Chihuahua, Chih.
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda una vida: esos son los imprescindibles”
Bertolt Brecht – Dramaturgo y poeta alemán (1898-1956)
Andrés Manuel como Presidente de la República, en el tradicional grito de independencia del 16 de Sept., pronunció 20 vivas, además de las tradicionales, mencionó: el heroico pueblo de México, las comunidades indígenas, la libertad, la justicia, la democracia, la soberanía, la fraternidad universal, la paz, la grandeza cultural de México.
El número 8 fue: vivan los héroes anónimos.
Daniel Espinoza, es un chihuahuense que nació en el Ejido lluvia de oro, municipio de Urique, calculo su nacimiento en 1930’s.
Daniel, como responsable del archivo del ejido Lluvia de Oro, me enseñó un documento original con la firma del Gral. Francisco Villa, en el cual el jefe de la división del norte, hacía constar que un ranchero de ese lugar, le facilitó una mula quedando en pagarle cierta cantidad, cuando le fuera posible.
Daniel de muy joven, se fue como muchos mexicanos de ese tiempo a trabajar de bracero a Estados Unidos, al estado de California.
En California, Daniel conoció a Cesar Chávez, quien en 1962, con Dolores Huerta y miles de trabajadores del campo, fundaron la Asociación Nacional de trabajadores del campo, posteriormente reconocida como el sindicato United Farm Workers o UFW por sus siglas en inglés.
Daniel, durante algún tiempo, fue uno de sus ayudantes principales con funciones de organización y también de escolta personal de César Chávez.
El cineasta y actor mexicano, Diego Luna, recientemente terminó una película que relata la vida de Cesar Chávez: An american hero. Está disponible en amazon prime video.
Gracias a la lucha de César Chávez, Daniel y miles de trabajadores agrícolas de esa época, decenas de miles de trabajadores del campo en Estados Unidos cuentan con beneficios sindicales y laborales, que les fueron negados por muchos años.
En México, Daniel fue uno de los colaboradores más cercanos y más fieles de Álvaro Ríos Ramírez, uno de los dirigentes campesinos más importantes de México, de 1960 a la fecha, fundador y dirigente principal de la Federación de Obreros y Campesinos del Edo. de Durango (FOCED) y de la FOCECH, Federación de Obreros y Campesinos del Edo. de Chihuahua, rescatando de los latifundios 1 millón de hectáreas, en alrededor de 100 ejidos, 45 en el Estado de Durango, una cantidad similar en Chihuahua, más algunos de la Laguna y del Estado de Sonora, solo el ejido el Largo en el municipio de Madera, Chihuahua, cuenta con 250 mil hectáreas.
Daniel, siendo trabajador agrícola en California, se apuntó como voluntario en el servicio militar norteamericano para combatir en la Segunda Guerra Mundial, recibió la instrucción militar correspondiente y faltando unas semanas para ser trasladado a los campos de batalla en Europa, la guerra concluyó, por esta acción le fue concedida la ciudadanía norteamericana.
Daniel fue gestor por muchos años de múltiples comunidades campesinas e indígenas, en diversos municipios de la Sierra de Chihuahua.
No creo que se le mencione en la película de Diego Luna sobre Cesar Chávez.
Ya murieron la mayoría de los campesinos ejidatarios de Chihuahua, Durango y La Laguna, fundadores de esos ejidos, que conocieron personalmente a Álvaro y Daniel, seguramente son sus hijos o nietos los actuales propietarios de parcelas de los ejidos en que Álvaro Ríos encabezó la lucha y Daniel fue uno de sus ayudantes principales.
La mayoría de los campesinos de estos ejidos, probablemente no saben quién fue Daniel.
No sé si Daniel todavía viva, lo último que supe de él es que echaba viajes entre Dinuba, California y el Ejido Lluvia de Oro en Urique.
Cuando escuché el 8vo. Grito de Andrés Manuel sobre los héroes anónimos, pensé en Daniel.