Chihuahua, Chih.
I.- Las paredes grafiteadas del Palacio de Gobierno y otros edificios en la ciudad de Chihuahua, son el espejo de lo que acontece en las instituciones, en las casas, en los espacios públicos. Ahí podemos mirar lo que somos, lo que no puede ser silenciado de hoy en adelante, lo que nos hace beber tragos amargos que no pueden ser tomados de una sola vez.
Durante largo tiempo, en torno a los acontecimientos de violencia contra las mujeres, se construyó un velo de silencio que incluso se petrificó. Pero eso silenciado y petrificado, ha quedado roto. Ya no hay más silencio, ya no existe la dureza de un silencio que tomó la forma de una piedra, de un pacto patriarcal, de un muro que procuraba esconder los nombres y los acontecimientos de violencia en torno a las mujeres.
Los muros del pacto patriarcal simbolizados en el Palacio de Gobierno en la ciudad de Chihuahua, han sido profanados. Nunca se habían escrito tantos nombres como el ocho de marzo pasado. Nunca se había mostrado tanto encono contra esas paredes de cantera vieja. Nunca esos muros habían quedado tan rotos, tan desnudos.
Lo que miramos, son los pedazos de un silencio quebrado. Son decenas, cientos, miles de pedazos de un espejo que se estrelló contra un día ocho de marzo.
Lo que observamos, es un espejo roto que refleja nuestros errores, nuestras deformidades, nuestras vidas quebradas a punta de golpes de martillo. Es eso lo que somos, los pedazos de un espejo roto sobre el que caminamos descalzos todavía, los filos que se nos clavan en las plantas de los pies y un reclamo de justicia que se expande, y se instala en otros muros.
II.- Los nombres escritos sobre los muros del Palacio de Gobierno son una enorme red que se muestra por sus agujeros. Y esa red semántica que se traduce en nombres, se extiende a lo largo de la ciudad de Chihuahua.
Es un mapa de la violencia hacia las mujeres, una cartografía con santo y seña, que llega hasta las instituciones y las puertas de las casas, que han quedado expuestas a la vista de todos(as). Este tema fue abordado con solvencia durante el programa de Aserto Radio el día 14 de marzo, por parte de Mariela Castro, Georgina Torres Nájera y Luis Javier Valero (en: https://www.facebook.com/AsertoMultimedia/videos/764554411733063).
III.- Las denuncias en contra de la violencia que afecta a las mujeres en Chihuahua, están escritas en los muros del CBTA 90 (“Denuncian alumnas del CBTA 90 de Cuauhtémoc presunto acoso sexual por parte de docentes”, El Heraldo de Chihuahua, 22 de noviembre de 2022), del CETIS 61 (“Suspenden clases en el CETIS 61 tras denuncias contra maestros por acoso”, El Heraldo de Juárez, 10 de marzo de 2023), de la prepa 20-30 (“Alumnas de la prepa 20-30 de Delicias se manifiestan por presunto caso de acoso”, El Heraldo de Chihuahua, 9 de marzo de 2023), del Bachilleres 10 (“Se manifiestan en Cobach 10 ante el incremento de violencia contra la mujer”, 10 de marzo de 2023), de la extensión de la Universidad de Ciudad Juárez en Casas Grandes (“Denuncian a maestros de la UACJ por acoso y abuso sexual en NCG”, 8 de marzo de 2023) y otros espacios de educación media y superior.
También los muros de las instituciones educativas han sido profanados y están rotos. Son los pedazos de un espejo que comienza a quebrarse desde sus orillas, desde los tendederos que exhiben los nombres de los acosadores, desde las paredes de los baños que convierten lo privado en público, desde las voces que comienzan a juntarse en un solo grito que reclama justicia.
Quienes trabajamos en las instituciones de educación media superior y superior en Chihuahua, nos hemos comenzado a mirar sobre el fondo de un espejo que está roto. Y debemos preguntarnos: ¿Qué vamos a hacer con eso roto?...