Chihuahua, Chih.
Wikipedia: El neoliberalismo es una «teoría política y económica que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado»... También ha sido definido como «una forma de liberalismo que apoya la libertad económica y el libre mercado», cuyos «pilares básicos incluyen la privatización y la desregulación».
En su sentido más usual, se refiere a una serie de teorías y propuestas económicas que comenzaron a tomar auge en la década de 1970, cuestionando al keynesianismo dominante hasta entonces, para volverse en los años siguientes predominantes en el mundo occidental.
El economista Ha-Joon Chang señala como características principales del neoliberalismo el libre comercio, un Estado mínimo, pero con un Banco central regulador de la moneda autónomo, las privatizaciones, la reducción del gasto público, la desregulación financiera, la reducción de impuestos a las personas más ricas con el fin de impulsar una «economía de la oferta», bajo la teoría de la filtración descendente, también conocida como «teoría del derrame», así como los «planes de ajuste estructural» y el apoyo al proceso de globalización.
Es una teoría política y económica que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado... que apoya la libertad económica y el libre mercado.
Esas definiciones responden a la precaución de no comenzar con mi propia definición y dejar sentado un criterio más general y por muchos aceptado.
En la primera definición destacan la de la libertad económica, la de mercado, la privatización, la desregulación -palabra que no encuentro en el diccionario de la lengua española de la RAE, 2001- y el keynesianismo predominante en el mundo occidental.
En la segunda, destacan las ideas del libre comercio, la minimización del Estado, un Banco Central Autónomo, las privatizaciones, la reducción del gasto público, la economía de oferta, la teoría de la filtración descendente o del derrame, los planes de ajuste estructural y el proceso de globalización y la desregulación financiera.
Tratándose del neoliberalismo es preciso hacer referencia al liberalismo, o viejo liberalismo, por lo cual conviene precisar el lema de éste: Laissez faire, laissez passer que le monde marche de lui-meme.
La segunda e en negrillas de meme, debe llevar un acento circunflejo del que no dispongo. En español: “Dejad hacer, dejad pasar, porque el mundo gira por sí mismo”.
Me parece más propio que si por mundo entendemos un planeta, decir que el mundo no ha rotado nunca sobre su eje ni circulado alrededor del sol por cuenta propia, es un error, lo ha hecho por cuenta de las leyes de la gravitación universal; y que, si por mundo entendemos a la humanidad, ésta no ha actuado por su propia cuenta nunca, sino por cuenta del grupo social dominante y desde el esclavismo, por cuenta de una clase social dominante, que ni ha correspondido al conjunto de la humanidad ni ha respondido a los intereses de ésta.
Dicho lo anterior es necesario precisar a qué etapa del desarrollo económico y social se refieren el liberalismo y el neoliberalismo. Y esa etapa es la del capitalismo.
En la sociedad capitalista durante toda su historia, los intereses predominantes del Estado han respondido a los intereses del capital.
Así lo entendieron los economistas clásicos de la Escuela de Edimburgo y los del capitalismo europeo -español, francés e inglés-, norteamericano y asiático, desde sus orígenes hasta nuestros días.
La diferencia entre el liberalismo y el neoliberalismo es una diferencia histórica, pues el capitalismo que viajó del puerto de Palos y que circunnavegó el planeta, amplió su dominio a la Nueva España, a Virginia y al mundo entero, sometiendo a la humanidad a un proceso de depauperación de los trabajadores y de consolidación de la propiedad privada capitalista sobre los medios de la producción, con lo que la humanidad pasó del esclavismo y el feudalismo al capitalismo.
Ante el fracaso del socialismo soviético y oriental, es necesario precisar que la revolución del Partido Obrero Socialdemócrata ruso mayoritario transformado en el Partido Comunista en 1917, no pudo establecer en el imperio zarista, derrocando al zar, el dominio democrático de la clase obrera y el desarrollo de la propiedad social de los medios de producción por parte de los trabajadores de la ciudad, de la tierra, del mar y de los espacios aéreo y extraterrestre; y que los resultados de la primera y de la segunda guerra mundiales dieron lugar a un capitalismo militar de estado y no a una sociedad socialista como fue anunciado en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y en la República Popular China; y que otro tanto ha sucedido en la Cuba del Ejército Rebelde.
En los términos anteriores procede señalar que los capitalismos español e inglés; y luego americano, francés y alemán durante las guerras mundiales, lograron establecer su control sobre el capitalismo mundial y que no lo han perdido a la fecha.
Así, de los economistas fisiócratas y clásicos ingleses han pasado de Boisguilbert le Vieux y Quesnay a los clásicos de Edimburgo, a los marginalistas franceses e ingleses, a los marxistas y a Keynes.
Los neoclásicos y los neoliberales en realidad no han aportado nada diferente a los liberales: rechazan el socialismo, la participación estatal y propugnan el monetarismo. Pero carecen de una teoría diferente a la clásica, la neoclásica y la monetarista para definir y combatir la inflación.
La definición de esta última es básica para los neoliberales, así como la de la inflación y su tasa. El rechazo neoliberal a la intervención del Estado no es diferente a la posición liberal. La definición de la inflación y sus causas no aporta nada al desarrollo de la teoría económica y sólo limita la actuación del Banco Central, del que hacen un apoyo más a las utilidades empresariales.
La tasa de referencia del Banco de México es una especie de tasa impositiva: corresponde a una participación estatal en cada préstamo concedido por la banca privada, a fin de reducir la inflación.
Ahora bien, el incremento de la tasa de referencia no frena el crecimiento de los precios y por ser un verdadero impuesto, su aprobación debería corresponder a la Cámara de Diputados y no a los funcionarios de ese banco.
En ninguna forma la inflación es materia de control del Banco Central ni es producto de su actividad. La inflación corresponde a una política de las empresas para aumentar sus precios y sus utilidades fuera del control gubernamental y en perjuicio de los consumidores.
La reducción de la tasa de referencia citada y en cuestión, tampoco representa ninguna reducción en los precios.
De esa manera los neoliberales no son diferentes de los liberales del viejo liberalismo.
El neoliberalismo, en realidad, es una política imperialista de viejo cuño: reducción de la actividad estatal en beneficio del sector privado y de perjuicio de la población en general mediante el incremento de los precios redundante en incremento de las utilidades de los productores privados.
La actividad del Estado mediante la creación de industrias y controles comerciales que no benefician a los capitalistas privados, en especial extranjeros, no se traducen en incremento de la tasa de ganancia, cuya tendencia decreciente no puede ser combatida sino mediante la sobreexplotación de la fuerza de trabajo, el incremento de los precios –la inflación- y la contención de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia sin necesidad de incrementar la productividad.
En estos términos es que hay que explicar la inflación.
A lo anterior es preciso agregar el control de las “economías desarrolladas” sobre las subdesarrolladas, en las que el endeudamiento de las últimas en favor de las primeras juega un papel decisivo.
En estos términos no hay una diferencia sustancial entre el nuevo liberalismo y el tradicional. Desde luego que el control de las grandes empresas sobre los gobiernos se traduce en enormes ganancias procedentes de la corrupción y la falta de inversión pública en bienes de consumo y medios de producción.
Es el panorama de la economía neoliberal, que no queda en claro en los textos del neoliberalismo.
El neoliberalismo no es más que el antiguo liberalismo en las condiciones actuales del comercio internacional y de la reclamada reducción de la intervención del Estado en la economía.
Para confirmar lo anterior basta con considerar los montos de deuda interna y externa en que incurren los bien llamados países subdesarrollados, dependientes de los mal llamados desarrollados, imperialistas.
El neoliberalismo no es más que una nueva denominación del imperialismo económico, político y social.
*Catedrático de la UNAM