En algunas de las cápsulas editoriales que tengo el honor de compartir todos los jueves en Mega radio y los domingos en la sección Magazine del Heraldo de Chihuahua, las cuales usted puede consultar también en la página Reflexiones en Voz Alta de Francisco Javier Pizarro Chávez en Facebook, he comentado que estamos en el umbral de una crisis de gobernabilidad en Chihuahua.

De nueva cuenta insisto en ello, sin otro propósito que el de dimensionar lo que está ocurriendo y conminar a las instancias de gobierno a atender las demandas y necesidades que mas afectan a los chihuahuenses, las cuales no se circunscriben solo al combate a la corrupción y la impunidad.

Hay otras situaciones deplorables que también afectan la convivencia y la estabilidad social, como la inseguridad y la violencia criminal que siguen al alza; el creciente deterioro del sector salud por la falta de medicamentos básicos, la supeditación del Estado a los permisionarios del transporte urbano y por si fuera poco el paro indefinido de los maestros de la Sección 42 del SNTE.

Inexplicablemente, el gobierno del Estado en vez de atender los problemas sociales que brotan día a día, como es su deber y obligación, los elude, minimiza, justifica y, lo que es peor aún, descalifica y estigmatiza.

Ejemplo de ello es el mensaje que el gobernador difundió en su página de Facebook en relación al paro magisterial. Cito textual:

“Cuando nuestro secretario de educación contextualiza las acciones de la Sección 42 del SNTE en el momento político que vive nuestra entidad, por supuesto que se refiere al embate que desde distintos flancos se endereza en contra del Gobierno y el Pueblo de Chihuahua.

Y agrega: “Lo más deplorable es que la afectación recaerá en miles de estudiantes de nivel básico, que pierden así el tiempo preciado. Ojalá que un día la política tome conciencia de ello, y sepa que con los niños no se juega”.

¡Vaya!. Ahora resulta que el legítimo derecho de los maestros a manifestarse para exigir a las autoridades educativas les paguen y se respeten sus derechos y prerrogativas laborales, es considerado oficialmente “un embate político”, y “un juego”, en tanto las asambleas informativas, las marchas por la dignidad de Chihuahua, los foros a los que ha convocado al Grupo Chihuahua y conferencias de prensa y demandas ante la suprema Corte de Justicia y organismos internacionales en contra del gobierno de la República, son “una nueva forma de gobernar”, según dijo a un reportero en la Ciudad de México, Javier Corral Jurado.

Dicho de manera simple: mientras que sus protestas contra la federación son una nueva forma de gobierno, la protesta callejera del magisterio es un “embate” contra su gobierno y el pueblo de Chihuahua y hasta “un juego”.

Sorprende sobremanera que un político de amplia trayectoria como lo es el gobernador, no tome conciencia de que la gobernabilidad tiene como sustento la articulación con los ciudadanos y la búsqueda de acuerdos consensuados para resolver o al menos buscar soluciones a los problemas y conflictos que inexorablemente se dan en toda sociedad diversa y plural. Obvio es que con estricto apego a la ley y respeto a las libertades democráticas.

Adicionalmente, le sugiero al gobernador que no se preocupe por los niños. Ciertamente es lamentable que pierdan clases, pero están aprendiendo una lección de civismo y dignidad que ya no se imparte en el aula, pero sí en la protesta callejera, como usted bien lo sabe. A Pablo Cuaron, que es el responsable de la suspensión de clases, que no amenace a los maestros con ser cesados si mantienen el paro más de tres días. Los funcionarios del Estado dejaron de trabajar una semana durante la Marcha por la Dignidad y la Justicia, y nadie les dijo nada, ni les descontó sus altos sueldos, y tampoco los cesaron.

La protesta callejera cierto es, no es ninguna nueva forma de gobernar como las marchas y asambleas informativas de las autoridades gubernamentales. Pero no la estigmaticen ni agredan: Históricamente la calle ha sido y sigue siendo el único espacio real del que disponen los ciudadanos para hacer valer su libertad de expresión y el respeto a sus derechos humanos.

https://www.faceboock.com/Reflexiones-en-voz-alta-por Francisco Javier Pizarro