 años de este nuevo siglo trajo flujos promedio o por encima del promedio.
Otra situación ha estado pasando con este río, diversas capas de sal de algunas partes de la rivera del caudal se han empezado a erosionar causando grandes daños a los cultivos aguas abajo, ocasionando perdidas económicas y daños ecológicos en tierras estadounidenses y mexicanas.
Mientras tanto en el lado mexicano específicamente para el río conchos en Chihuahua la situación predomina en el mismo sentido, pero con menos datos estadísticos de los cuales se le pueda echar mano.
El tratado del 1944 si bien no específica de que cuerpos de agua en específico dentro de nuestro país se va a alimentar, sí específica la construcción de ciertas presas para hacer el pago, entre ellas la de La Amistad y la Falcón.
Actualmente Chihuahua paga más del 55% del agua que abona México, mientras que Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas pagan el 45% restante. Las presas: La Boquilla inaugurada en 1910 y la Francisco I Madero inaugurada 1949 fueron planeadas mucho antes de la firma del tratado del 44.
Hay una condición que debemos observar, el estado de Chihuahua ha experimentado una explosión demográfica exponencial desde la firma del tratado, en 1940 el estado contaba con 623,000 habitantes hoy en día cuenta con más de 3.7 millones de habitantes, 6 veces más que cuando se firmó, la necesidad de agua también se ha incrementado mucho más de las 6 veces, mientras que las lluvias han disminuido en todo el estado grande de forma paulatina.
En este sentido lo que alguna vez permitieron los Chihuahuenses, el estar abonando a la deuda del país en cuestión hidrológica que en gran medida eran excedentes sin uso para nuestra entidad, hoy en día se ha convertido en una guerra, una gota de agua hace 80 años no tenia el mismo valor de hoy en día, ni el costo de la vida es igual a la de hace 8 décadas.
En cuestiones jurídicas se tiene el entendido que un hecho de costumbre genera derecho, es por esto que, si el gobierno federal siempre ha dependido en gran parte del agua chihuahuense para el pago de la deuda internacional hidrológica, hoy sigan volteando a Chihuahua para hacer ese pago. Aquí ni los agricultores Chihuahuenses tienen la culpa, pero tampoco la tiene el gobierno federal en turno que apenas llego al poder el último mes de diciembre del 2018, la deuda se paga por periodos de 5 años, se adeuda desde 2015 y en casi 3 años que llevaba el gobierno de EPN cuando terminó su periodo, no habían abonado nada.
El asunto de todo esto es que se ha politizado el asunto, pudiéndolo librar en una simple discusión y algún tipo de indemnización para los agricultores, ganaderos y fruticultores chihuahuenses que verán mermadas sus esperanzas para el periodo 2021 de persistir la sequía en los mismos niveles.
Es necesario que las zonas de riego renueven sus sistemas de riego por unos más eficientes, porque estos problemas al parecer han llegado para quedarse.
También es necesario subsidios del gobierno federal para el campo para poder lograr estos cambios de forma de riego por inundación a sistemas más modernos. Es además necesario que se vede la zona de chihuahua, al menos en toda la zona árida desértica y semidesértica para el cultivo de alfalfa, otros cultivos que necesitan mucha agua, así como nuevos huertos nogaleros que dependen de grandes cantidades de líquido.
Si no se hacen estos ajustes en el campo chihuahuense, además de que el gobierno busque fortalecer las perdidas económicas que traerán los cambios climáticos mundiales que afectan nuestras zonas de riego.
Este será solo el primer round de futuras disputas y hasta posibles guerras que le tocará lidiar a la gente de esta zona en contra del gobierno federal y de EUA sin importar los colores de los que gobiernen.
*Asesor Legislativo en Senado de la República