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El fascismo seductor

El fascismo seductor 18 de noviembre de 2017

Mariela Castro Flores

Chihuahua, Chih.

El juicio de la historia es contundente y no se equivoca. Viejos regímenes rindieron altas cuentas que no han podido pagar; a pesar de ello, un halo de nostalgia los abraza y los pretende de nuevo instaurar.



Si nos entregáramos a una honesta reflexión reconoceríamos que el nazismo o el franquismo, por ejemplo, fueron momentos históricos deleznables que carecen de elemento decente para replicar, o al menos la corrección política impediría hablar de ello abiertamente aunque ciertas condiciones -como las presentes- la corrección que aduzco ha perdido valor frente al empoderamiento de fuerzas que jamás se han ido y han encontrado nicho en un partido político que representa los más recalcitrantes valores de la ultraderecha y una nueva bancada que como fracción parlamentaria acoge el orden obscurantista que pretende ser gobierno o al menos, influir en las políticas públicas que sectores en vulnerabilidad histórica requieren para acortar la brecha de desigualdad a la que se encuentran sujetos por falta de reconocimiento.



En el país viene operando un activismo de carácter religioso que ha pretendido legitimarse con discursos pseudo intelectuales, con sustento teórico tergiversado que, comunicado de forma homilética adquiere carácter de ordenamiento retórico. A través de este, hace tiempo se venía empujando la iniciativa de legislar con “perspectiva de familia”, en una visión de “familia natural” como la derecha ultramontana la entiende: mamá, papá e hijitos.

Estos intentos fueron rápidamente apabullados por una expresión más confrontativa y belicosa que se agrupó en el Frente Nacional por la Familia que adquirió fuerza y escenario político preponderante coincidentemente con la elección de Trump en el vecino país como presidente y que trajo de nuevo a la escena pública a grupos como el Ku Klux Klan y que revela de manera aleatoria, que esta tendencia no solo es local y que atiende a una inercia internacional.



Pero, ¿por qué de repente lo que históricamente resultaba abominable ya no lo es tanto? ¿por qué las pesadillas totalitarias ya no resultan tan indeseables a estas “nuevas” formas de hacer política?



La casi imperceptible transición de una democracia como sistema político a la creación de una élite a través del mantenimiento cultural de la sociedad civilizada o “parque humano” como la denomina el filósofo alemán Peter Sloterdijk, genera la conexión entre la destrucción de la teoría crítica llamándola “razón cínica” pretendiendo generar nuevos patrones ante la nueva demanda que no son más que los vetustos valores de la derecha disfrazados de discurso moralista hiperdesarrollado que se adapta a la crisis de sentido generacional que se suma a las inestabilidad económica mundial e ingobernabilidad que aglutina a grupos capaces de expresiones de odio y la alteración del orden jurídico legal que nos acude.



Estas expresiones fascistas de gobernanza empujadas desde el legislativo y convertidas en tema de agenda, nos han permitido establecernos analogías interesantes, por ejemplo, según Témpora, Magazine de Historia “Las mujeres conformaban la espina dorsal del Tercer Reich al conformar el ideal Nazi y ser responsables de dar a luz y criar a las nuevas generaciones de la raza aria. Las mujeres debían aprender todo lo que había que saber sobre tareas del hogar, cuidado de los niños, la enseñanza de los valores del partido, etc. Así como debían estudiar higiene, alimentación para una vida saludable, deporte, eugenesia, y el funcionamiento del cuerpo femenino. Las Reichbreiteschule (escuela para las «novias» del Reich) se ocupaban de formar a las jóvenes en el modelo femenino nazi…”, es decir, para la Alemania nacionalsocialista, la institucionalización de la maternidad y la familia era un deber para las mujeres pero dentro de parámetros aceptables al sistema, al igual que los modelos propuestos por el FNF y sus filiales (PES y el yunque panista); es decir, las mujeres no pueden decidir sobre sus vidas ni sus cuerpos porque se pretende que esas elecciones sean asunto y política de estado que es quién en realidad define qué clase de ciudadanía desea tener.



Otro ejemplo es la “Guía de la Buena Esposa”, esa que fue creada por Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio fundador de la Falange Española, e hija de Miguel dictador español de la década de 1920. Ella también fue líder de la Sección Femenina de la Falange. Dicha normativa consiste en la más sexista publicación propagandística que ha existido jamás y que básicamente instruye detalladamente como satisfacer al marido sirviéndole la mayor parte del tiempo y la otra parte, siendo invisible. Si usted acude a internet a su consulta, se sorprenderá con las similitudes que en ella existen con los discursos de las diputadas de derecha en nuestro Congreso, teniendo como hilo conector el “valor de las mujeres” a partir de ser esposas y formar una familia nuevamente negando toda autonomía y ejercicio de autodeterminación.



Con los anteriores ejemplos, es fácil entender por qué para dichos grupos son las feministas y el feminismo el demonio a vencer. Porque como movimiento social el feminismo se ha dedicado a cuestionar el status quo, los regímenes impuestos; desde la academia nos ha otorgado la teoría necesaria para hacernos de recursos que nos permitan definirnos primeramente personas y a partir de ahí, construir nuestra ciudadanía dándole forma a nuestra subjetividad y a nivel personal, realizar los cambios que requerimos para cumplir la máxima aspiración que poseemos: ser legítimamente felices.



Las feministas le hemos dado a todas las demás la posibilidad de tomar decisiones de vida y defenderlas sin padecer costos sociales, de tener representación política y voz en todos los espacios públicos, de ser para nosotras por nosotras o para nadie más, asumirnos y construirnos como autónomas y no como posesión, de reconocernos personas con dignidad y sujetas de derechos.



Si usted es mujer y lee esto, sepa que se lo debe a una feminista y que no la agredan por hacerlo, también. Y eso, la ultraderecha lo quiere desaparecer, porque la quiere útil pero no ilustrada, que participe de política pero que no se represente a usted misma.



Sepa que la quieren con la voz callada.





marielacastroflores.blogspot.mx

@MarieLouSalomé

Mariela Castro Flores

Politóloga y analista política especialistas en género y derechos humanos.