Chihuahua, Chih.
“Vamos a andar en verso y vida atentos, levantando el recinto del pan y la verdad, vamos a andar matando el egoísmo, para que por lo mismo reviva la amistad, vamos a andar hundiendo al poderoso, alzando al perezoso, sumando a los demás, vamos a andar con todas las banderas trenzadas de manera que no haya soledad.”
Silvio Rodríguez, poeta y cantautor cubano – latinoamericano.
El PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano registraron ante el INE su alianza para participar con un candidato(a) común a la Presidencia de la República, bautizaron el frente como: Frente Ciudadano por México (FCM), ¿Será el Frente más de lo mismo o será una alternativa real, democrática al sistema autoritario de cleptocracia vigente? Declara el Frente que se guiará por 8 principios, que deberán plasmarse en el Plan Nacional de Desarrollo de ganar este Frente las elecciones. Comento 3: “El frente tiene como objetivo crear un nuevo sistema… en el que: 1) los ciudadanos sean los actores principales en el combate a la corrupción y la impunidad, y 2) que rompa con el abuso de poder en el país, 3) establecer la democracia interna y garantizar la representatividad ciudadana en los partidos, para que actúen con responsabilidad y asuman el rol de facilitadores, de instrumentos para que los ciudadanos construyan, promuevan y guíen el cambio de régimen que necesita el país.”
¿Cómo crear este nuevo sistema en que los ciudadanos (el 99%) sean los actores principales, participantes activos y decisivos en la toma de las principales decisiones políticas del país?, cuando hasta la fecha no ha sido así, sino todo lo contrario, tenemos un sistema que requiere para su buen funcionamiento sujetos pasivos, subordinados económica, política y culturalmente al 1%.
Ricardo Anaya, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, afirma que la razón de crear el FCM es: “construir un gobierno de coalición que garantice la intervención del Estado, a favor de quienes menos tienen… convencidos de que el Estado debe intervenir de manera activa, para promover la solidaridad entre los que más saben, mas pueden y más tienen, con los que ni saben, ni pueden, ni tienen”.
La solidaridad de los que más tienen con los que menos tienen, a partir de las instituciones vigentes en el Estado Mexicano, es más bien simbólica. El Estado, no cuenta con las instituciones ni mecanismos concretos de participación ciudadana efectiva, padecemos una “democracia representativa” en la cual, la soberanía nacional es administrada por la alta burocracia, la cleptocracia en su beneficio, tal como lo describe el padre Camilo Daniel, en su artículo: de la criptocracia a la cleptocracia, publicado el 4 de Septiembre en este mismo diario.
¿Será capaz la dirección del FCM de darse cuenta que quienes tienen más: el 1%, no son los mismos de quienes saben más, el 99%, y que por lo tanto tienen diferentes intereses?, me explico: si realmente el FCM quiere transformar el sistema desde su raíz, y no solo hacerle cambios cosméticos, en los cuales de la hegemonía de un partido (el PRI) pasaríamos a la hegemonía de 3 (con sus respectivos pesos específicos), no sería en realidad ningún avance, puesto que la gran mayoría del pueblo seguiría marginada de las decisiones principales que le afectan. En México no será posible que la situación económica de los de abajo se transforme radicalmente, mientras no se transforme su situación política actual, con una nueva constitución que le regrese al pueblo: su dignidad, la democracia, su soberanía, su capacidad de ejercer el poder y defender sus intereses.
El diablo está en los detalles, de acuerdo al estudio de la ONU, PNUD: mecanismos de cambios constitucionales en el mundo, análisis de experiencias de asambleas constituyentes no es posible una transición democrática en un país autoritario, mientras tanto no se cuente con una nueva constitución política, que redefina quienes ejercen el poder como y en beneficio de quien.
Si el FCM se plantea una nueva constitución política en su Plan Nacional de Desarrollo, que no surja de una élite, desde arriba, sino que surja de abajo, una Asamblea Nacional Constituyente, el FCM puede convertirse en una alternativa política creíble y viable.
Sea quien sea, quien promueva una nueva constitución, esta tarea solo será posible con la participación mayoritaria del pueblo organizado, solo el pueblo salva al pueblo.
Javier Félix Muñoz
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