Chihuahua, Chih
Dedicado a los que pudiendo oír, sencillamente se niegan a escuchar.
Desde la referencia que en el Génesis señala la historia del primer fratricidio humano, cual narra el Antiguo Testamento de la Biblia escenificado por Caín y Abel o Abel y Caín solo para evitar controversias de créditos.
Si, desde entonces enseñorea en lo humano, el odio, la rabia, el rencor, la animadversión, el resentimiento, la malquerencia, el aborrecimiento, la saña, la antipatía, la aversión, la repulsión, la inquina, todas estas que son palabras sinónimas aceptadas por la Academia de la Lengua Española del tema que me siento movido a tratar hoy, que no es ni mas ni menos que el encono, definido como: animadversión o rencor hacia una persona, especialmente en la forma de enfrentarse a alguien. Agregaría que piensa diferente.
Ese encono es que el que vemos hoy en las, discusiones entre amigos y familiares y particularmente en las redes sociales, donde se ceba ante el equívoco o yerro de cualquier índole de una persona, con calificativos soeces y lesivos por la sencilla razón del pensar diferente a nosotros.
Como si eso no fuera el derecho que a todos nos asiste por el solo hecho de ejercer la capacidad del pensar de manera propia e individual.
Duele, si duele el ver como perdemos amistades cuya valía de cierto que trascendería sexenios de cualquier gobierno y/o mandatario, pero se extinguen solo porque no aceptan que la diferencia de opinar, cada cual según sus percepciones e intereses, es válida.
Nadie nos dijo que vendríamos y seriamos parte de este mundo para ser una masa inconsciente, somos individuos dotados de carácter y conciencia propia, en consecuencia, pelear por partidismos o cualquier ismo no paga, cada cual puede optar por el camino que desee y valorar su vida en consecuencia, si no es claro lo hasta aquí expresado, aqui comparto con ustedes un ejemplo ilustrado con el cuento de LOS DOS HERMANOS del genial Maestro Leon Tolstoi que a la letra nos dice:
“Dos hermanos viajaban juntos; hacia el medio día tendiéronse en el bosque para descansar.
Cuando despertaron vieron cerca de ellos una piedra, con una inscripción; la descifraron y esto fue lo que leyeron: Que quien encuentre esta piedra camine por el bosque hacia el Oriente; que en su camino hallará un río; que lo atraviese; a la otra ribera verá a una osa con sus oseznos; que coja los oseznos y escape a la montaña sin volverse. Allí verá una casa, y en aquella casa encontrará la dicha.
Entonces dijo el menor al mayor:
–Vamos juntos; quizá podamos atravesar el río, coger los oseznos, llevarlos a aquella casa y encontrar ambos la dicha.
Pero el mayor replicó:
–No iré en busca de los osos, ni te aconsejo que lo hagas.
En primer lugar, porque nada prueba la veracidad de esta inscripción, que acaso sea una broma;
En segundo, porque es muy posible que la hayamos leído mal;
Y en tercero, aun admitiendo que eso sea la verdad, pasaremos la noche en el bosque, no hallaremos el río y nos extraviaremos. Y aun cuando hallásemos el río, ¿podríamos pasarlo? Quizá sea muy ancho y su corriente rápida.
Mas, dado que lo pasásemos, ¿crees cosa fácil apoderarse de los oseznos? La osa nos degollaría, y en vez de la dicha encontraríamos la muerte. Por otra parte, aunque consiguiéramos apoderarnos de los oseznos, no nos sería posible escapar sin que descansásemos sino hasta haber llegado a la montaña. Por último, allí no se ve qué dicha es la que se encuentra en aquella casa; quizá sea una dicha de la que nada podamos hacer.
Y el hermano menor repuso:
–No soy de tu opinión; sin objeto no se escribió eso en esta piedra. El sentido de la inscripción es claro y preciso. Desde luego, no hay que correr tan gran peligro. En segundo lugar, si no vamos nosotros podrá otro descubrir esta piedra, hallar la dicha en lugar nuestro y nosotros no obtendremos nada. Por otra parte, nada se consigue sin esfuerzo. Y, además, yo no quiero pasar por cobarde.
A lo que dijo el hermano mayor: –Sabes el proverbio: «La codicia rompe el saco», o aquel otro: «Más vale pájaro en mano que ciento en el aire».
Replicó el menor:
–Y yo he oído decir: «Quien no se arriesga no pasa la mar», y también: «Bajo una piedra inmóvil no corre el agua». Pero me parece que es hora de partir.
Marchó el menor y el otro se quedó.
Un poco más lejos, en el bosque, el menor encontró un río, lo atravesó, y junto a la orilla vio una osa que dormía; cogió los oseznos y, sin volver la cabeza, echó a correr hacia la montaña. En cuanto llegó a la cima, una multitud de gente salió a su encuentro y transportóle a la ciudad,donde se le nombró rey.
Reinó cinco años; al sexto, otro soberano más fuerte que él le declaró la guerra, se apoderó de la ciudad y le expulsó.
Entonces, el hermano menor erró de nuevo y volvió a la casa del mayor, que vivía pacíficamente en el campo, ni rico ni pobre.
Ambos hermanos sintieron mucho gusto contándose su vida.
–Bien ves-dijole el mayor-que yo estaba en lo cierto. He vivido sin sobresaltos, y tú, que fuiste rey, piensa cuán atormentada fue tu vida.
Respondió el menor:
–No deploro mi aventura del bosque; cierto que ahora ya no soy nada; pero tengo, para embellecer mi vejez, el corazón lleno de recuerdos, mientras que tú no los tienes.”
No hay vidas o seres mejores o menores, todos somos diferentes y en consecuencia cada cual elige su derrotero y se vera en el.
COROLARIO
Cierro con una triada de pensamientos, sin conclusión alguna , solo el referendo la preocupación porque se encuentren cauces de salida para el encono que enseñorea con rostros claro en El Mundo con la Guerra de la OTAN, USA (mercenarios incluidos), UE y Ucrania contra RUSIA, que dadas las circunstancias que bien podría mantener el espíritu de resistencia ante la andanada que vive, haciendo suyas las palabras de Maya Angelos en su poema:
Y AUN ME LEVANTO
“Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto.”
EN MÉXICO, donde se advierte severamente cada vez mas la división real y/o provocada por la causa que semanalmente se presenta a medios, donde las mentiras o media verdades campean lo que las palabras de Homero bien valdrían ser consideradas.
“Es voluble la lengua de los hombres, y de ella salen razones de todas clases; hállense muchas palabras acá y allá, y cual hablares, tal oirás la respuesta. Mas ¿qué necesidad tenemos de altercar, disputando e injuriándonos, como mujeres irritadas (sic), las cuales, movidas por el roedor encono, salen a la calle y se zahieren diciendo muchas cosas, verdaderas unas y falsas otras, que la cólera les dicta?”
Y en CHIHUAHUA donde los actores políticos y sociales comienzan a tomar posiciones y decisiones que mas tarde que temprano cobraran el rostro del Encono entre juicios a ex gobernantes y reclamo de responsabilidad a los poco actuantes.
Para hacer un buen gobierno vale la pena considerar algo que LA UNAM me enseñó, y comparto esperando lo podamos ejercer
“La discusión que es un intercambio de inteligencia, la disputa solo es de ignorancia”.
Agrego y concluyo…DISCUTAMOS SIN DISPUTAR Y TODOS VAMOS A GANAR.