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El hombre que cambió el mundo

El hombre que cambió el mundo 5 de junio de 2020

Ethan Tejón Herrera

Chihuahua, Chih.

George Floyd, un afroamericano originario de la ciudad de Minneapolis, Minnesota, falleció la semana pasada en un caso de brutalidad policial que trascendió barreras y fronteras, gracias a la voz y al eco del ciber espacio.

El vídeo dónde se muestra a Floyd sometido mientras un oficial de policía impedía el control de sus movimientos, colocando su rodilla en contra del cuello de Floyd hasta provocar su muerte, ha sido reproducido miles de veces en distintos medios y canales informativos en todo el mundo, así como a través de las distintas redes sociales.

Su muerte se convirtió en un símbolo de lucha para la comunidad afroamericana, una comunidad severamente lastimada a causa del racismo y de la discriminación irracional durante generaciones enteras, tanto en los Estados Unidos como en cualquier otra nación.

Durante poco más de una semana, las protestas, marchas y movilizaciones solidarias se han extendido en aproximadamente 60 ciudades de la unión americana, así como en delegaciones diplomáticas de los Estados Unidos en países extranjeros como en el caso de Reino Unido y Francia.

Inclusive se han realizado distintas movilizaciones en el vecino estado de Texas, mientras tanto en la ciudad de El Paso, una comisaría local de policía fue blanco de protestas para exigir justicia en contra del brutal asesinato de Floyd.

El pasado martes 2 de junio durante una manifestación en Minneapolis, la zona cero del brote de inconformidad social, la hija menor del finado George, Gianna Floyd, salió a la calle en hombros de su tío sin saber exactamente lo que le había sucedido a su padre.

Según reportó el diario nacional El Universal,  "Gianna no alcanza a dimensionar todo lo que está pasando, pero sí sabe que algo está pasando y que hoy todos conocen a su padre".

Gianna mencionó el pasado martes en una demostración solidaria por parte de manifestantes ,"Mi papi cambio el mundo".

Y sin duda lo hizo, quizás se convirtió en un pilar que contribuya a la caída de Donald Trump de cara a las elecciones presidenciales fijadas el próximo 3 de noviembre.

 


Paradójicamente Floyd falleció el Día de los Caídos (Memorial Day), una conmemoración celebrada por los estadounidenses en dónde recuerdan a sus  soldados caídos en su labor, una celebración patriótica y nacionalista, que muchas veces cae en la romantización de la guerra propiciada principalmente por la épica narrativa hollywoodense de héroes y villanos.

No obstante, también es un día aprovechado por miles de norteamericanos dispersos a lo largo y a lo ancho de sus 50 estados, con el fin de actividades de ocio, recreación y mercadotecnia.

Sin embargo, Floyd formaba parte del equipo de seguridad de un restaurante latino en su ciudad natal, no pertenecía al ejército y mucho menos conocía de primera mano los horrores de la guerra, pero lamentablemente sí conoció los horrores del racismo y de la discriminación.

El Día de los Caídos, también es una fecha propicia para recordar a personajes como Floyd, que cambiaron el destino de un país, y de un mundo cegado por la clásica dicotomía racial de "blanco y negro", cómo aún prevalece en nuestra sociedad "moderna y civilizada".

La muerte de Floyd fue un acto de injusticia, ya que fue acusado de falsificar un billete de veinte dólares un un supermercado de su localidad, momentos después se confirmó que el billete no había sido alterado o modificado en ninguna de sus características.

El oficial responsable del arresto Derek Chauvin, actualmente se encuentra a disposición de las autoridades locales imputado de asesinato en segundo grado, lo que equivaldría a una pena más severa que los 25 años de prisión previamente imputados al calificar la situación de homicidio cómo "imprudencial", bajo la denominación de homicidio en tercer grado.

Chauvin fue cesado junto con otros tres policías de Minnesota, sin embargo ha sido el único que enfrenta la condena más severa.

Por otro lado, los manifestantes exigen que la ley sea imparcial y se castigue por igual a todos los cuatro policías envueltos en uno de los más lastimosos casos de brutalidad policíaca, de discriminación y de racismo más dolorosos en la historia reciente de nuestro vecino país.

George Floyd, fue el hombre cuyo fantasma no podrá dejar en paz a lo que queda de la desastrosa presidencia de Donald Trump.

Una presidencia que sin duda caerá como si se tratará de una torre de naipes.

 Sí los pronósticos se vuelven realidad, el mapa electoral de los Estados Unidos volverá a ser azul demócrata con el ex vicepresidente durante la administración Obama, Joe Biden a la cabeza de la potencia económica más grande del mundo (lugar que disputa con el gigante asiático chino).